viernes, 23 de marzo de 2012

Preguntas existenciales sobre tierras teutonas (parte I)

Estos alemanes son raros y, después de 67 días aquí hay cosas que espero que algún día pueda llegar a entender, ya que ahora simplemente, me asombran y me dejan KO.

Empecemos:

I) ¿Que les pasa a esta gente con el pan?
El pan Bimbo de toda la vida del señor, aquí es equivalente a muerte súbita infantil, es venenoso, toxico... "insano", como ellos dicen. Pues alemanes míos, os diré un secreto; en España, todo hijo de vecino merienda su pan Bimbo con Nutella, chorizo, longaniza, salchichón, mantequilla con Colacao, o cualquier cosa capaz de ser untada en el... pero que no lo diré muy alto, no vaya a ser que Alemania arme una guerra contra España a causa del maltrato infantil en una sociedad pro-pan Bimbo.

II) ¿Que les dan a las dependientas de las tiendas, supermercados y esas cosas?
Las dan estimulantes si o si. Es imposible que una dependienta tenga tanta rapidez y eficacia. Que una, que viene de las tierras cálidas, donde las dependientas son lentas y te preguntan por toda tu familia (primos terceros incluidos), mientras que tan tranquilamente te cobran y te ayudan a meter las cosas en bolsas, pues no esta acostumbrada y acaba pareciendo tonta. Porque no es normal que en el tiempo que tardas en buscar el dinero en el monedero, la dependienta de turno ya ha terminado con todo y ya tiene tu recibo en la mano. Pero lo peor es al pagarle, que empieza una lucha tuya contra el tiempo, porque a la que te descuidas ya te están echando la compra del próximo encima de la tuya, mientras que tu intentas con una mano cerrar el bolso mientras que con la otra te espabilas en meter el cambio en el monedero, y todo eso sin mirar, ya que estas vigilando tu compra que ya esta siendo mezclada con las salchichas del de atrás.
En fin, ir a comprar es una lucha contra el tiempo y un subidón de adrenalina al pensar que como no te des prisa, el próximo cliente (alemán y rápido, por supuesto) se puede llevar tus quesitos.

III) ¿El agua... es pecado beberla?
Que mucho que me dicen que el pan Bimbo es "insano", pero aquí el agua no la prueban y el zumo (de lo que sea, pero de verdad, de cualquier cosa imaginable) lo beben a litros.
Aquí, lo mas parecido al agua, es el agua con gas, que sabe peor que el agua de grifo de Barcelona (vamos, que beber del váter seria mejor idea). Pero ojo, que si les dices que el agua es más sana, te dicen con cara de gran convencimiento: "Pero el zumo alimenta". Y yo me digo, ¿Pues para que comes entonces? Bebe zumo, que yo de mientras me comeré unos macarrones con agua, que también alimentan.
Resumiendo, que en España es de sobra conocido que el agua es lo "sano" y lo que se come (que comer zumo sabor tipo Tropical del Biofrutas, mezclado con unos macarrones a la carbonara... yo lo siento pero eso ha de crear un corte de digestión tremendo), y el zumo es para hacer bajar la merienda (de pan Bimbo con chorizo, claro esta) y punto.

IV) Los huevos fritos.
Podrían hacer un cuadro parecido a "El grito de munch" pero con mi cara, el día que vi hacer un huevo frito, frito señores, proclamado como "huevo frito", pero sin aceite. Sisi, como lo estáis oyendo. Una cosa insólita, digna de llamar a Iker de Cuarto Milenio, ya que no es que no se use aceite, es que no se usa nada. Aquí para hacer un huevo frito se necesita un fogón, un huevo y una sartén. Punto y final.
Como narices se fríe sin aceite? Eso es como decir que te vas con la RENFE para llegar a tiempo a algún lado, no tiene sentido ni razón de ser.
(Añado: el huevo en si tenia la textura de goma, extraño... con sabor a huevo, algo impensable y si, le echan mayonesa, supongo yo que para matar el sabor a huevo que deja en el cuerpo eso de freír sin aceite...)


Esta entrada, como podeis ver, va mas centrada en la comida. La parte II de esta entrada ira centrada en cosas como los perros en alemania, la religion... cosas que tampoco entiendo y espero hacerlo en un futuro.

