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domingo, 17 de febrero de 2013

Los niños, dos meses después

Yo, como todos cuando nos vamos, no sabia como iban a reaccionar mis tres niñas a mi marcha. Es duro pensarlo, porque ya son parte de ti, y es cuando te haces esas preguntas:
¿Se acordaran de mi? ¿Me seguirán queriendo? ¿Me van a odiar cuando me vaya? ¿Me echaran de menos? ¿Querrán que les llame? ¿Las llamo yo?... Y todos sus derivados.

Yo llevo dos meses lejos de esas niñas, y quería contaros como son las cosas ahora. He indagado y nadie lo cuenta, no se si porque es un tema difícil, o si porque muchas hacen la del "si te he visto no me acuerdo". 

El caso es que para tres niñas, he tenido tres reacciones totalmente opuestas. Y sinceramente, a cada cual más sorprendente.

La pequeña:

La monstruito, ya sabéis, la protagonista de entradas como esta, esta, esta... y de medio blog. Con ella hemos pasado un año de amor-odio tremendo. Amor cuando sus padres no estaban, o no le hacían caso. Odio cuando la recogía de la Tagesmutter y cuando la reñía. Pero parece ser que al final los críos se quedan solo con las cosas buenas, porque le ha puesto mi nombre (con sus variaciones, que un año ahí y no he conseguido que lo diga bien) a una muñeca que le regale por su cumple (que yo ya no estaba, pero le dejé el regalo preparado), y habla de mi como si fuera el espíritu santo, contando las bondades de mi persona. Me alegra saber eso porque con la de follones que hemos tenido, pensaba que en dos días no se acordaría de mi...

Pero no fue así, para nada. La primera semana se pasó todos los desayunos diciendo cosas como "¿Donde esta ella? ¿Cuando bajará a desayunar?". Y claro, sus padres intentaban explicarle que yo ya no vivía ahí, y ella montaba una pataleta impresionante y subía los 4 pisos de casa para buscarme por todo mi pisito, para finalmente quedarse llorando en la puerta de mi cuarto al grito que yo ya no estaba y que cuando iba a volver. La segunda semana dejó de armar la de Dios en el desayuno, pero me subía a buscar cada día unas cuantas veces con juguetes o libros para que jugara con ella. Y al no encontrarme buscaba a su madre para decirle que si me había ido porque no quería jugar con ella o si se había portado mal. 
Ese fue el momento en que los padres me llamaron para que hablara con ella un rato (hasta entonces solo había hablado con ellos y con la niña mayor). Pobrecita, se me partió el alma cuando los padres me contaron todo esto.

A día de hoy, trae a sus padres por el camino de la amargura: ella intenta seguir su rutina y sus costumbres que solo tenia conmigo. Intenta jugar a cosas que solo hacia conmigo, y que claro esta, sus padres no saben ni lo que es, y la niña tiene 3 años y no sabe explicarlo, con todos los saraos que eso comporta. Y ya hace dos meses que me fui, y a día de hoy sigue haciéndolo según lo que los padres me cuentan. 
Y todo esa desesperación de los padres y lo que me cuentan (y lo que no me cuentan), me hace pensar que hice bien mi trabajo.

La mediana:

Esta fiera... en fin. Hace dos meses que no se nada de ella. Es decir, se lo que me cuentan sus padres, porque a ella no le ha dado la gana de llamarme ni de ponerse al teléfono cuando he llamado. La verdad es que eso me ha dejado un poco tocada, pero hay que aceptar que es una niña de 6 años y que hace lo que puede para superar mi "perdida" (esto me lo dijo la madre tal cual, ni que estuviera yo muerta). 
Se ve que lleva dos meses evitando a toda costa hablar de mi. Sale mi nombre en una conversación y se cabrea de mala manera, o directamente echa a correr a su cuarto. Esta boicoteando a la hermana para que le cambie el nombre a la muñeca y ahora dice que no le gustan los macarrones ni la tortilla de patata (de las pocas comidas que se comía como su estuviera posesa, para sorpresa de todos, porque la niña es de mal comer como ninguna).

