Ejem... Hola.
Soy lo peor, lo sé, he dejado esto bastante de lado últimamente. En mi defensa, diré que tengo muchas excusas y muy buenas.
Antes que nada, a toda la gente que me pregunta continuamente si ya me he ido a USA, si me voy a ir al final, si me va bien... En definitiva, que os dejé con al intriga, así que antes de escribir nada más, os cuento un poco sobre este tema:
- Si, me voy a ir a USA.
- No, no se que día exacto, pero será en verano, en agosto.
- Si, no me voy antes por distintos temas, principalmente por el trabajo y la universidad.
- No, todavía no tengo familia, pero ya estoy metida hasta la nuca con una agencia.
- Si, os contaré cuando haya novedades.
- No, no os voy a contar como he hecho el papeleo, ni los tramites de la agencia, ni nada parecido: mucha gente ya ha escrito sobre eso, y no me parece necesario a estas alturas. Os iré contando como me va la cosa, pero no creo que me extienda lo suficiente como para hacer entradas en el blog, así que lo haré en Facebook (tenéis un botoncito en la columna de la derecha, para darle a me gusta si queréis estar enteradas de todo).
- Si, os presentaré a mi familia cuando la tenga, pero...
- ... no, no os voy a contar el proceso de selección de la familia. Simple y llanamente, me da pereza. Os iré contando por Facebook.
Dicho todo esto, gracias a todas y todos los que me han ido preguntando todo este tiempo que como me iba la cosa. Sois un gran apoyo.
Ahora, a lo que venia.
Hace unas semanas publiqué esto en Facebook:
Estoy INDIGNADA. Me han llegado mensajes con los que he alucinado, que no os copiaré aquí porque no quiero ese tipo de mierda ensuciando mi blog.
Trabajo con niños y hablo mucho con ellos, y me sentí muy muy mal por esa niña por varios motivos, el principal, es que es una lástima que esa niña no sepa que puede tener NOVIA.
Todo esa situación me hizo pensar mucho, porque al fin y al cabo, que esto sea así es culpa nuestra, de los adultos. Somos nosotros los que metemos a los niños, desde que nacen, en un armario, y después les decimos (hablo obviamente, de la gente civilizada, no de los despojos sociales) que no pasa nada si salen de él.
Y digo yo, ¿no seria más fácil no meter a los niños en ese armario?
Con los adolescentes, hace tiempo que hago esto, que quito todo armario de su vocabulario. Cuando me preguntan si tengo novio (lo preguntan siempre, los muy cansinos) les respondo un alto y claro ¿Y si tengo novia?. Aquí hay tres posibilidades de respuesta:
a) Que se queden muertos y no te pregunten más
b) Que te pregunten "¿eres lesbiana?"
c) Que te pregunten "¿tienes novia?".
En el primer caso, los dejo en paz, tarde o temprano vienen y te hacen la pregunta B o C. En el segundo caso, les digo que "quizá si, quizá no, quien sabe". En el tercer caso, les respondo "Y si tengo novio?".
Con todo esto busco que los niños no den por sentado la sexualidad de nadie. Y oye, lo consigo, porque al final te preguntan un buen "¿tienes novio o novia?". O bien, "¿Tienes pareja?". También es verdad, que consigues tener una charla con ellos sobre la libertad de orientación sexual y de que deberían hablar en neutro (cambiar novio por "novio o novia", "pareja"), porque nunca saben si pueden hacerle daño a alguien, o obligar a alguien a ocultar su sexualidad si no está preparado para decirlo en alto. En cualquier caso, respetar a la persona.
Pero claro, esto lo hacía con adolescentes. Y el problema está con los niños. Cuando les decimos que si tienen un novio, nos parece muy graciosa la reacción de los niños, pero ya les estamos inculcando cosas que, a la larga, quizá hacen que su vida pase por una etapa bastante oscura. Y será todo por nuestra culpa. Así que como tengo la suerte de trabajar en un sitio donde se promueve la igualdad en todos los aspectos (racial, de orientación sexual, y de género), lo hablé con mis compañeros y ahora hacemos lo mismo con los niños, sean de la edad que sean.
Muchos padres no hablan de homosexualidad con sus hijos porque creen que son demasiado pequeños para "exponerlos" a todo esto. Esta actitud me parece simplemente vergonzosa, porque cuando ese hijo suyo se encuentre a un niño en clase que tenga dos mamás, ¿Que hará? No lo entenderá, y no es responsabilidad de ese niño explicarle a otro porqué tiene dos mamás, sino que es culpa de los padres, que nunca le han enseñado que eso es algo normal y posible. Suelen ser los mismos que cuando ven que su hijo se ha puesto un tutú, dicen algo parecido a "Mira, se ha vestido de NIÑA". No, no se ha vestido de niña, se ha vestido de niño con un tutú. PUNTO.
La homofobia se cura desde la cuna. Los estereotipos de género también. Nunca es demasiado pronto para enseñarle a tu hijo que es normal y que no, porque nunca sabes si ese hijo tuyo al cual no quieres exponer a nada porque pobrecito, es muy pequeño para eso, el día de mañana pasara los peores años de su vida ocultando su homosexualidad porque no sabe si tu lo vas a seguir queriendo o no.
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jueves, 19 de enero de 2017
domingo, 7 de junio de 2015
Verdades muy incómodas sobre los comedores escolares
Me encanta trabajar con niños: llevo haciéndolo desde los 16 años y espero seguir en un futuro, tanto a corto como a largo plazo. Ahora mismo me centro en aspectos del tiempo libre: campamentos, "colonias" tanto de verano como escolares (se que en el resto de España a las colonias se los llama campamentos; en Catalunya, los campamentos son en tienda de campaña en el monte y las colonias son en una casa, complejo o espacio cerrado, y son también las "convivencias" del colegio), actividades extraescolares, casales de verano, y finalmente... en comedores escolares.
He de decir que AMO con todo mi corazón ser monitora en las colonias de verano (10-15 días). Este ultimo año he estado en las que organiza la Generalitat y han sido épicas. Así de simple. Casi las disfruto yo más que los niños.
En el lado contario, están los comedores. No es que no me guste estar con los niños durante la comida, es que no me gusta el funcionamiento, ni la metodología, ni el trato.
En los últimos dos años he estado haciendo suplencias en comedores escolares, y he estado fija en uno de ellos. Echando cuentas, he estado en 12 colegios distintos por periodos más largos de dos semanas: 4 públicos, 2 privados y 6 concertados (religiosos, vaya), y en otros tantos en periodos más cortos. Quien me diga que no se de lo que hablo es que necesita una buena dosis de realidad.
Por eso mismo, os voy a contar las cosas que normalmente no se saben de los comedores escolares, y que personalmente no me gustan.
La comida
Esto es lo primero y por supuesto lo más importante. ¿No están para esto los comedores escolares? Los monitores, al menos aquí en Catalunya, en casi todas las empresas, comemos la misma comida que a los niños antes o después de trabajar, con lo que por suerte o por desgracia, sabemos qué es lo que se come en estos sitios.
Padres, en este aspecto podéis estar tranquilos: digan lo que digan vuestros hijos, la comida de los comedores normalmente y en su mayoría esta BUENA. Tanto en variedad como en sabor. Eso si, hay varios fallos...
