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lunes, 6 de octubre de 2014

Guía Au Pair: 4 recomendaciones para una vida más sencilla

Quien me conoce bien, sabe que en el fondo mi alma esta poseída por una vagancia de la más perra. Soy ese tipo de persona que mira mal a la gente que no sube por las escaleras mecánicas en el metro y que piensa que vivir en un tercero sin ascensor es una condena a muerte con agravio de tortura.

Pero chicas, algo bueno tenia que tener todo esto: un vago a veces tiene buenas ideas con tal de ahorrarse el hacer cosas que están de más. En este caso, os voy a dar mis 5 recomendaciones para una vida con niños:

- El chándal, el pijama de salir a la calle

La segunda mitad de mi año en Alemania, trabajaba una hora por la mañana (de 6:30 a 7:30) en la que desayunaba, acompañaba a la mayor al bus y de paso paseaba al perro. Después de esa hora, tenia libre hasta la 1 del mediodía.
Los días que no tenia clase de alemán o no salia mucho de casa por la mañana, me parecía un verdadero engorro vestirme solo para esa hora y pasarme hasta la hora de comer con ropa de calle, dado que en Alemania, depende la época, ropa de calle significa leotardos, pantalón, calcetines hasta las rodillas... en resumen, nada cómodo para estar en el sofá. Entonces vi un precioso pantalón de chándal negro en el H&M y... La felicidad llego a mi vida. Me ponía el chándal al despertarme y con eso hasta la tarde, que lo mismo daba estar sentada en el suelo que yendo a la panadería o a pasear al perro.

- Ten siempre algo para picar en tu cuarto

En mi casa alemana vivía en el cuarto piso. La cocina estaba en el primero. Si a las 11 de la noche me entraba hambre, solo de pensar en el paseo que me esperaba, se me quitaban las ganas. Por eso mismo tenia chocolatinas y galletas saladas por ahí rondando. Como veis, que el picoteo sea más o menos sano ya depende de vosotras.
También está el tema de los alimentos prohibidos. Si en casa la Cocacola nunca entra por la puerta y las galletas Príncipe brillan por su ausencia, nunca está de más el tener un rincón para este tipo de comida. 

- Llama a los niños para premiarlos sin ninguna razón

Si siempre que llamas a los niños que vengan, es para mandarles que hagan algo, empezarán a padecer una sordera extrema y los paseos que os vais a pegar persiguiéndoles van a ser buenos. Si los llamas de vez en cuando, porque si, porque te da la gana, solo para darles un caramelo o para decirles lo bien que han echo algo, y nada más (repito, nada más), hay muchas más posibilidades de que aparezcan al llamado, aunque solo sea por la duda.

- Ten dos bolsos, el de salir con niños y el de salir sin ellos

Sobretodo si tenéis niños pequeños y en vuestro bolso aparecen cosas como pañales, bragas de recambio, libros infantiles, zumos, galletas, o muñecos de My Little Pony... Obviamente no cargar todo eso cuando sales de casa para ir a hacer una cerveza, se agradece. También esta el tema de que los niños manchan, dan tirones, rompen y desgarran sin piedad cualquier cosa que cuelgue de vuestro cuerpo, así que quizá, para ir con ellos es mucho más práctico llevar algo parecido a una mochila. La cuestión es tener dos bolsos listos, que con poner el monedero, el móvil y las llaves dentro de uno de ellos, estés preparada para salir por la puerta sin malgastar más tiempo. 


Ya sabéis, ahora a sacar vuestro lado perezoso y buscar soluciones fáciles para las cosas del día a día.


PD: No es que no me guste actualizar el blog, al contrario, tengo mil ideas en la cabeza y pretendo empezar a escribir un poco más sobre lo que voy haciendo ahora, pero es que este semestre hago la friolera de 7 asignaturas en la uni, tengo dos trabajos (y aún así me pagan una mierda, pero bueno, eso es otro cantar) y estudio alemán en la EOI por la tarde, así que mi tiempo es limitado tirando a nulo.



viernes, 4 de abril de 2014

La lista de la indecencia

Hace un mes recibí un email de una au pair completamente desesperada. Ella jamás había cuidado más de dos horas seguidas a un niño, y el echo de vivir ahora con un niño de 2 años, otro de 4 y otro de 6 la estaba superando. Esta chica no era una mala au pair. Tampoco era una ingenua, pero se tomaba las normas y su trabajo demasiado en serio. Todo tenia que funcionar tal y como se decia. El problema es que ni los niños, ni las au pairs, somos autómatas.

Muchas de las preguntas que me llegan, a veces son solo producidas por ahogarse en un vaso de agua, por actuar como si nos fueran a juzgar por todo. La realidad es otra: hay que hacer bien nuestro trabajo, si, pero lo cierto es que la parte "buena" de nuestro trabajo es que tiene flexibilidad, y mientras cumplas unas normas generales, el resto depende solo de ti. Atajos, pactos con los niños, facilitar las cosas... ¿Quien no ha echo eso alguna vez? De verdad, chicas, ¡no os preocupéis tanto! Lo importante es que las cosas funcionen, y sobre todo, la tranquilidad de todos.

Os copio entonces la respuesta que le di a esta chica:

Hola M.!

Las cosas que me cuentas son más comunes de lo que crees, pero a pesar de eso, pienso que el peor problema que tienes, es que te lo tomas muy en serio, cuando en realidad deberías adaptar las normas a tu forma de funcionar, no al contrario. Debes controlar tu la situación, y ¿porque no? Crear tus propias reglas y marcar tus limites. Aprovecha esa libertad que te da la familia para hacer las cosas a tu manera. 