El primer mes los padres alucinaban, porque la niña, cuando estaba yo, parecía que me quería (frase literal de la madre), y que se sorprendieron mucho con esta reacción al irme. Hasta que pasado un mes, un día antes de dormir, después de un día especialmente malo, le dijo a su madre cuando la arropaba "Y (yo) cuando va a venir a vernos? La echo de menos". Ahí vieron que lo que le pasaba  a la niña es que no sabia como afrontar todo el tema, porque realmente estaban muy preocupados con su comportamiento.
Y ahí seguimos, la niña sigue sin hablarme ni con intención de hacerlo. Aun así, me cuenta la madre que últimamente  cada vez que llamo o me llaman, ella no quiere hablar conmigo, pero que después siempre le dice "¿Y te ha preguntado por mi?". Por eso mismo hemos llegado a la conclusión de que esto solo es una etapa y es cuestión de tiempo que se le pase. Esperemos que sea pronto.

La mayor:

Esta esta feliz de la vida con mi marcha, según ella porque "tenerte solo de amiga y no de "vigilanta" es mucho mejor!", pero me echa de menos. Ahora que ya no tengo autoridad sobre ella (y ni ganas de tenerla, oye, que para algo ya no soy su au pair), paso completamente de corregir cosas que sinceramente, yo no veo mal, pero sus padres si, y que me cuenta. Me informa de que ahora, cuando esta sola los lunes por la tarde, se pone a ver películas (cosa prohibidisima durante la semana por sus padres). Y me llama a las 4 de la tarde para que le recuerde esa contraseña de los Sims para tener más dinero. Y me manda e-mails día si día no contándome sus aventuras amorosas con su querido "T", y sus peleas de enamorados. Como cotilleo os contare que por San Valentín le regalo una caja de bombones. Aun me estoy riendo. Y siempre termina sus llamadas con un "te odiooooooo (que entre ella y yo es un "te quiero") y te extrañoooo"; eso con acento argentino, y a mi me da la risa tonta, y ahí es cuando ella me dice: "y como no vengas en verano te mato!". Definitivamente, todo lo pasiva-agresiva que se puede ser en la adolescencia temprana.

Ella es la que me cuenta cosas que sus padres no me cuentan. Como que el primer mes la casa fue un despelote completo, que las niñas hacían lo que les daba la gana y que no había buen dios que las aguantara porque no les hacían ni caso a sus padres. Que han tenido que crear algo parecido a la tabla de pegatinas por portarse bien que yo tenia con las niñas, porque estaban desesperados. Que se volvieron locos para meter las niñas en la bañera algunos días  hasta que ella les contó que yo les contaba la historia de las "hadas del agua" (y que ellos lo intentaron pero que no les funcionó). Que han descubierto que no tiene nada ni de bonito ni de gracioso el echo de que las niñas griten como posesas. Y que ahora en casa les exigen comer sentadas porque eso era una jauría a cada comida. Pequeñas cosas que me sacaban una sonrisa de superioridad y de venganza, que se creían que sus hijas eran santas y ya ves, ahora se dan cuenta de que ni tanto ni tan poco.



Así que como veis, el balance es positivo pese a todo lo malo.
Y si, tranquilas: cuando os vayáis  los niños se van a acordar de vosotras. No os van a odiar (mucho más). Os echarán mucho de menos. Y por supuesto, los haréis muy felices si los llamáis, aunque no se quieran poner, serán felices de saber que vosotras también os acordáis de ellos.

domingo, 6 de enero de 2013

Queridos Reyes Magos

Hace mucho tiempo que no os escribía. Culpa mía, crecí y dejé de creer en vosotros. Pero este año de carreras en el parque, horas de jugar al escondite, de tomarme el zumo con pajita, de castillos de arena y de guerras de pistolas de agua, parece que esa niña que vive en mi ha vuelto. Y me he dicho: ¿Porque no escribir a esos viejos amigos? Seguro que después de tantos años me han echado de menos y quieren saber como me va.

Mis padres siempre decían que no os debía pedir muchas cosas, porque al ser magos, sabíais lo que me gustaba, y que ellos traerían regalos mucho mejores de los que yo pudiera imaginarme. Por esa razón, debíamos pedir solo tres o cuatro cositas para nosotros, después una cosa para los abuelos y para los primos, una para papa y para mama, y un lote de comida para los pobres.
A pesar de que en esas épocas os consideraba un poco crueles por traer tantas lentejas para los pobres, que bastante tenían con ser pobres como para tener que comer eso todos los días, este año me ha echo valorar gratamente un buen plato de lentejas con chorizo de mi madre. Así que esa carta se empezaba, previo recordatorio de mi madre, diciendo un "Queridos reyes magos, se que este año no me he portado muy bien pero...". Aquí añadías la lista de cosas que querías, y esa lista, claro esta, tenia que finalizar con un "Y algunas cosas más...", para que no os olvidarais que, a pesar de que yo solo había pedido 3 juguetes, si caían más, casi que mejor. Para terminar, teníamos que escribir un deseo para este nuevo año y prometer, sea como fuera que te hubieras portado ese año, que en este próximo te portarías mejor y chillarías menos.