Las comidas con huevo
Imagino que sabéis que esta prohibido el uso de huevo natural, y para cocinar se usan una especie de batidos extraños que imitan el huevo. Eso, cocinado, queda como una mousse seca con patatas/verduras o lo que sea que lleve la supuesta tortilla. Además, en la mayoría de colegios eso no lo pueden cocinar al momento y lo recalientan, con lo que si ya en un principio la textura es HORRIBLE, al estar calentada pasa de ser malo a incomestible.
El segundo plato
Los niños pequeños o los niños que comen lento, el segundo plato se lo comen frío casi siempre. Tanto si comen en bandejas como si comen en platos, el segundo plato se sirve con el primero:
- Si comen en bandejas, a los niños se les sirve la comida recién sacada de unas bases que la mantienen caliente, pero se sirve a la vez el primer plato y el segundo. Depende lo que tarden en comer ese primer plato, el segundo ya está frío.
- Si comen en platos, el segundo plato se sirve cuando se están comiendo el primero, y se ha retirado de las bases calientes varios minutos antes, así que cuando les llega, si han tardado en comerse el primero, también está frío.
Por lo tanto, si el segundo plato es carne, eso tiene muchas posibilidades de parecerse a una suela de zapato. De todos modos, aunque la textura siga siendo buena, la mayoría de platos, comidos en frío, no valen nada, tanto en un comedor como en casa. ¿O tu te comerías un arroz a la cubana después de estar 40 minutos en la mesa sin meterlo al microondas?
El postre
Este suele ser siempre fruta o yogur. Yogur una vez a la semana, fruta los otros 4. A priori esto no está mal pero... En invierno, la fruta simplemente no es buena. O es de cámara, o es repetitiva. Comer 3 manzanas a la semana cansa. Comer naranja si no te gusta, cansa. Y comer melón en diciembre... pues es como comer corcho.
La ley de los 2/3 del plato
Digan lo que digan en el colegio de respetar los ritmos de los niños, de no forzarlos a comer... La normativa para el monitor en muchos colegios es que el plato no se retira si no ha comido 2/3 de la comida. Que cada uno saque sus conclusiones, pero a pesar de lo dicho, muchas veces terminamos "obligando" a comer a los niños. De buenas formas, pero obligandolos. Y si ni por estas quiere comer, el niño tiene dos opciones: o comerse la comida... o pasarse las 2 horas y media del tiempo de comer sentado en su silla mirando el plato.
Muchas veces, como monitor no te queda otra opción que hacerte el sueco cuando ves a un niño guardarse comida en los bolsillos o salir en modo hamster del comedor, sabiendo que o es eso o tenerlo sentado rumiando un trozo de carne hasta las 3.
Las leyes que me parecen, simplemente, crueles.
Estas son las que intentas por todos los modos no hacer, pero la norma es la norma y no siempre se puede evitar. Personalmente, no me gustan nada de nada. Que no se han a malas ni gritando, sino con cariño y hablándoles bien, pero no son normas amables. Las peores que he visto yo son estas:
Niños pequeños que se duermen encima del plato (a propósito porque no les gusta la comida, o porque realmente están muy cansados).
En esta situación, la mayoría de veces se le habla al niño para que se despierte y cuando esta sereno, se le quita la silla al niño para que siga comiendo sin dormirse, comiendo de pie hasta que esté despejado de nuevo.
No dar agua a los niños
En muchos colegios hay la normativa de que no se puede servir agua hasta el segundo plato, supuestamente, para que no se hinchen de agua en vez de comer. En otros colegios, cuando tocan platos líquidos, no se sirve agua hasta que no se los terminan. En otros, no se sirve agua una vez están comiendo postre... En cualquier caso, son pocos los colegios donde el agua este presente toda la comida de principio a fin.
Usar el pan como embudo
En algunos sitios, con los niños más pequeños, se utiliza el pan para hacerles comer la comida que no les gusta, de modo que usando el pan a modo de cuchara todo termine en la boca.
No poder ir al baño mientras se come
Imaginad comer sopa mientras os estáis meando. ¿Hace falta añadir algo más? Muchas empresas ponen esta norma para que los niños no vayan al baño a tirar comida (cosa que ya es indicativo de lo mucho que confían en el sabor de algunos platos que sirven). Normalmente esta norma va de la mano con la del agua: si no beben, no se mean.
En resumen... que ni todo es malo ni todo es bueno, os digan lo que os digan en el colegio. Que ni las empresas que te venden la super comida ecológica son mejores, ni las que te venden metodologías innovadoras las cumplen y hacen la comida más agradable. Para la mayoría de niños, esos que comen más o menos bien y que tienen pocas manías, el comedor es un sitio agradable. Después están los que no comen bien, o que les gustan muy pocas cosas, o los que sus padres los llevan a comer al colegio porque en casa "no comen" (os sorprenderíais de la cantidad de gente que hace esto). Estos, muy a mi pesar, tengo que decir que el comedor escolar no siempre representa una buena experiencia.
He de decir que AMO con todo mi corazón ser monitora en las colonias de verano (10-15 días). Este ultimo año he estado en las que organiza la Generalitat y han sido épicas. Así de simple. Casi las disfruto yo más que los niños.
En el lado contario, están los comedores. No es que no me guste estar con los niños durante la comida, es que no me gusta el funcionamiento, ni la metodología, ni el trato.
En los últimos dos años he estado haciendo suplencias en comedores escolares, y he estado fija en uno de ellos. Echando cuentas, he estado en 12 colegios distintos por periodos más largos de dos semanas: 4 públicos, 2 privados y 6 concertados (religiosos, vaya), y en otros tantos en periodos más cortos. Quien me diga que no se de lo que hablo es que necesita una buena dosis de realidad.
Por eso mismo, os voy a contar las cosas que normalmente no se saben de los comedores escolares, y que personalmente no me gustan.
La comida
Esto es lo primero y por supuesto lo más importante. ¿No están para esto los comedores escolares? Los monitores, al menos aquí en Catalunya, en casi todas las empresas, comemos la misma comida que a los niños antes o después de trabajar, con lo que por suerte o por desgracia, sabemos qué es lo que se come en estos sitios.
Padres, en este aspecto podéis estar tranquilos: digan lo que digan vuestros hijos, la comida de los comedores normalmente y en su mayoría esta BUENA. Tanto en variedad como en sabor. Eso si, hay varios fallos...
Las comidas con huevo
Imagino que sabéis que esta prohibido el uso de huevo natural, y para cocinar se usan una especie de batidos extraños que imitan el huevo. Eso, cocinado, queda como una mousse seca con patatas/verduras o lo que sea que lleve la supuesta tortilla. Además, en la mayoría de colegios eso no lo pueden cocinar al momento y lo recalientan, con lo que si ya en un principio la textura es HORRIBLE, al estar calentada pasa de ser malo a incomestible.
El segundo plato
Los niños pequeños o los niños que comen lento, el segundo plato se lo comen frío casi siempre. Tanto si comen en bandejas como si comen en platos, el segundo plato se sirve con el primero:
- Si comen en bandejas, a los niños se les sirve la comida recién sacada de unas bases que la mantienen caliente, pero se sirve a la vez el primer plato y el segundo. Depende lo que tarden en comer ese primer plato, el segundo ya está frío.
- Si comen en platos, el segundo plato se sirve cuando se están comiendo el primero, y se ha retirado de las bases calientes varios minutos antes, así que cuando les llega, si han tardado en comerse el primero, también está frío.