Tampoco debes sentirte culpable por estas cosas que cuentas. Si un niño solo recoge si al final recibe algo a cambio, compra una bolsa de gominolas y dale una cuando termine. Se que no suena muy decente, pero tu también debes vivir tranquila: una gominola al día no ha matado a nadie aun. ¿A caso los padres no lo hacen? Tu también tienes derecho a aligerar un poco tu día a día. Y al igual que te doy este ejemplo, te puedo dar otros muchos:

1- Si una película se ha visto más de 10 veces en una semana, es totalmente legal que esta desaparezca misteriosamente durante al menos otras dos semanas. Lo mismo se aplica en libros y CDs de música. 
2- El uso del cochecito esta totalmente justificado hasta los 3 años de edad.
3- Todo lo que tenga menos densidad que un yogur se puede poner en un vaso antigoteo. Los purés, también.
4- Un aprendizaje que urge enseñar lo más rápido posible es el de limpiarse el culo solo. 
5- El chocolate y las gominolas se pueden utilizar como chantaje hasta dos veces por día. 
6- Los niños han de aprender a jugar solos. Si tienen 3 años y son incapaces de jugar sin que otro niño/adulto lo haga con él, es momento de dejar que se aburra hasta que consiga divertirse por si mismo.
7- Ensuciarse esta bien. 
8- Las habitaciones de los niños o playrooms se rigen por una definición de la palabra orden distinta a la que conocemos, y que se basa en que esta ordenado siempre que haya un camino transitable de la puerta al armario. 
9- Siempre hay que llevar un juguete estático y mudo (que no se mueva, que no haga ruido) a viajes en coche, restaurantes y comidas familiares. Tampoco está de más el tener una bolsa de "juguetes para salir". 
10- Fingir que has mirado un partido de fútbol de niños de 4 años (o como 14 niños corren detrás de una pelota) aunque en realidad has estado jugando al Candy Crush no te convierte en una peor persona. 

Podríamos llamar a esto la "Lista de la indecencia", pero vamos, en esa casa todos tenéis que vivir en paz. No te exijas tanto, no vas a conseguir que los niños cambien y más si los padres los educan así, solo únete a su estilo de vida, y busca la forma más fácil de que las cosas funcionen. Como te he dicho antes, aprovecha la libertad que te dan los padres a la hora de trabajar, para hacer las cosas como a ti te convengan, y tomando los atajos necesarios (que por otro lado, también utilizan sus padres). 

Suerte!

¿Vosotras también os exigís demasiado? ¿Se os ocurre algún consejo más para M.? ¿Algo más que añadir a la "Lista de la indecencia"?

sábado, 20 de julio de 2013

La Cuentitis Aguda y otras enfermedades infantiles

Cuando estudias medicina, hay una asignatura obligatoria de 6 créditos que abarca la Cuentitis Aguda y toda la variedad de enfermedades pediátricas que la rodean.
Hace un año aprobé, a base de sudor y lagrimas, un máster en Cuentitis, así que os voy a ilustrar un poco sobre esta enfermedad tan poco conocida. 

Síntomas

Esta enfermedad suele mostrarse en cuatro variantes distintas, conduciendo de todos modos, al mismo diagnostico. Véase entonces: 

- La oreja explosiva

El niño alegará, repetidamente, que su oreja sufre un horrible y permanente dolor punzante. Es una de las variantes graves de la enfermedad, dado que el dolor varia de oreja según el momento en que preguntes. Ocasionalmente, origina sordera selectiva y/o incapacidad de movimiento. 

- El pedo atravesado

Se dice de esa variante en la que el niño en cuestión tiene un súbito y repentino dolor de barriga. Curiosamente, no hay aparición de diarreas ni de vómitos, pero el hambre del sujeto se mantiene o incluso aumenta a pesar de esa gran presión estomacal que sufren. Los síntomas desaparecen y vuelven a aparecer repetidamente a lo largo del día y según lo cercana que esté la hora de comer. 

- La cabeza humeante

En este caso, el niño se comportará de manera extraña, y agarrándose la frente con gran credibilidad, te comentará a base de susurros que le duele "muchísimo" la cabeza. Toda la cabeza, por dentro, por fuera y por cada uno de sus lados. Durante el transcurso de la enfermedad, pueden producirse lapsos de tiempo extensos de parpadeos lentos y imitaciones teatrales de ojos vidriosos. 

- El cuento chino

Esta es la más fácil de todas en lo que a reconocer los síntomas se refiere. Al niño en cuestión alegará que le duele "todo", entiéndase por todo, todas aquellas cosas que tu le preguntes que tiene. El infante, haciendo un sobreesfuerzo mental, concluirá su retahíla de dolores alegando que tiene "fiembre". 


Complicaciones

Como todas las enfermedades, la Cuentitis Aguda consta de varias complicaciones, a cada cual más preocupante. Estas complicaciones pueden llegar a que varias variantes se unan y creen una super enfermedad de riesgo mortal. Las complicaciones principales suelen ser:

- Aparición de los progenitores

En los pacientes graves de Cuentitis Aguda, el contacto directo o indirecto con los padres agrava la situación hasta puntos insospechados. Esta grave complicación puede producir gritos, lloros, berridos y pataletas extraordinarias. Durante estas crisis, por fortuna, desaparecerán todos los males, pero regresarán multiplicados por cinco en el momento en que los padres afirmen que el niño esta "enfermo". 

- Antecedentes médicos

Si el niño sufre frecuentemente otras enfermedades como gripes, fiebres, gastroenteritis o otitis, ten por sentado que las Cuentitis aparecerán mostrando la variante de síntomas parecidos a las enfermedades nombradas anteriormente. 

- Futura realización de eventos o actividades

Siempre y cuando el niño, en un futuro próximo que abarca desde días hasta pocos minutos, ha de ir a alguna actividad o celebración, siendo esta de ningún interés para la criatura, puede ésto estar precedido de la aparición de la enfermedad en cualquiera de sus variantes.

- Contagios grupales

Si en tu casa habitan varios niños, es posible que la Cuentitis se contagie de uno a otro con una rapidez pasmosa. También se han dado casos de contagios de padres a hijos o incluso de perros a niños. 


Tratamiento

Cada una de las variantes tiene un tratamiento distinto:

- La oreja explosiva

En este caso, lo más efectivo es preguntar repetidamente cual es la oreja que le duele. El siguiente paso es hacerle notar al niño que lleva diciendote que le duele una oreja o otra alternativamente. Finalmente, ponerle la chaqueta y llevarlo donde sea que tenga que ir. 

- El pedo atravesado

Esta requiere de una gran paciencia. Hay que tratar al niño como si sufriera la más grave de las gastroenteritis posibles, siguiendo las 5 normas de obligado cumplimiento:

- No comerás ni beberás nada que no sea arroz hervido y agua.
- No jugarás con demasiado movimiento.
- No saldrás a la calle por si aparece una grave diarrea.
- No te juntarás con tus hermanos o hermanas, ni hablemos de amigos, no sea que se de un contagio.
- Dormirás largo tiempo y visitarás el baño cada media hora aproximadamente cuando estés despierto. 