Pasar un buen dia !

martes, 20 de marzo de 2012

Visita exprés

Os debo aún una entrada sobre mi aventura en Heidelberg (podéis ver la versión de Silvia en su blog), pero ahora os contare mi viaje exprés a mis tierras este fin de semana.

Tenia ganas de ir, para que negarlo. De ver a mi gente, a mi familia, mi habitación... Después de una dura cruzada de buses, llegué por fin al aeropuerto teutón, hora y media antes de la hora en la que empiezan a facturar (vaya, casi 3 horas y media de espera hasta a hora de embarcar...).
Aburrimiento, mucho, pero pasadas las 2 horas y cuarto de avión, llegar al aeropuerto de destino y la emoción de volver a ver a los tuyos dos meses después, se te olvida todo.

En fin, no os contaré mi fin de semana, seria una entrada demasiado larga.

Pero querría dejar un mensaje tranquilizador a otras au pairs que lean el blog; nada cambia.

Cuando me marché de au pair, lo que más miedo me daba es lo que me perdería al no estar "allí", en mi tierra. Pero cuando regresas unos días, te das cuenta de que nada ha cambiado. Tu familia sigue igual, más felices que nunca al verte. Tus mascotas te siguen recordando y te demuestran que para ellos, desaparezcas el tiempo que sea, ahí seguirán para recibirte como si hiciera meses que no te ven (aunque esta vez, sea verdad). Tus amigos siguen visitando el mismo bar cada viernes, y aun frecuentan el McAuto a las 3 de la mañana del sábado, te cuentan todos los cotilleos que te has perdido; Marujita ha cortado con Menganito y alguno que otro ha echo alguna que otra locura. Ahí te das cuenta de lo poco que ahora te interesa todas esas tonterías. En antena 3 siguen poniendo Los Simpsons y aun puedes ver anuncios con trozos de películas cortando lo interesante de KH7 y de colonia Lacoste.

Se agradece poder volver, ni que sea durante dos días. Recargas pilas y vuelves con mas ganas y con mas tranquilidad de lo que pueda pasar.

Al fin y al cabo, esta es nuestra aventura y si, ahora se que debo vivirla sin preocuparme de nada, porque efectivamente, cuando vuelva todo seguirá igual, al menos lo importante.

viernes, 2 de marzo de 2012

Como armar la de Dios es Cristo


Es muy fácil, de verdad. Solo hay que dejar a una niña de dos años dormida (aparentemente) e irte a la habitación de al lado.

He creído necesario hacer una entrada solo y únicamente para contar esto. Es de sobra merecido.

Voy al grano, seré breve:

Esto era una au pair en tierras teutonas, que a la hora de la siesta, dejó a la peque de dos años en la cama, dormidita, tan tierna con su pulgar en la boca, y dijo "momento de relax!! Me voy a la habitación de al lado un ratito con el ordenador". Eso fue el principio de todo.
En estas que la pobre y ingenua chica se metió en Facebook para hablar con otra au pair, cuando a los diez minutitos una cabezita sonriente (eso fue la segunda alarma de que algo malo iba a pasar) se asomo por el marco de la puerta, al grito de "caacaaa".
Y a sabiendas que la niña esta aprendiendo a ir al baño, preguntó cautelosamente ¿Donde? pasa saber si coger a la niña en brazos y correr los 100 metros obstáculos hasta el baño (esto sera merecedor de otra entrada) o prepararse para cambiar un pañal.
Lo que no se esperaba es que la cabezita sonriente empezara a correr hacia ella con el cuerpo medio desnudo al grito de "AQUIIIIIIIII!!!!!!", pañal en una mano y mojón en la otra (si señores; mojón, mierda, truño... que cada cual le busque el sinónimo que quiera).

No daré muchos detalles de lo que sigue. Imaginaros una niña de dos años con las manos llenas de mierda, literalmente, persiguiéndote y meándose de la risa, al tiempo que tu intentas agarrarle las manos (sin mancharte) para que suelte su magnifica "obra del señor".
Que cada uno de gracias en el Dios al que crea de mi parte; va estreñida (gracias gracias gracias!!)

En fin, ya sabéis, cría cuervos...