Por lo tanto, si el segundo plato es carne, eso tiene muchas posibilidades de parecerse a una suela de zapato. De todos modos, aunque la textura siga siendo buena, la mayoría de platos, comidos en frío, no valen nada, tanto en un comedor como en casa. ¿O tu te comerías un arroz a la cubana después de estar 40 minutos en la mesa sin meterlo al microondas?
El postre
Este suele ser siempre fruta o yogur. Yogur una vez a la semana, fruta los otros 4. A priori esto no está mal pero... En invierno, la fruta simplemente no es buena. O es de cámara, o es repetitiva. Comer 3 manzanas a la semana cansa. Comer naranja si no te gusta, cansa. Y comer melón en diciembre... pues es como comer corcho.
La ley de los 2/3 del plato
Digan lo que digan en el colegio de respetar los ritmos de los niños, de no forzarlos a comer... La normativa para el monitor en muchos colegios es que el plato no se retira si no ha comido 2/3 de la comida. Que cada uno saque sus conclusiones, pero a pesar de lo dicho, muchas veces terminamos "obligando" a comer a los niños. De buenas formas, pero obligandolos. Y si ni por estas quiere comer, el niño tiene dos opciones: o comerse la comida... o pasarse las 2 horas y media del tiempo de comer sentado en su silla mirando el plato.
Muchas veces, como monitor no te queda otra opción que hacerte el sueco cuando ves a un niño guardarse comida en los bolsillos o salir en modo hamster del comedor, sabiendo que o es eso o tenerlo sentado rumiando un trozo de carne hasta las 3.
Las leyes que me parecen, simplemente, crueles.
Estas son las que intentas por todos los modos no hacer, pero la norma es la norma y no siempre se puede evitar. Personalmente, no me gustan nada de nada. Que no se han a malas ni gritando, sino con cariño y hablándoles bien, pero no son normas amables. Las peores que he visto yo son estas:
Niños pequeños que se duermen encima del plato (a propósito porque no les gusta la comida, o porque realmente están muy cansados).
En esta situación, la mayoría de veces se le habla al niño para que se despierte y cuando esta sereno, se le quita la silla al niño para que siga comiendo sin dormirse, comiendo de pie hasta que esté despejado de nuevo.
No dar agua a los niños
En muchos colegios hay la normativa de que no se puede servir agua hasta el segundo plato, supuestamente, para que no se hinchen de agua en vez de comer. En otros colegios, cuando tocan platos líquidos, no se sirve agua hasta que no se los terminan. En otros, no se sirve agua una vez están comiendo postre... En cualquier caso, son pocos los colegios donde el agua este presente toda la comida de principio a fin.
Usar el pan como embudo
En algunos sitios, con los niños más pequeños, se utiliza el pan para hacerles comer la comida que no les gusta, de modo que usando el pan a modo de cuchara todo termine en la boca.
No poder ir al baño mientras se come
Imaginad comer sopa mientras os estáis meando. ¿Hace falta añadir algo más? Muchas empresas ponen esta norma para que los niños no vayan al baño a tirar comida (cosa que ya es indicativo de lo mucho que confían en el sabor de algunos platos que sirven). Normalmente esta norma va de la mano con la del agua: si no beben, no se mean.
En resumen... que ni todo es malo ni todo es bueno, os digan lo que os digan en el colegio. Que ni las empresas que te venden la super comida ecológica son mejores, ni las que te venden metodologías innovadoras las cumplen y hacen la comida más agradable. Para la mayoría de niños, esos que comen más o menos bien y que tienen pocas manías, el comedor es un sitio agradable. Después están los que no comen bien, o que les gustan muy pocas cosas, o los que sus padres los llevan a comer al colegio porque en casa "no comen" (os sorprenderíais de la cantidad de gente que hace esto). Estos, muy a mi pesar, tengo que decir que el comedor escolar no siempre representa una buena experiencia.
lunes, 6 de abril de 2015
De cuando traicioné el mundo au pair y me hice nanny
Un poco hasta el nabo de el panorama laboral de este maravilloso país en el que vivimos, cansada de trabajos donde no me tratan bien y la amenaza de despido es continua, constante y sistemática, me dediqué a buscar algo tranquilo en lo que trabajar estos próximos meses. Y así fue.
Soy nanny. Aquí, en Barcelona. En una familia británica. Soy nanny. De las que cobran bien. De las que tienen contrato y están aseguradas en la seguridad social. Y no cocinan. Ni limpian. Ni nada.
Trabajo 6 horas al día, aunque me paso 8 horas en la casa de la familia. Obviamente (o no tan obvio), me pagan las 8 horas, aunque dos no las trabaje, pero que por ser tan poco tiempo no me permiten hacer nada que no sea quedarme en esa casa, leyendo o haciendo lo que quiera. Cuido a un niño de casi 3 meses que duerme de media unas 4 horas de las 6 que trabajo.
¿Que cómo me siento? Pues algo parecido a esto...
Pero para que me perdonéis esta traición al gremio, os voy a contar como fue mi primer contacto con esta familia, de como viví las entrevistas y demás.
Todo fue muy rápido. Un martes hablé por primera vez con ellos y el jueves ya tenía cita con los padres para reunirnos en su casa el sábado.
Dicha casa está a 40 minutos en tren de dónde yo vivo, lo que en principio no es ningún problema salvo que sea sábado y la línea de tren que me lleva directa a su ciudad no pase por la mía los sábados, domingos y festivos. Sin que yo lo sepa y sin que los siempre amables y simpáticos trabajadores de RENFE pongan un horario actualizado visible en la estación para que el resto de mortales lo podamos ver y no estemos media hora esperando un tren que jamás pasará por ahí.
También hay que sumar que esa gente no vive en la ciudad, que va... Vive en una urbanización a 10 minutos en bus de ahí... arriba de una montaña.
Ya podéis intuir por donde fueron los tiros el primer día que fui a esa casa. No llegué tarde por milagro del destino y porque los astros se alinearon.
El caso es que yo soy una persona muy previsora y busqué la dirección en Google maps para chafardear donde tenía que ir. Fui incapaz de encontrar la puerta de la casa, ya que el San Google me mandaba derecha a un sólido muro de 3 metros de alto que se alejaba por ambos lados de la calle. Decidí, al final, ir sobre la marcha e improvisar.
Llegó el sábado y a las 9 y media de la mañana viví mi primer viajecito aterrador en bus por esas calles empinadas nivel Everest, que me llevó arriba de una montaña dejada de la mano de Dios. Sin lugar a dudas, Google no mentía y me encontré, sin quererlo ni beberlo, delante de ese sólido muro sin señal alguna de que una puerta existiera.
Me plantee seriamente la opción de que se hubieran equivocado al darme la dirección. Pero después de ir calle arriba y no encontrar nada más que el muro, fui calle abajo y ahí estaba, una enorme puerta maciza de hierro ornamentado con una preciosa cámara apuntándome directamente al careto. Le dí al timbre y esas enormes puertas se empezaron a abrir solasy casi me provocan un ataque al corazón. En ese mismo momento descubrí que mi querido muro eterno no era otra cosa que la pared que separaba el mundo de un precioso oasis.
La madre me vino a recibir, porque con semejante tamaño de jardín, oiga, nunca se sabe donde se puede perder uno.
Cuando vi la casa solo me vinieron ganas de echarme a llorar en un rincón, y eso que ese día no vi más que el recibidor y una sala, pero total, ¿que es una casa antigua de nueve (si, nueve) habitaciones y tres salones comparado con mi pisito de una ciudad de las cercanías de Barcelona?