- La cabeza humeante

El dolor de cabeza se cura durmiendo en la oscuridad más profunda mientras los demás hacen cosas sumamente divertidas asegurando que el enfermo las oye.

- El cuento chino

Una vez el niño diga que se encuentra mal, pregúntale que es lo que le duele. Te dirá que le duele una parte de su cuerpo. Sea la que sea, pon cara de gravedad, como si te creyeras semejante cuento, y pregunta si le duele otras dos partes del cuerpo totalmente distintas. Por ejemplo: Le duele la cabeza? También le duele el pie y la barriga?
Cuanto te conteste afimativamente a los lugares que le has propuesto, pon cara de gravedad y empieza a enumerar todas esas cosas que no podrá hacer, que no podrá comer, y que no podrá visitar durante todo ese largo tiempo que tardará en curarse de tan grave enfermedad. Terminar esto con un "¿De verdad que te duele tanto?" con una voz dramática. Si sigue afirmando que le duele, proponer la cosa más aburrida del mundo "Pues a la cama, que si no no te vas a curar. ¿Que son las 4 de la tarde? No me importa, a la cama a curarse". 


Prevención

Siempre se dice que mejor prevenir que curar. En este caso, es muy cierto. Solo hay un modo de prevenir la Cuentitis, y es el no creerte la enfermedad y sobre todo, no aceptar la reincidencia. 

domingo, 7 de abril de 2013

40 pasos para sobrevivir a un yogur

Basado en una historia real sucedida el 25-10-2012...

NORMA DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO: que el niño, jamás, nunca nunca, alcance el yogur.

1- Elegir un sabor que al niño le guste, en este caso, de fresa.
2- Enseñárselo.
3- Volver a la nevera a sacar otro tipo de yogur porque ese, de golpe, ha dejado de gustarle.
4- Decirle las 3 opciones de sabor que normalmente le gustan para que elija: plátano, fresa o melocotón.
5- Que elija el de plátano.
6- Abrir el yogur, coger una cuchara y llevarlo a la mesa.
7- El niño te mira con asco, te dice que ese no es el que quiere.
8- Discusión filosófica sobre el sabor a plátano del yogur.
9- Ir a la nevera, coger los tres tipos de yogures y llevarlos a la mesa para que el niño decida.
10- El niño elije el que previamente te ha dicho que no le gustaba (de fresa).
11- Meter la cuchara que has usado con el yogur de plátano dentro del yogur de fresa.
12- Que el niño te arme la de Dios porque esa cuchara, en el mismo momento que ha acariciado el yogur de plátano, se ha contagiado de algo mortífero.
13- Vudú mental a la criatura mientras vas a buscar otra cuchara que no este envenenada con sabor a plátano.
14- La cuchara es verde. La cuchara nunca ha de ser verde. Solo vale la del osito.
15- Discusión filosófica sobre el color de la cuchara.
16- El niño filosofa mejor que tu y acabas en busca de la cuchara del osito.
17- Descubres que la cuchara del osito esta sucia.
18- Limpias la cuchara del osito.
19- Se oye un golpe. 
20- Game over. Has roto la norma de obligado cumplimiento. El niño a alcanzado el yogur y este ha muerto contra el suelo.
21- Riñes a la criatura. 
22- Miras el suelo y te preguntas cuantos salvadores del mundo darían a "like" en Facebook para ayudar a una pobre au pair si vieran semejante estampa. 
23- Vas a buscar un trapo, papel de cocina...
24- Limpias el yogur del suelo y lloras mucho al ver que entre las juntas del parquet antiguo que tiene la casa, el yogur se ha echo fuerte y no hay buen Dios que lo saque de ahí.
25- Vuelves a la nevera a por otro yogur.
26- Se te queda cara de culo al ver que ese era el ultimo de fresa que quedaba.
27- Ingenias en pocos segundos una gran estrategia publicitaria al nivel de la Coca-cola con tu ultima opción: el yogur de melocotón.
28- Después de varias coreografías musicales, de varios "Para los altos, para los bajos; para los que ríen  para los que lloran; para los que usan pañales, para los que van solitos al baño..." te das cuenta de que el niño en cuestión no va a querer comerse ese yogur como no cambies de táctica.
29- Estrujarte la cabeza para buscar una solución.
30- Ir a la cocina a por los fideos de chocolate para repostería y una golosina.
31- Prometer al niño que si se termina el yogur, le das la golosina.
32- Que ella te diga que no.
33- Sacar los fideos de chocolate del bolsillo con una cara tal que así:

y decirle un sugerente "Y si le echo de esto...?" con el mismo tono de voz que dirías:  "hola niño, quieres jugar a un juego...?"
34- Que al niño se le ilumine la cara y tu poner sonrisa de Joker creyendo que has ganado la batalla.
35- Echarle fideos de chocolate, que el niño coma un poco y te diga que esta asqueroso y que no quiere más de eso.
36- Que llegue la madre de la criatura y le de el yogur que tan asqueroso esta en menos de dos minutos. 
37- Comerte el abierto y olvidado yogur de plátano mientras te santiguas, lloras y te preguntas porque te metiste a au pair.
38- Que la niña le pida a su madre un yogur de plátano.
39- Que la madre se lo de y la niña se lo coma.
40- Irte a tu cuarto llorando a hacer la maleta para volverte a tu casa, donde solo se compran yogures naturales azucarados. 

viernes, 8 de marzo de 2013

El bolso de una au pair

(esta entrada fue escrita en octubre del 2012)

El otro día salí a tomar un café improvisadamente con unas amigas por la tarde. En un momento dado, le pedí a una de ellas que buscara en mi bolso, que yo tenia pañuelos. Su cara de escepticismo al sacar un peine de la Barbie fue todo un poema. Yo aun doy gracias de que fuera eso lo que encontrara, y no las bragas y calcetines limpios y dobladitos tamaño 2 años que rondaban el fondo. Falta decir que esa chica no era au pair, porque las demás (que si lo son) no se sorprendieron lo más mínimo. Tengo que reconocer que eso me consoló y me hizo pensar que no era tan rara.