Este año les haré caso y os escribiré una carta con todo este protocolo a seguir, pero por primera vez no voy a pedir juguetes. Cuando quiera un Nenuco ya iré a comprármelo. Os pediré algo más difícil. Pero como sois magos y eso hay que aprovecharlo... Imagino que si podías espiarme 365 días al año (366 en los bisiestos), saber cada una de las cosas que había echo mal, aterrizar con unos camellos en un patio interior y comer toda las galletas que os dejaban todos los niños sin explotar... Digo yo que esto para vosotros será pan comido.

Dicho esto...

Queridos Reyes Magos;

Se que este año no me he portado muy bien: quizá no he bailado suficientes veces el baile de Boca Negra el Pirata, o no he puesto mucho entusiasmo al dramatizar a Barbie en la guardería, o incluso me atreveré a decir que podría haber leído más veces el cuento de la Ardilla miedosa... Pero a pesar de eso, voy a ser un poco jeta y os voy a pedir unas cuantas cosas.

Empecemos:

Para mi niña pequeña, que por mucho que crezca sera siempre pequeña para mi, quiero que le traigáis millones de pedorretas, pero no de las normales, solo de las que a ella le gustan. También quiero que le traigáis cosas rosas. Da igual cuales. Y que traigan "maripozaz", eso es fundamental. Y si sois generosos, ella nunca rechazará una buena chuchería.


Para mi niña mayor, esa preadolescente porculera a la que tanto quiero, traerle mucho amor de su querido "T", y que cuando le rompan el corazón por primera vez, que no le duela mucho. Que consiga ser fuerte y que logre todo lo que se proponga, ahora y siempre. 


Para mi niña mediana, que no por ser la última aquí es la menos importante, traerle mucha, pero que mucha valentía. Que algún día consiga estudiar "Como ser Pirata" en la universidad, como ella quiere, y que nadie en esta vida le quite la ilusión de ser futbolista e ir a la Luna a hacer muñecos de nieve. Y que sobretodo, nadie le quite nunca esa inocencia.


Para mis padres alemanes, traerles cajas y cajas del don de la paciencia, que allí en Alemania, y mira que las he buscado, parece ser que no las venden. Así que traer muchas, para que no se les terminen en los próximos... que te digo yo, 20 años, año arriba año abajo. Que se lo sigan tomando todo con humor, incluso las cosas malas (y las aún peores). Y que consigan educar tan maravillosamente como ahora a esas hijas tan fantásticas que tienen.


A mi tonto particular, no hay cosa que le haga más feliz que una pelota de tenis. Si conseguís una que le dure más de media hora en la boca y que regrese sola cuando la abandone por el parque, le haréis feliz de por vida.


A mis padres, que a pesar de no quererme tener lejos, me sigan animando a hacer estas locuras y a empezar aventuras de las cuales solo Dios sabe como terminaran. Que me animen a hacer lo que me gusta sin escuchar lo que digan los demás, y que sigan haciéndome creer que todo es posible. Y eso, os lo pido por favor, traerlo en una cajita pequeña, que llevo oyendo a mi madre quejarse de la de trastos que he traído de Alemania y que no sabe donde meterlo todo desde el día que aterricé en el aeropuerto.


A mi hermano, tráele felicidad, porque lo demás ya lo consigue el solito luchando y peleando día a día. Y bueno... caramelos. Muchos. 


A mis amigos, solo quiero que le traigas fuerzas para que me aguanten a su lado muchos años más. Y que por mucho que me vaya lejos, sigan siendo tan pesados y continúen acosando a llamadas, e-mails y whatsapps.


A mi perrita, darle todo lo que ella desee, y que siga teniendo esa vitalidad, alegría y memoria el resto de su vida perruna. Y que, como esta vez, me siga recibiendo como si nada hubiera cambiado después de 6 meses sin saber de mi. 