Resultó que el padre no estaba ese día, pero hablé largo y tendido con la madre.
Primero me presentó al niño. No es que yo tenga mucha experiencia con niños tan pequeños, así que la cosa fue un poco, digamosle... incómoda.
Yo le miré con una cara de "¿Y tu como funcionas?" parecida a esta:
El me miró con una cara de espanto tal que así:
Después, miraculosamente, se rió y la madre me dijo "Le gustas!". No me digas. Me verá cara de tonta, imagino. Aún hoy me pregunto si el niño se ríe conmigo o de mí (sospecho que lo segundo).
Seguimos con una larga batería de preguntas, que con lo bueno que era su castellano y lo bueno que es mi inglés, bien podrían haber sido así:
¿Has cambiado pañales alguna vez?
Alguna vez... recuerdo una en concreto que me hizo meter a una niña alemana de 2 años de cabeza a la ducha por ir cagada de la nuca hasta los pies por una diarrea de lo más olorosa. No creo que tu niño de 2 meses supere eso (guiño guiño).
¿A que quieres dedicarte cuando termines la carrera?
Yo ejque voy a entregarme al señó, ¿sabe usté?
Nosotros no sabemos mucho como va el tema de las nannys en Barcelona, ¿como lo hacéis?
Fácil: yo vengo a tu casa X horas al día, trabajo, me voy a mi casa y a fin de mes tu me pagas abundantemente. Muy abundantemente.
¿Cual es tu mejor cualidad?
Hago unas pedorretas envidiables.
¿Cuales son tus últimas experiencias laborales con niños?
La más reciente es en un colegio de curas con niños poseídos a los que no podía ni premiar ni castigar, la anterior en un campamento de verano donde los monitores no íbamos drogados pero solo dormíamos 4 horas diarias, lo que a efectos es lo mismo, y antes también he estado en otro colegio, este público, donde tanto los niños como las niñas tenían una grave obsesión con los penes y el sexo. Estoy inmejorablemente capacitada, como puede ver: mis últimos trabajos abalan mi cordura.
Finalizada esa pequeño interrogatorio, ella me pidió si podía venir el siguiente sábado, así también podría hablar con el padre de la criatura. Que ella no había podido esperar a que volviera su marido para hablar conmigo, me dijo, y que a ella le había gustado mucho. Vamos, que ella había echo la primera criba y que llego a no gustarle y me hace la del "ya te llamaremos".
Para terminar, negociamos precios y horarios (más bien ella me propuso un horario y un precio y yo morí de alegría y felicidad con los dos), aunque solo era una aproximación y el siguiente sábado podríamos ser todos más concretos.
Llegó el siguiente sábado y... no, esperad. Esto mejor os lo cuento en la siguiente entrada.
Soy nanny. Aquí, en Barcelona. En una familia británica. Soy nanny. De las que cobran bien. De las que tienen contrato y están aseguradas en la seguridad social. Y no cocinan. Ni limpian. Ni nada.
Trabajo 6 horas al día, aunque me paso 8 horas en la casa de la familia. Obviamente (o no tan obvio), me pagan las 8 horas, aunque dos no las trabaje, pero que por ser tan poco tiempo no me permiten hacer nada que no sea quedarme en esa casa, leyendo o haciendo lo que quiera. Cuido a un niño de casi 3 meses que duerme de media unas 4 horas de las 6 que trabajo.
¿Que cómo me siento? Pues algo parecido a esto...
Pero para que me perdonéis esta traición al gremio, os voy a contar como fue mi primer contacto con esta familia, de como viví las entrevistas y demás.
Todo fue muy rápido. Un martes hablé por primera vez con ellos y el jueves ya tenía cita con los padres para reunirnos en su casa el sábado.
Dicha casa está a 40 minutos en tren de dónde yo vivo, lo que en principio no es ningún problema salvo que sea sábado y la línea de tren que me lleva directa a su ciudad no pase por la mía los sábados, domingos y festivos. Sin que yo lo sepa y sin que los siempre amables y simpáticos trabajadores de RENFE pongan un horario actualizado visible en la estación para que el resto de mortales lo podamos ver y no estemos media hora esperando un tren que jamás pasará por ahí.
También hay que sumar que esa gente no vive en la ciudad, que va... Vive en una urbanización a 10 minutos en bus de ahí... arriba de una montaña.
Ya podéis intuir por donde fueron los tiros el primer día que fui a esa casa. No llegué tarde por milagro del destino y porque los astros se alinearon.
El caso es que yo soy una persona muy previsora y busqué la dirección en Google maps para chafardear donde tenía que ir. Fui incapaz de encontrar la puerta de la casa, ya que el San Google me mandaba derecha a un sólido muro de 3 metros de alto que se alejaba por ambos lados de la calle. Decidí, al final, ir sobre la marcha e improvisar.
Llegó el sábado y a las 9 y media de la mañana viví mi primer viajecito aterrador en bus por esas calles empinadas nivel Everest, que me llevó arriba de una montaña dejada de la mano de Dios. Sin lugar a dudas, Google no mentía y me encontré, sin quererlo ni beberlo, delante de ese sólido muro sin señal alguna de que una puerta existiera.
Me plantee seriamente la opción de que se hubieran equivocado al darme la dirección. Pero después de ir calle arriba y no encontrar nada más que el muro, fui calle abajo y ahí estaba, una enorme puerta maciza de hierro ornamentado con una preciosa cámara apuntándome directamente al careto. Le dí al timbre y esas enormes puertas se empezaron a abrir solas
La madre me vino a recibir, porque con semejante tamaño de jardín, oiga, nunca se sabe donde se puede perder uno.
Cuando vi la casa solo me vinieron ganas de echarme a llorar en un rincón, y eso que ese día no vi más que el recibidor y una sala, pero total, ¿que es una casa antigua de nueve (si, nueve) habitaciones y tres salones comparado con mi pisito de una ciudad de las cercanías de Barcelona?
Resultó que el padre no estaba ese día, pero hablé largo y tendido con la madre.
Primero me presentó al niño. No es que yo tenga mucha experiencia con niños tan pequeños, así que la cosa fue un poco, digamosle... incómoda.
Yo le miré con una cara de "¿Y tu como funcionas?" parecida a esta:
El me miró con una cara de espanto tal que así:
Después, miraculosamente, se rió y la madre me dijo "Le gustas!". No me digas. Me verá cara de tonta, imagino. Aún hoy me pregunto si el niño se ríe conmigo o de mí (sospecho que lo segundo).
Seguimos con una larga batería de preguntas, que con lo bueno que era su castellano y lo bueno que es mi inglés, bien podrían haber sido así:
¿Has cambiado pañales alguna vez?
Alguna vez... recuerdo una en concreto que me hizo meter a una niña alemana de 2 años de cabeza a la ducha por ir cagada de la nuca hasta los pies por una diarrea de lo más olorosa. No creo que tu niño de 2 meses supere eso (guiño guiño).
¿A que quieres dedicarte cuando termines la carrera?
Yo ejque voy a entregarme al señó, ¿sabe usté?
Nosotros no sabemos mucho como va el tema de las nannys en Barcelona, ¿como lo hacéis?
Fácil: yo vengo a tu casa X horas al día, trabajo, me voy a mi casa y a fin de mes tu me pagas abundantemente. Muy abundantemente.
¿Cual es tu mejor cualidad?
Hago unas pedorretas envidiables.