Porque no se vosotras, pero yo salgo bastante de casa con mis niñas, y para esas cosas tengo el "bolso de a diario", que es el que uso también cuando quedo con mis amigas de este modo. Y me llevo todo lo que este contiene, que es lo normal: la cartera, las llaves, un paquete de pañuelos... Y lo que lleva alguien que va con niños: toallitas, galletas...

Así que hoy y para vuestro disfrute, voy a haceros una lista de que y porque llevo en el bolso de "a diario". Añado que ahora mismo estoy con el bolso delante, a puntito de sacar las cosas una a una para escribirlo.

1) Cartera, llaves, móvil español, móvil alemán - kit básico de supervivencia para cualquiera al salir de casa.
2) Pañuelos marca Tempo, del DM. 5 paquetes. Tres de ellos empezados. Y a las que me pregunten que si es mucho, les diré que nunca, y repito, NUNCA llevas pocos pañuelos cuando llegan los mocos a casa cuando hay niños. 

3) Un paquete de toallitas de viaje marca Saubär (nombre del cual, cuando ya sabes un poco más de aleman y pillas el doble sentido del nombre de la marca, te pasas una tarde entera con la risa tonta), con olor a frambuesa. Multiusos. Tal te limpias tu las manos, como las limpias a un niño, como limpias una nariz despellejada, como un culo. Para todo valen. Incluso para dársela a la peque para que esnife mientras haces cola en la panadería.
4) Un libro de Lieselotte, que para los no metidos en el tema, van de una vaca que hace cosas muy raras. Y son pequeños, cosa importante teniendo en cuenta que tu bolso no es el bolsillo de Doraemon.
5) Un paquete de galletas de mantequilla marca Rewe. Abierto y por la mitad. 
6) Un zumo pequeño (nunca se sabe cuando a un niño de 2 o 5 años le dará sed).
7) Una bolsita de plástico con unas braguitas y unos calcetines tamaño mini y de color rosa. Con la de entradas escatológicas que rondan el blog y después de explicar la operación pañal que he sufrido de un hijo ajeno, creo que sobran las explicaciones del porque de este articulo en mi bolso.
8) Una agenda. Para apuntarme, entre otras cosas, con quién y a que hora a quedado cada niña con sus amigos (que tienen más vida social que yo, no veas), para no llevar a la peque a casa del amiguito de la mayor y saber el nombre del niño en cuestión al llegar a su casa.
9) Un paraguas. Para rellenar, no os creáis, que usarlo no lo uso. Ni siquiera cuando llueve. Cosas que te contagian los alemanes...
10) Tus guantes y un gorro, si no los llevas puestos. 
11) Un muñeco de lego de Star Wars (no se que hace aquí, pero podemos imaginarlo)
12) Un guante ajeno del tamaño, calculando a vista de pájaro, de la pequeña (tampoco tenia idea que esto estaba aquí)
13) Los horarios del bus, arrugados a más no poder (de no usarlos, así me va)
14) Acabo de encontrar mi pulsera perdida desde hace dos meses.
15) Y por ultimo... Tengo el fondo lleno de caramelos desperdigados. Para sobornar en caso de necesidad.


Espero que alguien me diga que lleva cosas más raras que yo en el bolso desde que es Au pair. Me subiríais mucho la autoestima.


PD: Hoy, dos meses después de dejar atrás mi vida de au pair, encontré ese mismo muñeco de lego en mi bolso, cosa que me hizo recuperar esta entrada. Y al llegar a Barcelona encontré la bolsa con las braguitas y los calcetines rondando mi maleta, ahora ya enviados de vuelta a Alemania con unos regalitos para mis niñas. Ah! Y sigo llevado toallitas en el bolso. Me da pánico sacarlas después de todos los usos que les he dado durante este año.




domingo, 23 de diciembre de 2012

Cosas que pasan en las despedidas (parte 2)

Con los niños pequeños, es complicado explicarles que te vas. Y que no vas a volver a vivir en casa. Ellos viven en un mundo muy pequeño, que consta de su casa, la guardería, padres, amigos, familiares... y tu. Y no lo pueden entender. Es algo así como "¿Llevas aquí la mitad de mi vida y ahora te vas sin más?". Es duro y es un gran cambio para ellos.

Con mi niña pequeña, que cuando llegue hacia la friolera de 5 días que había cumplido los 2 añitos, y ahora al irme estaba a punto de cumplir los 3, he estado casi toda su vida con ella, 6 horas al día de lunes a viernes (sin contar comidas, cenas, lectura de cuentos nocturnos y vida diaria en general). Para ella, el cuarto de arriba es mi cuarto (¿de quien va a ser si no?), así como el sitio de la mesa para comer, o las cosas que yo hacia con ella. Por esa razón, fue complicado explicarle todo esto. Y me consta que a día de hoy aún pregunta por mi o sube por la tarde arriba para avisarme a cenar. Os voy a poner la conversación que tuve con ella (y que creo que no voy a olvidar nunca, por que no decirlo). Esta surgió espontánea unos 10 días antes de que yo me fuera. Pensar que a pesar de que yo lleve diciéndole a las niñas que me voy a ir en un tiempo desde el primer día, ella es muy pequeña para entenderlo.

No es que la niña se exprese tan divinamente, pero os lo escribo bien para que lo entendáis:

(...)

ELLA: ¿donde vas?
YO: A mi casa.
ELLA: Pero entonces no te vas porque eso esta arriba.
YO: No, me voy a mi casa de Barcelona.
ELLA: Ich komme mit (esta la pongo en alemán porque le salio del alma a la criaturita. Quiere decir un: "yo voy también", o al menos esa es la esencia)
YO: Pero tu no puedes venir.
ELLA: ¿porque?
YO: porque tengo que irme con mi mamá y mi papá, porque ya me echan mucho de menos, y tu tienes que quedarte aquí con tu papá y tu mamá, porque sino te echaran de menos a ti.
ELLA: pero estás aquí para comer después.
YO: no cariño, me voy en unos días y volveré en verano, cuando haga muuucho calor y podamos ir a la piscina.
ELLA: pero duermes arriba.
YO: no bicho, dormiré en Barcelona, en mi otra cama.
ELLA: y cuando te vas?
YO: después de que vayas con la Taggesmutter al bosque y desayunemos (al ser tan peques no entienden el paso del tiempo y las distancias, y les mides estas cosas comparándolas con otras que ya conocen, en plan "como de aquí a la panadería", etc.)