Y ahora si, voy a pedir para mi. Yo, este año, solo quiero que me traigáis una caja, para meter todos mis recuerdos de este año. Esos besos con sabor a chocolate, el olor a ceras los días de invierno, el frío en la cara, los nuevos amigos, los que no son nuevos, esos momentos de reírme hasta llorar, de ir a todos sitios pero no llegar a ninguna parte... Bueno, mejor traerme dos cajas, que no voy a tener espacio en una si también quiero meter todas las sonrisas y las risas a carcajadas. Y os pido por favor, que hagáis que mis niñas se acuerden de mi por mucho tiempo. 


Y algunas cosas más (no diré que no a un Ferrari, o a una mansión en los Alpes).

Para este nuevo año, solo deseo una cosa, y es muy pero que muy muy simple: quiero que sea igual de feliz que el año que dejamos. Os lo pido, así como diría mi abuela, "porfitas". 


Creo que con esto ya he terminado. Prometo portarme mejor el año que viene y no chillar tanto (solo un poquito... cada día) si me traéis lo que os he pedido.


Muchos besos para vosotros y darles recuerdos a los camellos, recordarles que yo era la que me pase 9 años poniéndoles pan seco y cubos de agua en el patio.


PD: y traerles carbón a todos estos que he nombrado arriba. Ya sabéis, de ese de azúcar que me traíais siempre y que estaba tan rico.


domingo, 23 de diciembre de 2012

Cosas que pasan en las despedidas (parte 2)

Con los niños pequeños, es complicado explicarles que te vas. Y que no vas a volver a vivir en casa. Ellos viven en un mundo muy pequeño, que consta de su casa, la guardería, padres, amigos, familiares... y tu. Y no lo pueden entender. Es algo así como "¿Llevas aquí la mitad de mi vida y ahora te vas sin más?". Es duro y es un gran cambio para ellos.

Con mi niña pequeña, que cuando llegue hacia la friolera de 5 días que había cumplido los 2 añitos, y ahora al irme estaba a punto de cumplir los 3, he estado casi toda su vida con ella, 6 horas al día de lunes a viernes (sin contar comidas, cenas, lectura de cuentos nocturnos y vida diaria en general). Para ella, el cuarto de arriba es mi cuarto (¿de quien va a ser si no?), así como el sitio de la mesa para comer, o las cosas que yo hacia con ella. Por esa razón, fue complicado explicarle todo esto. Y me consta que a día de hoy aún pregunta por mi o sube por la tarde arriba para avisarme a cenar. Os voy a poner la conversación que tuve con ella (y que creo que no voy a olvidar nunca, por que no decirlo). Esta surgió espontánea unos 10 días antes de que yo me fuera. Pensar que a pesar de que yo lleve diciéndole a las niñas que me voy a ir en un tiempo desde el primer día, ella es muy pequeña para entenderlo.

No es que la niña se exprese tan divinamente, pero os lo escribo bien para que lo entendáis:

(...)

ELLA: ¿donde vas?
YO: A mi casa.
ELLA: Pero entonces no te vas porque eso esta arriba.
YO: No, me voy a mi casa de Barcelona.
ELLA: Ich komme mit (esta la pongo en alemán porque le salio del alma a la criaturita. Quiere decir un: "yo voy también", o al menos esa es la esencia)
YO: Pero tu no puedes venir.
ELLA: ¿porque?
YO: porque tengo que irme con mi mamá y mi papá, porque ya me echan mucho de menos, y tu tienes que quedarte aquí con tu papá y tu mamá, porque sino te echaran de menos a ti.
ELLA: pero estás aquí para comer después.
YO: no cariño, me voy en unos días y volveré en verano, cuando haga muuucho calor y podamos ir a la piscina.
ELLA: pero duermes arriba.
YO: no bicho, dormiré en Barcelona, en mi otra cama.
ELLA: y cuando te vas?
YO: después de que vayas con la Taggesmutter al bosque y desayunemos (al ser tan peques no entienden el paso del tiempo y las distancias, y les mides estas cosas comparándolas con otras que ya conocen, en plan "como de aquí a la panadería", etc.)

Pausa en la que se quedo pensando y con cara seria...

ELLA: yo no quiero que te vayas a Barcelona.
YO: ya, pero me tengo que ir con mis papás.