¿Cuales son tus últimas experiencias laborales con niños?
La más reciente es en un colegio de curas con niños poseídos a los que no podía ni premiar ni castigar, la anterior en un campamento de verano donde los monitores no íbamos drogados pero solo dormíamos 4 horas diarias, lo que a efectos es lo mismo, y antes también he estado en otro colegio, este público, donde tanto los niños como las niñas tenían una grave obsesión con los penes y el sexo. Estoy inmejorablemente capacitada, como puede ver: mis últimos trabajos abalan mi cordura.
Finalizada esa pequeño interrogatorio, ella me pidió si podía venir el siguiente sábado, así también podría hablar con el padre de la criatura. Que ella no había podido esperar a que volviera su marido para hablar conmigo, me dijo, y que a ella le había gustado mucho. Vamos, que ella había echo la primera criba y que llego a no gustarle y me hace la del "ya te llamaremos".
Para terminar, negociamos precios y horarios (más bien ella me propuso un horario y un precio y yo morí de alegría y felicidad con los dos), aunque solo era una aproximación y el siguiente sábado podríamos ser todos más concretos.
Llegó el siguiente sábado y... no, esperad. Esto mejor os lo cuento en la siguiente entrada.
Continuará...
miércoles, 19 de noviembre de 2014
5 reglas para trabajar con los niños de hoy
En estos tiempos, las cosas han cambiado mucho desde que eramos niños (y lo digo yo que tengo 22 años, ya ves tú). El caso es que ahora lo que manda es la chulería y el pasotismo, y todo esto decorado con el consentimiento y la defensa paterna pase lo que pase y haga lo que haga la criaturita. Este hecho hace que a día de hoy, me pase el día recomendando a la gente que tengo de practicas que siga unas normas básicas si quiere vivir tranquilo (y no, no estoy exagerando):
1- Inventa un apellido falso.
Facebook, Twitter, y el peor de todos, Google. ¿Os suenan? A los niños de más de 6 años (con suerte) de hoy, también. Y no dudes que pondrán tu nombre en cada uno de esos sitios para encontrar tus más horribles etapas del pasado y del presente. O peor, los podrán sus padres para asegurarse de que su hijo no está siendo cuidado por una psicópata en potencia (y quizá se encuentren con algo peor).
Así que si no queréis que esos trapos sucios que todos tenemos en la red salgan a la luz, hacedme caso: no les digáis a los niños vuestros apellidos reales JAMÁS.
2- Al niño llámalo SOLAMENTE por su nombre.
El niño se te puede ofender si lo llamas "chico, guapo, chaval, cariño..." si no sabes su nombre (porque con 400 niños, lo raro es saberlos todos). Total, que el niño te va a contestar casi seguro un borde "Tengo nombre" y va a ir corriendo y a voz de grito a contarle a sus padres lo mucho que le has faltado al respeto (doy gracias que eso no me ha pasado a mi) por llamarle "niño". Por supuesto, ellos no saben tampoco como te llamas tu, pero te pueden llamar profe y tan felices.
3- Cuanto menos sepan los niños de tu vida personal, mejor.
No queréis que una niña de 9 años te pregunte por tu novio cada día del año. O peor, no queréis que un preadolescente hormonado se haga películas o deduzca ni un poquito sobre tu vida sexual, porque está claro que si tienes novio, te conviertes en el acto en un experto en el amor y lo-que-surja, profesión que ninguno quiere. Que hoy por hoy, la pregunta clásica de "¿Tienes novio?" no tiene una respuesta correcta y puede llegar a dar pie a un debate abierto sobre tu orientación sexual.
Salid por la tangente en cada una de las preguntas personales que os hagan.
4- Do you want to build a snowman? Amén.
Olvidaros de todas las películas de Disney o de Pixar de nuestros tiempos y no intentéis vender nada más antiguo que Buscando a Nemo. Si sois de las valientes que lo hacéis, pueden pasar dos cosas:
a) Que los niños se te traumaticen de por vida.
Piecitos llorando a los pies de su madre. La madre de Dumbo encerrada. El padre de Nemo descubriendo que se han comido todos sus huevos y a su mujer. Campanilla muriendo. La muerte de Mufasa...
Queridas, los niños de hoy a lo más que están acostumbrados es a metáforas raras que no entienden (la primera escena de UP, cuando en Frozen el barco de los padres desaparece entre las olas...). A la que les pones una escena explicita, el terror ha llegado.
b) Que los padres te apedreen por traumatizar a los niños.
Tal cual, no hace falta dar más detalles. Y esto me ha pasado a mi cuando puse En busca del Valle Encantado a los niños de primero de primaria un día de lluvia.
5- Aceptad que si estáis estudiando algo, o ya lo habéis hecho, lo consideraran absurdo sea lo que sea y que no vale la pena ni dar explicaciones ni intentar discutirlo.
¿Psicología? Si eso lo puede hacer cualquiera, solo hay que sentarse y escuchar los problemas de la gente.
¿Policía? Si esos solo ponen multas.
¿Conserje? ¿Pero esos trabajan?
De verdad, no intentéis discutir con los niños ni hacerlos entrar en razón. No vale la pena, no gastéis saliva. Lo que tenéis que intentar es que tengan un poco de decencia y que respeten a todo el mundo, a pesar de que les parezcan tonterías, ¿pero discutirles su opinión? No os canséis, de verdad, que a día de hoy a los niños se les enseña que su opinión es el ombligo del mundo y que por supuesto, tienen razón, y vosotros no vais a cambiar eso. Ya se darán una hostia un día, pero por ahora, con que tengan respeto, daros por satisfechas.
1- Inventa un apellido falso.
Facebook, Twitter, y el peor de todos, Google. ¿Os suenan? A los niños de más de 6 años (con suerte) de hoy, también. Y no dudes que pondrán tu nombre en cada uno de esos sitios para encontrar tus más horribles etapas del pasado y del presente. O peor, los podrán sus padres para asegurarse de que su hijo no está siendo cuidado por una psicópata en potencia (y quizá se encuentren con algo peor).
Así que si no queréis que esos trapos sucios que todos tenemos en la red salgan a la luz, hacedme caso: no les digáis a los niños vuestros apellidos reales JAMÁS.
2- Al niño llámalo SOLAMENTE por su nombre.
El niño se te puede ofender si lo llamas "chico, guapo, chaval, cariño..." si no sabes su nombre (porque con 400 niños, lo raro es saberlos todos). Total, que el niño te va a contestar casi seguro un borde "Tengo nombre" y va a ir corriendo y a voz de grito a contarle a sus padres lo mucho que le has faltado al respeto (doy gracias que eso no me ha pasado a mi) por llamarle "niño". Por supuesto, ellos no saben tampoco como te llamas tu, pero te pueden llamar profe y tan felices.
3- Cuanto menos sepan los niños de tu vida personal, mejor.
No queréis que una niña de 9 años te pregunte por tu novio cada día del año. O peor, no queréis que un preadolescente hormonado se haga películas o deduzca ni un poquito sobre tu vida sexual, porque está claro que si tienes novio, te conviertes en el acto en un experto en el amor y lo-que-surja, profesión que ninguno quiere. Que hoy por hoy, la pregunta clásica de "¿Tienes novio?" no tiene una respuesta correcta y puede llegar a dar pie a un debate abierto sobre tu orientación sexual.
Salid por la tangente en cada una de las preguntas personales que os hagan.
4- Do you want to build a snowman? Amén.