Pausa en la que se quedo pensando y con cara seria...

ELLA: yo no quiero que te vayas a Barcelona.
YO: ya, pero me tengo que ir con mis papás.

La bicha se quedo aquí meditando, porque esa última frase es la que les dice la Taggesmutter (la de la guardería) cuando los vamos a buscar y no se quieren ir. Y para demostrarme lo pequeñaja que es y lo pequeñito que es su mundo, y para que me echara a llorar yo cual tonta, me pone morretes, cara de pena y me suelta un tierno...

Y cuando vienen tus papás a buscarte?

Porque chicas, las despedidas con los niños son duras, y más cuando le tienes que explicar que te vas, y ellos en su pequeño mundo no lo pueden entender. Queramos o no, somos parte de lo que es su vida, y los dejamos, en cierto modo, un poco huérfanos.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Lo que no mata, engorda

Hoy os voy a presentar una receta de cocina que todas las au pairs de este mundo tenéis que conocer. Empecemos:

El Bizcochón

Ingredientes:
- 200 gr de azúcar
- 600 cl de leche
- Un limón y una naranja.
- 500 gr de harina con levadura incluida.
- Otro paquete de harina, de los grandes.
- Huevos.

Preparación:

Juntar a tres au pairs y una exaupair con la intención de hacer un Roscón de Reyes en casa de una de ellas, con tres niñas que ronden los 2 / 12 años, un domingo por la tarde y sin padres a la vista. Es esencial que ninguna de ellas sea especialmente dotada para la repostería,  y sobretodo, que ninguna de ellas sepa ni la receta, ni como hacer un roscón de reyes.
Una vez esteis listas y preparadas, buscar la receta en google. Después buscar dos más y combinarlas sin criterio alguno. Ahí es cuando os daréis cuenta que eso del roscón de reyes es muy complicado, pero como ya habéis comprado los ingredientes... Oye, que no tenéis nada mejor que hacer.
Así pues, empezar con una de las recetas elegidas. Echar toda la leche del tirón en un bol grande, y la mezcláis con los huevos y la harina, que aunque en el max-mix-receta que habéis leído ponga que echéis 400 gr, echarle los 500 gr que tiene el paquete, mejor que sobre que no que falte.
Por otro lado, que una de las au pairs se lleve a las niñas a una distancia prudencial a conseguir la ralladura del limón y la naranja. 
Y la au pair que no este haciendo nada, que se ocupe de hacer la "masa madre", que consiste en 70 gr de harina mezclados con 4 cucharadas de agua. Cuando veáis que con 4 cucharadas eso no cuaja ni se hace masa ni bola, echarle agua al gusto hasta conseguirlo. Una vez tengáis una bola pegajosa de masa, ponerla sumergida en un bol con agua caliente, a la espera de que se hinche.
En este momento, la masa general de leche y harina no tiene que tener buen aspecto y ha de contar con tropezones y cosas flotantes, pero de todos modos, se le echa la ralladura de limón y naranja.
Seguidamente, dejar de inventar cosas y consultar las otras recetas en Internet  Daros cuenta que cada una lo hace como le sale de las narices... Y partiendo de esa base, interpretas que eso has de hacer tu. Improvisas. Grave error.
Pasada media hora, cuando veáis que la masa madre sumergida en agua esta tal y como la dejasteis, que eso de augmentar de tamaño no es para ella, hacer un pensamiento y echarla a la masa general, que total, ya se mezclaran.
En este momento ha de convertirse en una masa acuosa como con pegotes pegajosos y los grumos que ya contenía  Si así es, es que vais por buen camino.
Y en ese preciso instante, un ángel bajará del cielo, y os dará la idea de echarle más harina, para que tenga más consistencia.
Y entonces le echáis un medidor de harina...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Y otro...
Probarla y daros cuenta que ha menguado mucho el sabor. Echarle un puñado de azúcar, al gusto.
Seguir echando harina... Unas 8 veces más.
Y después echar otro huevo, a ver si así se arregla el estropicio.
Y echar harina unas 5 veces más.
Cuando por fin os pispeis de que no por más harina que le echéis eso empezará a parecer una masa, daros por vencidas, echar esa "masa" en dos moldes (eso si, semos profesionales y ponerle margarina y harina para que no se pegue) y al horno, que habréis puesto previamente a calentar a 200º, pero bajarlo a 160º al meter ese invento que habéis echo.
Dejarlo ahí .. mas o menos el tiempo que tarde en tostarse y cocerse. Y no os asustéis.  Va a subir... poco y lentamente, pero lo hará.

Cuando lo saquéis del horno, podéis probarlo y comprobar que, a pesar de todo, se puede comer y huele bien. Peeeeeeeeero, no sabe a nada. Es más insípido que un cacho de corcho. Así que hurgar en los armarios, y echar encima lo que encontréis. Preferiblemente chocolate de cobertura, o azúcar glas... Lo que surja.

Y aquí tenéis vuestro bizcochón, que no es ni un bizcocho ni un roscón, pero que te hace reírte hasta la saciedad y pasar una de las mejores tardes de domingo de trabajo de la historia de ser au pair.

AVISO: Para comerlo, tienes un margen de dos horas justo después de sacarlo del horno. Después... bueno, siempre podrás usarlo como arma de defensa, porque puedes abrirle la cabeza a alguien con él.


martes, 13 de noviembre de 2012

Cuando dije digo digo Diego.

No se si cuando eres madre esto también lo haces, pero desde luego, al ser au pair cambias tu vocabulario de forma asombrosa. Por exigencias del trabajo, no por gusto, se entiende.

Porque esta claro, delante de los niños no puedes soltar un caguentó' lo que se menea como Dios manda.
Cambias los "Coño" a grito pelado cuando te quemas cocinando por un "Mecachiiiisssss" bien susurradito, los "la madre que lo parió" por "que maleducado!", y los "Métete en la jodida bañera de una vez" después de siete avisos y cuatro suplicas para que el retoño te haga caso, por los "Por favor Menganito, métete en la bañera o me enfadaré de verdad (porque esta claro que enfadarse de mentira no es tu estilo...)".