La bicha se quedo aquí meditando, porque esa última frase es la que les dice la Taggesmutter (la de la guardería) cuando los vamos a buscar y no se quieren ir. Y para demostrarme lo pequeñaja que es y lo pequeñito que es su mundo, y para que me echara a llorar yo cual tonta, me pone morretes, cara de pena y me suelta un tierno...

Y cuando vienen tus papás a buscarte?

Porque chicas, las despedidas con los niños son duras, y más cuando le tienes que explicar que te vas, y ellos en su pequeño mundo no lo pueden entender. Queramos o no, somos parte de lo que es su vida, y los dejamos, en cierto modo, un poco huérfanos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cosas que pasan en las despedidas (parte 1)

Aqui las tres Marias.
Ya desde Barcelona, puedo pensar en frío. Porque las despedidas, si las piensas antes, deprimen. Y las despedidas deberían ser felices, porque no tienen que ser un final.
Todo depende de quien te despides; con las dos chicas con las que me he juntado estos últimos meses, por ejemplo, se que las veré de nuevo. Un anillo olvidado que tengo que devolver lo atestigua.
Y sobretodo la despedida. Eso fue, claramente, un punto y seguido. Porque las quiero volver a ver, hablar con ellas y reírme de las cosas más absurdas otra vez.

Nuestra despedida, en concreto, terminó así:

- Chicas, faltan solo 2 minutos para que venga mi bus. ¿De que podemos hablar en nuestros últimos minutos juntas?
- ........................................... Os habéis fijado lo baratos que son los DVD de temporadas completas de series aquí en Alemania? Me he comprado esta por 9´99 y en España me valía casi 45 euros!

Y es por cosas como esta que las quiero tanto. Las docenas de currywurst que me he comido con ellas y los cientos de kilómetros (sin exagerar) que hemos recorrido juntas lo atestiguan.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Un final es el principio de algo nuevo


Todo tiene un fin, y el de mi aventura en Alemania es mañana.

La verdad es que me prometí a mi misma hacer una entrada del fin de mi aventura, pero es difícil.
La teoría es simple; Tu te vas de tu zona de seguridad: lejos de tu ciudad, de tu familia y amigos. Y llegas llena de miedo y casi entrando en pánico, a otra ciudad desconocida, donde hace frío y la gente habla otro idioma, el cual, en mi caso, no sabes ni una palabra más allá del hola y adiós.
¿Que triste y deprimente suena todo esto no? Pues no lo es. Si todo sale bien, llegar a convertir ese lugar, su gente y sus costumbres en tu casa, puede ser una de las mejores cosas que has echo en la vida.

Un año después, el frío no es mas que una excusa que te inventas, porque realmente apenas lo notas. Ahora entiendes casi siempre ese idioma de Satanás y eres capaz de hablar malamente. Y tus amigos...? Aquí ahora tienes montones de amigos. Y gente que se han convertido en más que amigos, personas que sabes que serán parte de tu vida para siempre, y es que conocerte lejos de todo, te hace vivir cosas y juntarte con gente con la que nunca hubieras imaginado, y que ahora agradeces que se haya cruzado en tu camino. Y esa ciudad desconocida ahora es tu casa. Te la conoces como la palma de tu mano, y te encanta. Sabes que volverás algún día, veras ese banco, que para el resto del mundo es un banco como otro cualquiera, pero a ti se te quedará una sonrisa en la cara solo de recordar todos los buenos momentos que pasaste ahí. Porque otra cosa que es cierta, es que al final, lo único que importa y de lo único que te acuerdas son los buenos momentos.

Pero solo a la hora de irte, es cuando te das cuenta de lo mucho que has ganado y de lo mucho que vas a perder al terminar con esto. Porque al fin y al cabo, esta experiencia no es más que un tiempo prestado que tiene un inicio y un final.

También hay que decir que este final comporta una mezcla de sentimientos difícil de explicar y de sobrellevar. Por un lado, sabes que ha llegado el momento de irte, de terminar esta aventura para poder dar paso a otras. Y tienes ganas de volver a casa con tu familia, con tus amigos, en tu ciudad. Reanudar esa vida que has dejado pausada en otro lugar. Pero por el otro lado, has de abandonar a tus amigos y a la que ya se ha convertido en tu ciudad y tu casa. Y es duro. Mucho más duro que cuando te vas de tu casa para empezar esta aventura, ya que entonces sabes que te vas, pero que volverás y todo seguirá siendo lo mismo. Pero en este caso no. Sabes que te vas para siempre, y que si vuelves, todo habrá cambiado. Es despedirte para siempre, y llevar todos los recuerdos en la memoria, porque no volverán para repetirse.