Olvidaros de todas las películas de Disney o de Pixar de nuestros tiempos y no intentéis vender nada más antiguo que Buscando a Nemo. Si sois de las valientes que lo hacéis, pueden pasar dos cosas:
a) Que los niños se te traumaticen de por vida.
Piecitos llorando a los pies de su madre. La madre de Dumbo encerrada. El padre de Nemo descubriendo que se han comido todos sus huevos y a su mujer. Campanilla muriendo. La muerte de Mufasa...
Queridas, los niños de hoy a lo más que están acostumbrados es a metáforas raras que no entienden (la primera escena de UP, cuando en Frozen el barco de los padres desaparece entre las olas...). A la que les pones una escena explicita, el terror ha llegado.
b) Que los padres te apedreen por traumatizar a los niños.
Tal cual, no hace falta dar más detalles. Y esto me ha pasado a mi cuando puse En busca del Valle Encantado a los niños de primero de primaria un día de lluvia.
5- Aceptad que si estáis estudiando algo, o ya lo habéis hecho, lo consideraran absurdo sea lo que sea y que no vale la pena ni dar explicaciones ni intentar discutirlo.
¿Psicología? Si eso lo puede hacer cualquiera, solo hay que sentarse y escuchar los problemas de la gente.
¿Policía? Si esos solo ponen multas.
¿Conserje? ¿Pero esos trabajan?
De verdad, no intentéis discutir con los niños ni hacerlos entrar en razón. No vale la pena, no gastéis saliva. Lo que tenéis que intentar es que tengan un poco de decencia y que respeten a todo el mundo, a pesar de que les parezcan tonterías, ¿pero discutirles su opinión? No os canséis, de verdad, que a día de hoy a los niños se les enseña que su opinión es el ombligo del mundo y que por supuesto, tienen razón, y vosotros no vais a cambiar eso. Ya se darán una hostia un día, pero por ahora, con que tengan respeto, daros por satisfechas.
jueves, 30 de octubre de 2014
La mano tonta
Esta es mi vida desde hace unos días: dos férulas y un vendaje hasta medio brazo. Para que después digan que trabajar con niños es algo tranquilo y no hay que pagar plus de peligrosidad. ¡Jà!
Todo esto tiene su parte divertida, ya que cada día me invento una burrada más grande para decirles a los críos que me preguntan por mi desgracia. Ahora se dedican a discutir que versión creerse, si la de que me ha atropellado un tractor o la de que me bañé con pirañas. Creo que por ahora gana el tractor.
La realidad, por desgracia, es mucho más triste y deprimente: mientras le señalaba a un compañero donde estaban las aulas de tercero, una pelota de basquet lanzada con muy mala leche se llevó mi mano por delante. Esa misma tarde mi dedo empezó a parecerse a una morcilla gorda y me tuve que plantear si arrancarme el dedo o ir al médico
El traumatólogo dictaminó que tenia una fractura parcial y una capsulitis en el índice, y una tendinitis en el pulgar. Si es que cuando me lo propongo -le dije- hago las cosas como Dios manda. A la enfermera no le hizo tanta gracia cuando le dijeron el invento que me tenía que poner en la mano.
El problema de esta situación es que uno no se da cuenta de lo mucho que usa los dedos de su mano tonta hasta que ya no están ahí. Que no me quejo, ojo: gracias a este magnifico vendaje he desarrollado habilidades nunca antes exploradas. ¿Habéis probado alguna vez de ataros un cinturón o el sujetador con una mano? Eso, señores, es todo un arte. Pero esas cosas son de principiantes. Uno se gradúa en modo experto en el momento en que es capaz de cortarse la carne y atarse la cremallera de una chaqueta sin ninguna ayuda.
Después está el momento en que intentas ser independiente y apañarte por ti mismo, y das tal grado de pena que tu madre acaba diciéndote "¿Quieres que te peine yo?". Porque eso es algo que hay que asumir: soy incapaz de hacerme una triste coleta, y plancharme el pelo es todo un reto.
Como decía al principio, esta es mi vida desde hace unos días. Por suerte el sábado ya me podré quitar la férula del pulgar, y si todo va bien, la semana que viene me quitan la otra. No os imagináis las ganas que tengo de que llegue ese día.
lunes, 20 de octubre de 2014
El niño infectado de Ébola
Llevo desde setiembre trabajando en un colegio pijo regentado por curas. ¿Qué he aprendido en estas semanas? Que los niños de hoy están sobreinformados y paranoicos.
En este caso, la paranoia ha llegado con el ébola, que está en boca de todos, y cuando digo de todos, es de todos. Era de esperar entonces, que este tema llegara a oídos de mis pequeños monstruos, pero nunca me imaginé las cosas que estamos viviendo últimamente en el centro.
Primero fue el niño que le robó una mascarilla a su madre, que es dentista, y que afirmó que no saldría al recreo de ninguna manera sin ella, ya que no quería contagiarse de ébola. Me diréis como le explicas a un mocoso de 7 años que no se va a contagiar en el patio del colegio, y que de todos modos, una mascarilla no le serviría en absoluto de protección si se diera el caso. Y aún peor, como le explicas esta situación a los padres en un comunicado de incidencia sin que parezca que vas drogada hasta las cejas.
Pero aquí no terminó la cosa.
Pocos días después, me tocó tener una conversación, que habiéndola superado, me deberían convalidar el bautizo, la comunión y la confirmación, como poco. Todo empezó cuando un niño vino con su amiguito y me dijo (transcribo el dialogo literalmente):
Niño 1: ¿Tu que piensas del ébola?
Yo: Bueno, es una enfermedad que está matando a mucha gente en algunos países África.
Niño 2: Pero hay ébola en Madrid.
Yo: Si, así es, hay una señora ahora que tiene ébola en Madrid.
Niño 2: ¿Y a Barcelona va a llegar?
Yo: Espero que no, pero tu tranquilo que no va a pasar nada malo.
Niño 1: (Y aquí empieza la conversación bizarra) Pero Jesús vino a España a curar el ébola.
Esa fue mi cara. Después de esta afirmación mi cerebro casi implosiona, os lo prometo, pero el niño bendito me miró y me soltó un:
Niño 1: ¿Verdad?
Yo: (momento de silencio) La verdad es que no me consta que Jesús viniera a España. ¿No te estarás confundiendo?
Niño 1: No, lo dijeron en clase de Reli (religión para los no entendidos) el otro día.
Yo: Creo que te confundes, el ébola es una enfermedad muy nueva, no existía cuando vivió Jesús.
Niño 2: ¿Jesús vino a España? ¿A Fátima, verdad?
Mi cara de "esto se me esta yendo de las manos":
Casi me echo a llorar, pero siguieron:
Yo: Jesús no vino nunca a España, en Fátima se dice que se apareció la virgen (Gracias, Cuarto Milenio, sabia que tantas noches de domingo perdidas me iban a servir de algo).
Niño 1: Pero Jesús curó a ebólicos, lo dijeron en Reli.
Yo: Jesús, hasta donde yo sé, solo curó a ciegos y a leprosos. (Esto lo busqué después en google porque sospechaba que me lo había sacado de la misma manga)
Niño 1: Ah, eso, leprosos! Pero si curó leprosos también podrá venir a curar a los ébolicos cuando se lo pidan a Dios.
Ahí la conversación empezó a superar mis limites morales y los mandé a jugar muy amablemente. La madre que lo parió bien a gusto se debió quedar, eso si, porque menudo mal rato pasé con tanto golpe de evangelio.