Y no solo eso. Empiezas a utilizar diminutivos de tal forma, que nada tendrías que envidiarle a Ned Flanders:  que si trae el vasito, que si donde esta tu pantaloncito, que si no queda zumito... Normalmente eso lo haces después de más de 5 horas seguidas de cuidado de niños, cuando compensas el tono de mala leche de tu voz con diminutivos a diestro y siniestro, sin medida ni control.

Y cuando crees que has llegado a tu limite te cambiar vocabulario y decir cosas estúpidas  te ves un soleado día de Noviembre (con 5º, pero soleado) en la parada del bus con una niña de 2 años y diciendo cosas como: "Y el perrito como hace?? Y la vaca??", y si, tu también te pones a mugir como alma poseída por la mismísima Vaca que Ríe de El Caserío (la de los quesitos vaya), mientras la señora de al lado te mira preguntándose que narices te has metido en vena.

Pero claro está, que es más importante que los niños sepan imitar a toda la fauna conocida y por conocer, a que vayan diciendo un caguentó' lo que se menea como Dios manda. Mejor que les imiten a un burro. Perdón; a un burrito.

PD: Os dije hace días (semanas probablemente...) que había creado un twitter para el blog. Pues estoy a un tropiezo de borrarlo, porque no consigo de ninguna forma poner un timeline aquí (si alguien sabe... Por Dios que me diga como), y solo consigo poner un link extraño, como podéis ver si pasáis la vista por vuestra parte derecha de la pantalla. En fin, consejos, ayuda... todo me vale ahora mismo.


viernes, 2 de noviembre de 2012

Cuando una revive los 6 años

Después de todos estos meses, he llegado a la conclusión de que a veces, rebajarse al nivel de los niños funciona más que intentar darle una charla sobre el bien y el mal.
Y ojo!, no me malinterpretéis: yo nunca me pondría a darles patadas mientras lloro como un cochinillo, ni a chillar eso de "mamaaaaaaaaaaaa" como si los estuvieras degollando cuando en realidad lo único que has echo ha sido cortar su carne cuando ellos, así, sin previo aviso, han decidido que querían hacerlo solos. 
Me refiero a que a veces has de viajar a tu más tierna infancia y pensar: "¿Que le contestaría yo si tuviera 6 años?".

Y eso exactamente es lo que he echo. 
Resulta ser que mi niña mediana, de 6 años, ahora que ha empezado el colegio, ha descubierto un nuevo abanico de frases e insultos sin sentido que te suelta como si fueran la cosa más graciosa del mundo. Todo empezó un día  que me vio comer paté, y como a ella no le gusta (y por extensión, esta asqueroso y si lo comes es que tienes un problema mental), me soltó con una risa: "Estas bala-bala" (mientras se tocaba la cabeza con un dedo). A los no iniciados, ese traduce como un: "estas loca". 
No le di importancia, ni siquiera le contesté, no creí que valiera la pena molestarse.
Pero últimamente ha aprendido LA frase. Y lo pongo en mayúscula porque si la oyes una vez, pues bueno, pero dicha cada vez que te ve, a cada momento, a cada cosa que haces (tu o cualquiera)... cansa. 
La frase cojonera en cuestión es algo así como (y dicha con un tonito repelente y como si fuera una musiquita): "Cola, Fanta, Bier, Bala-Bala hier, bei dir". Lo que viene siendo en la lengua de Cervantes: "Cocacola, Fanta, Cerveza, "bala-bala" aquí (mientras se toca la cabeza, osease, loca de aquí, de la cabeza), para ti (y te señala).". Un encanto de frase, como podéis ver.

El tema esta en que al principio pasaba, pero al ver que eso solo iba a más, empezamos (yo y los padres, que ellos tampoco se libran de esa frase a cada momento) a contarle que eso estaba mal, que era feo de decir, que no se lo tiene que decir a la gente porque a ella tampoco le gustaría que se le dijeran... Y valió de lo mismo que si le bailara una jota y los padres tocaran la zambomba a juego, incluso empeoró cuando la pequeña de dos años, que ahora esta en esa etapa de plagiar todo a su hermana, empezó a hacerle los coros.

Y me harté. Y los métodos educativos aupairiles estándar y reglamentarios se fueron al carajo. 
Así que una buena noche, mientras estábamos todos cenando (y haciendo la lista de la compra), dije que por mi podían comprar pizza de champiñones, que a mi me gustaba, cuando la niña empezó con el ya conocido...

ELLA: "Pizza de champiñones? Cola, Fanta, Bier, Bala-Bala hier bei dir! jajajajaja"

Yo la miré con la cara más seria que podía poner, la mesa se quedo en silencio a la espera de la charla del bien y el mal, se empezó a oír la musiquita esa del oeste de tiruriiiiiiiiiii, y le solté un seco:

Quien lo dice lo es, el mundo al revés.

Si, educación power. El caso es que la niña se quedo callada, sin saber que contestar, y empezó a llorar. Y la madre la miro con cara de mala leche acumulada y le dijo un "Te lo has ganado, eso te pasa por decir cosas feas, que al final pierdes". 

Y desde ese momento, el "Cola, Fanta, Bier..." solo se escucha cuando se hace la lista de la compra, sin el tono repelente y por separado.

domingo, 30 de septiembre de 2012

..... puedes venir un momento?

Si una de tus niñas (recalco, NIÑA, en femenino, excluyendo los chicos, todos ellos) tiene entre 10 y 14 años, te dice eso desde el baño, con educación (demasiada, se entiende), y con media voz de susurro... Ir preparadas para cualquier cosa.

Cuando leáis esto os pensareis que soy tonta, porque ahora de lejos, una intuye. Pero en el momento, 5 horas enteras de paseo por el monte con las niñas, dos de ellas de 2 y 6 años, intentando cocinar algo decente y con un resfriado del copón, no se te pasa eso por la cabeza. Y que queréis que os diga, con 11 años, en mis tierras una era un poquito precoz. Y entre que yo estaba obtusa y el castellano de las niñas tiene sus limites...

Y voy a contároslo ya, que aun ni sabéis de que os estoy hablando.