Y a pesar de todo, a pesar de lo duro que es irte... Ha sido uno de los mejores años de mi vida. He crecido mucho como persona, he madurado y me he descubierto a mi misma. Ahora conozco mis limites y mis limitaciones, así como todas las cosas buenas que tengo. Y repetiré esta experiencia, en otro lugar, con otra gente, en otra ciudad desconocida. Y la convertiré otra vez en mi gente y en mi ciudad.

Así que si me permitís un consejo, aprovechar todos y cada uno de los días de este tiempo como au pair, porque cuando todo termina, es lo más bonito que os vais a llevar.

Muchas gracias a las que habéis seguido esta aventura, a las que me han ayudado, y por supuesto a las que he conocido gracias a esto, que son las únicas que saben que detrás de este blog, hay una persona de lo mas normalucha y simple, y aun así ahí siguen a mi lado.

Y como dice la canción: "Por si acaso el fracaso no nos deja volver, no olvidemos la aventura del ayer..."



sábado, 8 de diciembre de 2012

Cosas que echaré de menos

Alemania es un país... Extrañito. Si lo comparamos con las tierras cálidas claro. Y a veces no sabes si es que tu eres un bicho raro o es que esta gente hace cosas que, bajo ningún concepto, se les puede poner la etiqueta de "normales". De todos modos, tienen buenos inventos. Y cosas buenas, a las que una se acostumbra rápido (como a todo lo bueno). Y esas son las cosas que echaré de menos cuando, de aquí 8 días  vuelva a Barcelona. Y ya no solo cosas de Alemania, sino cosas de Bonn, mi ciudad. Nunca pensé que una ciudad pequeña como esta, que aparentemente no tiene nada, iba a tener tantas cosas.

He dividido esto en varios apartados, que no podemos mezclar churras con merinas. Os dejo con mi lista ( y os invito a las demás blogueras que hagáis una de vuestra experiencia)...

- Cosas alemanas:

La currywurst

Esta es una de las maravillas gastronómicas de la Alemania moderna. Quien os diga que ha vivido por estas tierras un mínimo de 2 semanas y no la conozca... sospechar. Consiste en una salchicha, usease, una "Wurst", con una salsa que no se de que es, y a eso le echan curry por encima, como se aprecia en la foto. La venden en todos los rincones, en casetas como las de creps o las de churros en España. Y oye, una delicia. Si venís de au pair a estas tierras, vais a comerlas hasta la saciedad. Tiene sus variantes, con patatas fritas, un panecillo... es todo un mundo nuevo a descubrir. 


Los libros de leselernen

Estos van a ser vuestro mejores aliados para pillar vocabulario en Alemán. Son libros para niños que aprenden a leer. Este que veis aquí es uno de los muchos que me he comprado. Los de "Lesemaus" en concreto, son geniales. Hay niveles. El primero, como veis en la foto, es de esos que los nombres más comunes en cada historieta, en vez de escribirlos, te ponen un dibujo. Cosa muy bien pensada, porque las 20 veces que sale esa palabra en cada historieta, y las 20 veces que tienes que ir al indice trasero a buscar el dichoso dibujito a ver que es lo que es, esa palabra queda en tu memoria para los restos de los restos. Para mi sorpresa cuando los descubrí, son lo más barato echo en este mundo. Teniendo en cuenta que aquí, en Alemania, los libros van tirados de precio, estos más aún. Un libro con 5 historias, con sus correspondientes ejercicios finales de cada historia, con encuadernación de tapas duras duras, con hojas gordas, a color todos los dibujos... 5 euros. Los más caros. 
Si, esa misma cara se me quedó a mi.

El DM

Esta tienda es el sueño de cada una de nosotras. Hay todo, pero todo todo todo lo que una pueda desear. Es como una droguería, pero con mil cosas más: comida bio, ropa interior, cosas del pelo, fotografía,  adornos, velitas... Un sueño echo realidad. No sabéis la de horas que me he pasado en esta tienda.
Quiero que exporten el DM a España, con sus precios y su variedad. Yo rezaré al Dios del vino para que eso se cumpla. Porque chicas, bendita sea la calidad-precio de la marca Balea, que seria así como el Hacendado en Mercadona. 