Pero el peor caso sin duda, fue el de la niña infectada. La pobre criatura, de primero de educación primaria, se levantó ese día con un poco de fiebre, y los padres le dieron un chute de Dalsy y la mandaron al colegio.
A la hora de comer, le volvió a subir la fiebre y se encontraba mal. En esta situación, la niña le arreó un señor empujón a su amiga, y al ir a poner paz una de mis compañeras, la niña se le echó a llorar diciendo que tenia ébola y que no quería que su amiga se contagiara. Tal cual. Lógicamente mi compañera le preguntó a la niña que porque decía semejante barbaridad, y la niña le dijo que esa mañana, su padre, al ver que tenia fiebre, había dicho "espero que no te vuelva a subir o tendremos que mirar que no tengas ébola". Por lo que decía mi compañera, la niña parecía tener muy asumido que estaba enfermísima y que todos sus amigos y familia se iban a morir por su culpa.
Dejando de lado el humor de mierda de dicho padre y la incontinencia verbal que parece tener, esto solo me demuestra lo muy informados que están los niños sobre cosas que a esta edad, deberían darles absolutamente igual.
Así que para terminar, un consejo a padres, au pairs, canguros y similares: controlad lo que los niños ven en la TV, no digáis estupideces y por favor, no les metáis miedo en el cuerpo, que el pánico social al ébola está llegando demasiado lejos.
En este caso, la paranoia ha llegado con el ébola, que está en boca de todos, y cuando digo de todos, es de todos. Era de esperar entonces, que este tema llegara a oídos de mis pequeños monstruos, pero nunca me imaginé las cosas que estamos viviendo últimamente en el centro.
Primero fue el niño que le robó una mascarilla a su madre, que es dentista, y que afirmó que no saldría al recreo de ninguna manera sin ella, ya que no quería contagiarse de ébola. Me diréis como le explicas a un mocoso de 7 años que no se va a contagiar en el patio del colegio, y que de todos modos, una mascarilla no le serviría en absoluto de protección si se diera el caso. Y aún peor, como le explicas esta situación a los padres en un comunicado de incidencia sin que parezca que vas drogada hasta las cejas.
Pero aquí no terminó la cosa.
Pocos días después, me tocó tener una conversación, que habiéndola superado, me deberían convalidar el bautizo, la comunión y la confirmación, como poco. Todo empezó cuando un niño vino con su amiguito y me dijo (transcribo el dialogo literalmente):
Niño 1: ¿Tu que piensas del ébola?
Yo: Bueno, es una enfermedad que está matando a mucha gente en algunos países África.
Niño 2: Pero hay ébola en Madrid.
Yo: Si, así es, hay una señora ahora que tiene ébola en Madrid.
Niño 2: ¿Y a Barcelona va a llegar?
Yo: Espero que no, pero tu tranquilo que no va a pasar nada malo.
Niño 1: (Y aquí empieza la conversación bizarra) Pero Jesús vino a España a curar el ébola.
Esa fue mi cara. Después de esta afirmación mi cerebro casi implosiona, os lo prometo, pero el niño bendito me miró y me soltó un:
Niño 1: ¿Verdad?
Yo: (momento de silencio) La verdad es que no me consta que Jesús viniera a España. ¿No te estarás confundiendo?
Niño 1: No, lo dijeron en clase de Reli (religión para los no entendidos) el otro día.
Yo: Creo que te confundes, el ébola es una enfermedad muy nueva, no existía cuando vivió Jesús.
Niño 2: ¿Jesús vino a España? ¿A Fátima, verdad?
Mi cara de "esto se me esta yendo de las manos":
Casi me echo a llorar, pero siguieron:
Yo: Jesús no vino nunca a España, en Fátima se dice que se apareció la virgen (Gracias, Cuarto Milenio, sabia que tantas noches de domingo perdidas me iban a servir de algo).
Niño 1: Pero Jesús curó a ebólicos, lo dijeron en Reli.
Yo: Jesús, hasta donde yo sé, solo curó a ciegos y a leprosos. (Esto lo busqué después en google porque sospechaba que me lo había sacado de la misma manga)
Niño 1: Ah, eso, leprosos! Pero si curó leprosos también podrá venir a curar a los ébolicos cuando se lo pidan a Dios.
Ahí la conversación empezó a superar mis limites morales y los mandé a jugar muy amablemente. La madre que lo parió bien a gusto se debió quedar, eso si, porque menudo mal rato pasé con tanto golpe de evangelio.
Pero el peor caso sin duda, fue el de la niña infectada. La pobre criatura, de primero de educación primaria, se levantó ese día con un poco de fiebre, y los padres le dieron un chute de Dalsy y la mandaron al colegio.
A la hora de comer, le volvió a subir la fiebre y se encontraba mal. En esta situación, la niña le arreó un señor empujón a su amiga, y al ir a poner paz una de mis compañeras, la niña se le echó a llorar diciendo que tenia ébola y que no quería que su amiga se contagiara. Tal cual. Lógicamente mi compañera le preguntó a la niña que porque decía semejante barbaridad, y la niña le dijo que esa mañana, su padre, al ver que tenia fiebre, había dicho "espero que no te vuelva a subir o tendremos que mirar que no tengas ébola". Por lo que decía mi compañera, la niña parecía tener muy asumido que estaba enfermísima y que todos sus amigos y familia se iban a morir por su culpa.
Dejando de lado el humor de mierda de dicho padre y la incontinencia verbal que parece tener, esto solo me demuestra lo muy informados que están los niños sobre cosas que a esta edad, deberían darles absolutamente igual.
Así que para terminar, un consejo a padres, au pairs, canguros y similares: controlad lo que los niños ven en la TV, no digáis estupideces y por favor, no les metáis miedo en el cuerpo, que el pánico social al ébola está llegando demasiado lejos.
viernes, 19 de abril de 2013
Tipos de au pairs para los distintos tipos de familias
No todas las au pairs pueden encajar en todas las familias. Es imposible.
Hay que conocer muy bien como eres para saber que familias te convienen y que familias no. Y la familia ha de conocer bien a los niños para saber que au pair estaría a gusto con ellos.
Los niños tienen caracteres muy distintos, y es totalmente incompatible una familia con dos niños de 4 y 6 años amantes de fútbol, con una au pair que odie el fútbol y le guste leer cuentos de fantasía y princesas. Y ojo! No por no ser compatibles es una mala familia o una mala au pair. Simplemente, hay veces que los perfiles no casan.
Este año, he visto pasar a mi lado muchas au pais, y he hablado con muchas otras. Cada una tiene un perfil distinto que deberíamos conocer y ser realistas al buscar familia, porque encontrar una que encaje con nuestro carácter es casi la fórmula del éxito. Me he tomado la libertad de hacer una lista algunos tipos de perfiles que hay, porque aunque no lo parezca, todas tenemos más simpatía a un extremo que al otro .
Hay que conocer muy bien como eres para saber que familias te convienen y que familias no. Y la familia ha de conocer bien a los niños para saber que au pair estaría a gusto con ellos.
Los niños tienen caracteres muy distintos, y es totalmente incompatible una familia con dos niños de 4 y 6 años amantes de fútbol, con una au pair que odie el fútbol y le guste leer cuentos de fantasía y princesas. Y ojo! No por no ser compatibles es una mala familia o una mala au pair. Simplemente, hay veces que los perfiles no casan.