Os transcribo el dialogo literalmente, para que no haya confusiones:

NIÑA DE 6 AÑOS: La (niña mayor) dice que si puedes ir arriba.
YO: que baje ella que ahora no puedo.
NIÑA DE 6 AÑOS: Esta en el baño y no quiere.
YO: si voy se me queman las salchichas, no puedo.
NIÑA DE 6 AÑOS: pero dice que es urgente.
YO: (a grito pelado) QUE PASAAAAAAAA????
ELLA: (momento de silencio)... Puedes venir un momento? (momento de silencio).... Por favor?.
YO: no puedo ahora.
ELLA: (momento de silencio)... es muy urgente.
YO: (bastante estañada y cabreada, paro el fuego de las salchichas y me encamino para el baño de arriba, acordándome de la madre de la criatura, y entro al baño). Que pasa?
ELLA: tengo un problema.
YO: yo también, son las 2 y aun no hay la comida echa, ¿que pasa?
ELLA: es la sangre.
YO: Que sangre?
ELLA: la de ahí.
YO: donde hay sangre?
ELLA: ya sabes, ahí.
YO: ahí donde?
ELLA: (señala el baño) Ahí.

Y en un momento se te enciende la bombilla y tu mente te lleva a tus 13 años, y te retumba en la cabeza ese anuncio tan guai de la epoca...



Una que empieza a atar cabos, niña con 11 años, con sangre, ahí, baño, urgencia... la cara pasa de color blanco a verde, de verde a morado, de morado a blanco y dices la genialidad de...

YO: pero ahí... que sale de ahí?

Darme un aplauso. Lo merezco, lo se. Y tres collejas. También me las merezco, me las he ganado a pulso.
Después de semejante genialidad, una se centra, le entra la vena adulta y empieza a informarse a modo rápido para entrar en situación.

YO: pero es la primera vez?
ELLA: si...
YO: y te ha pasado ahora o en el colegio?
ELLA: ahora...
YO: bueno pues no pasa nada mujer, es normal.
ELLA: lo se pero hay mucha sangre, no me gusta la sangre.
YO: (pensando: pues estamos listas...). No pasa nada, que la sangre es muy escandalosa pero no es tanta.
ELLA: creo que mama dejo en el armario de la esquina algo por si pasaba esto.

Voy al armario de la esquina, busco y busco y encuentro un paquete de compresas.

ELLA: y esto como se pone?

Hago una explicación técnica del asunto, en plan "déjame a mi que soy ingeniero"...

ELLA: y cuando me lo quito?
YO: tienes que cambiártelo varias veces al día.
ELLA: menudo rollo...

Y lo que te queda. Eso es lo que pensé  pero puse una sonrisa en la cara, no le vas a contar ahora las maravillas (notese la ironía  de ser mujer, y como acabas queriéndolas taaaaaaaaaaanto cuando van pasando los años.

Y en ese momento oigo un grito abajo seguido de un golpe, le pones una sonrisa y le dices un: "si necesitas algo más me llamas", y vas a pacificar a las otras dos niñas.

Se que son cosas que pasan, pero no se porque me tienen que pasar a mi.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Esas pequeñas cosas de au pairs.

Todas las au pairs de este mundo hacemos cosas similares que nos caracterizan. Todas. Independientemente de su nacionalidad, edad o sexo. No se libra una (y si os librais de todas es porque algo, algo gordo seguramente, estais haciendo mal).
Ya he hablado anteriormente de la tendencia a parecer un orco, asi como de los métodos educativos alternativos. Estas que explicaré ahora son cosas más sutiles, pero que demuestran que eres au pair, para bien o para mal.
Siendo asi, voy a dividir esto en apartados:

Au pairs con niños de 0 a 2 años:

- Hablar como si estuvieramos con una sobredosis de... de imbecilidad, porque no tiene otro nombre. Ya sabeis, poner voz de gilipollas y decir cosas de un nivel educativo cual, que haria levantarse de la tumba a la propia Maria Montessori. Lease los tipicos: "Que mi bebiiiiiitoooo se rieeeeeee??!!, que mi bebitooo se riiiiiieeeee??!! Ay!! que te como la nariz!!". Ya sabeis, esas cosas.

- Creer en Dios. Ninguna au pair que se precie puede entender ni dar una explicacion cientifica a porque de un cuerpo tan pequeño, salen tantos residuos, de cualquiera de sus agujeros.

- Recogerse el pelo asiduamente. Si una au pair llega a su nueva familia con el pelo suelto, y a la semana ves que su coleta esta ahi en estado permanente sea la hora que sea y bajo cualquier circumstancia, es porque tiene un niño de esa edad, que ya sabemos las ganas que tienen de imitar Tarzan con tu pelo.

Au pairs con niños de 2 a 4 años: 

- Llegar al curso de idiomas, fiestas, salida de fin de semana o cenas, con detalles decorativos sutiles asi como tiritas con dibujos de piratas o de Bob esponja (y si no hay tanta suerte de Dora la Exploradora), con rayones de color verde en el brazo, que empiezan a la altura de tu cuello y terminan donde la uña del dedo meñique, pulseras de cuentas gigantes en forma de corazón, collares de macarrones... Esas pequeñas cosas.

- Cosas impensables de reconocer (por eso de tu perdida inmediata de la dignidad) antes de esta experiencia, como llegar a decir publicamente que has comido sopa con pasta en forma de dinosaurios a la triste edad de 20 años (elegida, comprada y cocinada por ti), o meterte en una piscina de bolas (de lado, claro esta, que de frente no cabes) y disfrutar más que las niñas...

- Ser capaz de convertirte en la mujer araña, con 8 brazos. Esta habilidad se adquiere o bien comiendo al lado de la criatura... o cambaindo pañales: con una mano se sujeta la criaturita, con otra sus manos para que no le de por tocarse donde huele que alimenta, te fabricas una mano a lo Robocop para limpiar culos y aun te sobran extremidades para sujetar toallitas, pañales y posibles objetos arrojadizos de las cercanías.

- Buscar en Youtube y escuchar canciones infantiles por voluntad propia. Y dice esto una que mientras escribe esta entrada se inspira escuchando esto y esto. (y se que un alto porcentaje de los que leéis esta entrada habéis dejado la canción después de darle al link... y si no lo habéis echo es que no tenéis corazón).

Au pairs con niños de 4 a 8 años:

- Tu habitación parece un expositor de manualidades regaladas. Muchas fabricadas o ideadas por ti. 