Los Brötchen


De entre las mil variedades de pan que podéis encontrar en Alemania, esta es la más demandada y la que encontrareis en cualquier panadería, por más remota y perdida que esté. Este es el Brötchen, lo que viene siendo el panecillo común. Al principio lo odiaréis. Profundamente. Después empezareis a convivir, y al final no podrás vivir sin ellos. Lo prometo.

Los DVDs a 9'95

Y es que aquí en Alemania estas cosas valen dos duros. Me he comprado temporadas enteras de series del nivel de How I meet you mother o Anatomía de Grey a 9 euros la temporada. Y no es que estén de rebajas, es que eso te valen. No me extraña que aquí este tan censurada la piratería, si al fin y al cabo, por lo que cuesta... Y esto va extendido a películas, música, libros... Esta es una de esas cosas que podrían hacer en las tierras cálidas, en vez de tanta ley Sinde... 

Los parques escondidos

En estas tierras no es como en España, que cuando hay un parque cerca, lo ves venir. Aquí los esconden. Puedes estar paseando, meterte en el callejón más roñoso que encuentres y tachaaaaaaan, que te aparezca de la nada un parque precioso, y enorme. Y si, esa es la única y exclusiva entrada al parque. Cosas de alemanes, desde luego...

El Schöneswochenendetiket

Aquí el transporte es carísimo. Una verdadera ruina. Y es por eso que inventan ofertas de un día, de fin de semana, etc. Este en concreto, el Schöneswochenendetiket, es el mejor de los inventos que tienen. Y el que más vais a usar vosotras. Consiste en un billete con el cual, que por 40 euros viajan 5 personas máximo por toda Alemania durante un día del fin de semana, con todos los transportes menos el ICE y el IC. El billete es valido, por ejemplo, a las 00:00 del sábado y termina a las 3:00 del domingo. Un verdadero chollo y una manera barata de descubrir rincones de Alemania.




- Lugares:
Rheinahue

Este es un parque enorme, y cuando digo enorme, lo digo a la alemana: 160 hectáreas, 35 de las cuales son las orillas del río Rin. En fin, no pondré fotos siquiera, porque hay tantos sitios que descubrir, que simplemente, tenéis que ir y descubrir el vuestro. 

La librería Bouvier

Es una especie de sucursal o aliada de Thalia, una super librería tipo Fnac. Esta en concreto, la de Bonn, es mi lugar. He pasado horas y horas ahí dentro. Ahora hagamos todos un minuto de silencio, porque la cerrarán este febrero. Suerte que no estaré para verlo.

El Rhein (también llamado Rin)

Antes de venir a Bonn, era ver el Ebro y pensar: "Jolín con el río ..". Si, lo veía grande. Y, sin quererlo ni beberlo, fui a parar a la ciudad que justamente, esta partida por el río más grande de Europa. Así, con dos. Que aun me acuerdo cuando me informé sobre Bonn antes de venir, y vi que decía que tenia "comercio marítimo . Yo miré un mapa, lo vi ahí, bien metido en el interior... Y me extrañé. Hasta que vi este río. Madre mía, si por aquí pueden pasar hasta cruceros de los gordos. 
Y también hay que decirlo, no cambio mis mil paseos por sus orillas por nada del mundo.

Los campos de la universidad


Aquí seré breve. Enserio, si visitáis Bonn, dejaros de tonterías de Casas de Beethoven y cosas así y iros directamente a pasear por los campos de la universidad. Cuando termine el día, me lo agradeceréis.

El café de Bad Godesberg

Siempre había soñado en poder plantarme en un bar, mirar al camarero y que este, sin más, sepa ya lo que voy a pedir. Es triste de decir, pero este sueño lo he logrado aquí en Alemania. En la cafetería donde íbamos siempre a tomar un café los de mi curso de alemán cada día, cuando terminábamos la clase.

La pizzeria de los turcos

Pizzas margarita de chuparse los dedos y de un tamaño más que considerable, a 3 euros. La atención buenísima  la gente que trabaja ahí son la cosa más amable y buena del mundo. Echaré de menos las miles de  veces que he comido ahí. Y las pizzas margarita a las 3 de la madrugada, o a las 7 de la mañana...