Este año, he visto pasar a mi lado muchas au pais, y he hablado con muchas otras. Cada una tiene un perfil distinto que deberíamos conocer y ser realistas al buscar familia, porque encontrar una que encaje con nuestro carácter es casi la fórmula del éxito. Me he tomado la libertad de hacer una lista algunos tipos de perfiles que hay, porque aunque no lo parezca, todas tenemos más simpatía a un extremo que al otro .
PERFILES DE AU PAIR
1) Au pair de niños o au pair de niñas.
Parece un topicazo, pero no lo es. A todas, absolutamente a todas, nos tira mas un lado o otro. Una au pair que le encanta jugar a princesas y a cocinitas, como llegue a una casa donde tengan un niño pro-vamos-al-parque-a-jugar-a-policías, llegara a tener un trauma importante. Y no solo eso. Yo se que soy una au pair de niños. ¿Y como es que siendo así has estado en una casa con 3 niñas? Os preguntareis. Pues porque mis niñas eran de las que les encantaba el fútbol, los piratas, star wars (a pesar de no haber visto ninguna película), los robots, y enterrar a las barbies en el arenero porque eran zombies. Yo no hubiera sobrevivido dos telediarios jugando a princesas todos los días. Hay que tener esto presente, porque tu tarea es jugar con los niños, y estar 4 horas al día haciendo cosas que odias, es horrible y una verdadera tortura.
2) Au pair deportiva o au pair de puzzles.
Hay las au pairs a las que les gusta el deporte y a las que no. Ninguna de las dos es mejor que la otra, simplemente tener en cuenta eso, porque si os gusta el deporte, no os vayáis a una familia que pasan las tardes en casa haciendo galletas, y viceversa.
3) Au pair activa o au pair pasiva
Hay au pairs que les gusta hacer actividades con los niños, implicándose ella, y las hay que al contrario, las organiza para estar vigilando desde fuera. Hay que preguntar como funcionan esos niños. Las mías, por ejemplo, jugaban solas horas enteras, pero tenias que darles algo que hacer. Una vez encontraban la idea, no te necesitaban ni querían para nada más. Si yo necesitara estar encima de los niños, me hubiera deprimido bien en esa casa, que me he pasado horas leyendo mientras ellas jugaban tan ricamente cada una por su lado.
4) Au pair de niños pequeños o au pair de niños mayores.
No todas podemos/queremos cuidar a un bebe, y no todas podemos/queremos cuidar a uno de 12 años. Has de valorar que se te da mejor, si discutir por tonterías con una preadolescente o si calmar los llantos desesperados de un niño que no quiere echar la siesta. Valorar y elegir.
5) Au pair ñoña o au pair sargento.
Esto es muy importante, yo lo he vivido en mis propias carnes. En mi familia, antes de mi, solo habían tenido a una chica (que era una conocida de los padres) que solo venia para 3 meses. Ella era una chica que con bebes era maravillosa. Cariñosa, muy de abrazos y besos, muy de hacer carantoñas, muy dulce. Y digamos que ese mismo carácter tenia con la niña de, por aquel entonces, 1 año, y con las otras dos de 5 y 11. Podéis imaginar que con estas dos ultimas, las cosas se acaban la mayoría de veces como el rosario de la Aurora, porque tenia una firmeza y autoridad 0. Esas niñas tienen carácter y, para igualar las cosas, necesitaban a alguien con más carácter que ellas dos juntas para que no se mataran entre ellas.
No se si lo he contado nunca, pero cuando me llamó la familia por primera vez, la repuesta de la madre cuando el pregunté que les gustaba de mi para elegirme fue literalmente: "Creemos que tu no eres ni dulce ni cariñosa, y necesitamos eso exactamente, alguien fuerte". Podéis imaginaros mi cara en ese momento. No sabia si tomármelo como un alago, como una ofensa, o pensar que en vez de una au pair buscaban a un domador de pumas. Necesite solo 24 horas en esa casa para entender a lo que se refería la madre. Claro que quieren a alguien cariñoso y dulce con los niños, pero que a la vez sepa decir NO, y que ese NO sea eso, un NO. Alguien que pueda pegar un grito que deje callado al mismísimo Papa y que pueda llevarse a tres niñas medio salvajes más allá de la esquina sin que se maten entre ellas, o te maten a ti.
Por eso es bueno saber que carácter tienen los niños, y de ahí ver si encajáis o mejor buscáis algo distinto.
6) Au pair con iniciativa o au pair que prefiere seguir un guión.
Si tu eres una persona con mucho desparpajo y que improvisa según el tiempo, las ganas de los niños o, que te digo yo, el horóscopo, y te vas a una familia donde los padres hacen planes semanales hasta de las actividades que has de hacer cada día, simplemente, no seras feliz. Y al contrario, tampoco.
7) Au pair que se involucra en la familia y au pair que no se involucra
Tu has de saber si estas dispuesto o no a ser eso que llaman "parte de la familia". Hay au pairs que quieren hacer sus 6 horas diarias y después desaparecer. Hay familias que también quieren eso, las 6 horas diarias y después espacio. Has de saber si estas dispuesta a leerle un cuento al niño antes de ir a dormir, aunque no sea tu trabajo, pero él te lo pide. Saber si quieres hacer la cena una vez a la semana para toda la familia (porque a ti te da la gana) con un plato típico de tu país, para hacer la gracia. O saber si te levantarías un domingo a las 9 de la mañana para ir con ellos a la piscina.
Si tu buscas tus seis horas y la familia busca alguien que se integre en sus actividades, o el caso contrario, no encajaréis.
8) Au pair casera o au pair de exterior
Eso es como todo. No me extenderé. Familia de exterior + Au pair de exterior = Bien.
Familia casera + au pair casera = bien.
Familia que le gusta estar en casa + au pair que quiere llevar los niños al parque cada día = Se va a liar parda.
9) Au pair de manualidades o au pair de manospies
Si la familia te dice que a los niños les encantan las manualidades, y tu eres de mano-pezuña, búscate otra familia. Si a la familia le encanta cocinar y tu eres capaz de quemar una rebanada de pan tostándolo, búscate otras opciones. De verdad, seras más feliz.
10) Au pair cariñosa o au pair pasota.
Eso ya son tus "necesidades". Si eres alguien que necesita muchos besos y abrazos, que los niños os quieran mucho y os lo demuestren físicamente, simplemente, no os busquéis un preadolescente, o un niño de 9 años, o una niña que quiere ser pirata de los malos. Porque entonces podéis llegar a perseguir a los niños como en una cacería para que os den un triste beso.
Y estoy segura que todas las que habéis sido o sois au pairs, tenéis otros 10 tipos de perfiles distintos a estos, porque hay miles de ejemplos.
Como veis, a veces, para que la relación sea realmente buena, hay que tener en cuenta muchos factores más a parte de que cada uno cumpla su parte del trato.
PD: Respecto a la entrada anterior, solo quería daros las gracias a todas: tanto las que han comentado (algunas de las cuales no conocía aun), como las que me han mandado un correo. No esperaba recibir tanto apoyo, más bien era una entrada de la que esperaba pocos comentarios. Muchas gracias a todos!
PD: Respecto a la entrada anterior, solo quería daros las gracias a todas: tanto las que han comentado (algunas de las cuales no conocía aun), como las que me han mandado un correo. No esperaba recibir tanto apoyo, más bien era una entrada de la que esperaba pocos comentarios. Muchas gracias a todos!
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