La "currywursteria" de la Markplatz


Después de tantas cenas, comidas y meriendas echas al calor de una currywurst en la Markplats, tenia que nombrar este sitio. Ahí venden las mejores Currywurst, con todas sus variantes, de todo Bonn. Por esa razón, si algún día venís a Bonn, acordaros de mi y ir a la Markplatz, compararos una currywurst en un chiringuito mitad rojo mitad blanco que encontrareis ahí, sentaros en la repisa de la tienda de zapatos que hay justo a su izquierda, y comeros esa currywurst a mi salud.

Y para terminar...
- Personas:
- Mis niñas.
- Mis amigos, que ellos ya saben quien son, para que ponerme a nombrar gente...
- A mi peludete de cuatro patas, ya sabéis, este.
- A mis compis de curso y a Frau Görner, que no podría haber tenido una mejor forma de aprender Alemán, que con ellos.

jueves, 27 de septiembre de 2012

This is the end. My only friend, the end.

El fin esta cerca. Ya tengo billete de vuelta a mi tierra. El domingo 16 de Diciembre, por la tarde.
Reconozco que hace una semana y media que tengo esta primera frase escrita y me hice la sueca unos días más, por pereza, y porque aún no quiero entrar en la fase de "esto termina", aunque así sea.

Primero diré que me ha sorprendido gratamente el "éxito" del blog. Cada entrada tiene más de 200 visitas, el récord se la lleva una que tiene 320. Y yo que pensaba que no me leería ni la vecina del tercero...
Y para más inri, parece que la gente lo sigue con devoción bloguera. A algunas os hablo también por foros o por facebook, y aún me sorprende cuando me dicen: "¿Para cuando una nueva entrada? Que hace 8 días que actualizaste por ultima vez, ya va siendo hora.". Mucha gente pensaría que pienso eso de "menuda cansina por Dios". Y la realidad es que lo que se me pasa por al cabeza es un "Ha contado los días que hace que no actualizo... " Y se me queda una cara parecida a esta, frase incluida:


Después veo el mapa localizador de visitas del blog, y me sorprendo al ver que tengo visitas de toda américa latina, de toda la costa de USA, de más media Europa, las Canarias, de algún lugar de Australia e incluso de algún rincón perdido de los Emiratos Árabes. Me pregunto yo que diablos puso en Google esa persona para terminar en mi blog. 

Estos ultimas semanas, la gente que me lee sabe que esta finalizando esta aventura en Alemania. Y todas esperáis con creces a ver como termina esto, como si fuera el ultimo capitulo de Los Serrano. Me han preguntado si podré una foto mía en mi última entrada, que si diré mi nombre, que si diré donde vivo, que si publicare mi correo o mi facebook... 
Y yo, que ando alucinando con todo esto, os lo prometo... publicaré todo eso en mi ultima entrada. Pero hay un problema. Problemilla según se mire. Y es que mi blog no terminará ahora. ¿sorprendidas? No lo creo.

Me quedan muuuchas cosas que contar. Y además, quiero escribir sobre el regreso (nadie lo hace!). Y os diré un secreto... Mi experiencia au pair no acaba aquí: tengo otro destino en mente, que está un poco más lejos y cruzando un "pequeño" charco. No será ni ahora, ni en tres semanas, ni en seis meses, pero llegará. Y eso también os lo tendré que contar. 

También debo decir que este blog me ha llevado a conocer mucha gente maravillosa más allá de la pantalla (vamos, en carne y hueso), cosa que agradezco muchísimo. 

Ahora que ya ha quedado claro que esto no se acaba aquí, que aun quedan muchas cosas que contar y que tendréis que aguantarme todavía unos meses más, me vuelvo al principio. Ya tengo billete de vuelta. 

Estoy escribiendo otra entrada sobre que ocurre cuando ya tienes fecha de vuelta. Es una mezcla de sentimientos muy rara, con lo cual quiero contar eso con más calma.

Así que nada más por hoy. Solo quería deciros que ha empezado el principio del fin de mi primera (yo se que no sera la ultima) aventura en Alemania. Y quería daros las gracias a todas y cada una de esas más de 10790 personas que se han pasado por aquí y me han dado ánimos, a esas que se han animado a ser au pairs después de leer este blog, y al contrario, a las que han decidido no ir precisamente por leerlo, y aun así han seguido pasándose por aquí, a esas a las que el blog las ha ayudado en algo o simplemente a las que se pasean por este blog por leer algo ligero que ojala les haya sacado una sonrisa.