- Eres un experto en vocabulario estudiantil: que si Kinergarten por aquí, que si Grundschule por allá, que si la radiergummi en forma de fisch, que si la Frau SabeDiosQue (sabes que jamás de los jamases lograrás decirlo bien), que si la Rucksack extraña todoterreno marca Scout (algunas me entenderéis, lo sé), que si los Hausaufgaben y los ya famosamente conocidos libros de Leselernen.

- Las horas, el alfabeto, así como el vocabulario matemático básico (todo esto en alemán) y el uso de plumas (que aquí los niños escriben con pluma, tocatelos), deja de tener secretos para ti.

- Descubres la capacidad alemana de asalvajar a los niños en el Kindergarten, y te vuelves suma domadora de malas actitudes que de ahí te traen.


Au pairs con niños de 8 a 14 años:

- Como buenos preadolescentes porculeros, tu actitud muchas veces no es de au pair: es de sargento del ejercito. Cambias el "Bitte (...)" a todas horas por el "Du muss JETZT (...)".

- Deseas la muerte con sufrimiento repetidas veces de los amigos de tu niño cuando vienen a casa. Con demasiada frecuencia. Varias veces por minuto.

- Pasas momentos por los que no estas preparada moralmente: no reírte cuando te hablan del "novio", explicación técnica del uso de una compresa porque a la niña le ha venido la regla y eres la única adulta responsable en el momento en casa (tengo que hacer una entrada de esto...), miraditas cómplices sobre el uso familiar no aprobado de la sanwichera, intentos de soborno para evitar el chivatazo paterno... Esas cosas que no sabes si ir contra el enemigo o unirte a él (sobretodo si el soborno es suculento).



Veréis que teniendo una niña de 2, una de 6 y una de 12, mi vida es una fieshhhhhhta continua, y sin fin.

sábado, 8 de septiembre de 2012

¿¿Waruuum??

Puedo afirmar que la etapa del "NOOOOOOOOO" en mi niña pequeña esta superada.
Ahora estareis pensando: que bien, que alegria, que bien debes estar ahora... Verdad?. Pues para nada. Ahora es peor.

Hemos llegado a la etapa del "Warum??", lease, la del "Porque?". Y ya no puedo más. Ahora las conversaciones son así, todas:
YO: Tienes que comer más espaguetis.
ELLA: Waruuuum?
YO: Porque no has comido apenas.
ELLA: Waruuuum?
YO: Porque no quieres abrir la boca.
ELLA: Waruuuuuum??
......

Y así seguimos. Encima no dice un seco "Warum?", no no, que va, lo dice como con musiquita, en plan "Waruuu(subimos una octava) uuu (bajamos una octava) uuuum?", lo que me saca de quicio de una forma impensable. Voy todo el dia con el "warum" en la cabeza.

Pero me he dado cuenta de que ya lo dice por método, ni siquiera escucha lo que le estas diciendo. Así que el otro día ya estaba tan harta de warum warum warum warum warum a todas horas, que sin comerlo ni beberlo, encontré la solución a tanto warum. Así fue la cosa:

YO: Por favor deja de gritar.
ELLA: Waruuu uuu uuuuum?
YO: Porque me molesta.
ELLA: Waruu uuu uuuum?
YO: Porque no me gusta que chilles.
ELLA: Waruuu uuu uuuum?
YO: Porque el sonido de tu voz tiene una amplitud de onda superior y una frecuencia sumamente alta, lo que hace que tu voz sea especialmente molesta a los oídos de la gente cuando chillas gracias a su alto volumen y tu agudez y cuando estas ondas oscilan cerca de mi tímpano son sumamente molestas e inaguantables, lo que hace que odie con todo mi corazón cuando gritas. Entendido?
ELLA: ........Ja (lease, si, en alemán).
YO: Pues a hablar bajito por favor.

Así que el truco esta en hablar tanto, tan rápido y con palabras tan rebuscadas que se te quede mirando con cara de "que-me-esta-diciendo-esta-loca", y se calle.

A ver lo que me dura el truco, porque ya no se me ocurren explicaciones medio científicas sobre cosas como "porque el agua moja" o "porque al puzzle le falta una pieza".

Dicho esto... darme fuerzas, porque ya estoy desquiciada.
El otro día le dije a mi profe de alemán, mi querida Frau Göerner, que si sabia donde poder hacer una fotocopia por allí cerca, y cuando me dijo como respuesta: "Warum?", se me salieron los ojos de las órbitas mientras me aparecía un tic nervioso y por poco estuve de hacer una matanza al mas puro estilo cowboy con los indios.

Voy a desarrollar un trauma como no le pase rápido esta etapa.

martes, 21 de agosto de 2012

Eso pregúntaselo a tu madre

Confieso que a parte de la pequeña diablillo de dos años, tengo dos niñas más a cuidar. Una ya es mayor y no da trabajo (según se mire, porque también tiene sus momentos de preadolescente porculera total), la otra tiene 6 años y da "poquito".


Así que como comprenderéis, no me imaginé nunca lo que seguidamente explicaré.
Estábamos comiendo las cuatro, entre charlas de como ha ido la mañana y frases de "la cuchara no es una arma arrojadiza", "los fideos no son para usarlos de pajita para beber", etc a la pequeña, la mediana me dice: "Hoy en casa de Simón hemos jugado a Mamas...". Conversación normal, hasta que...

"... y el no sabia que los bebes salían de la barriga de las mamas. Yo le he explicado que si pero él decía que no porque eran muy grandes para entrar ahí, que en la barriga de su mama  no cabe ningún bebe. Yo le he dicho que las mamas se ponen muy gordas y si les cabe un bebe, pero el me ha dicho que por donde entraba, y yo no lo se. Mama dice que un bebe no solo lo hace la mama, que el papa también ha de ayudar, ¿Pero como ayuda un papa a hacer un bebe?".

A mi en ese momento casi se me atragantan los fideos. A mi la mayor me habla de los chicos y bla bla, sin problema, la madre es muy clara con ella y yo también... Pero hasta que punto le puedo contar yo a la cría de 6 años?

Y en ese dilema me vi cuando empecé la siguiente conversación:

Yo: Pues se conoce que los papas han de ayudar, porque los bebes se hacen con la mitad de papa, y la mitad de mama.
Ella: ¿Y como papa pone su mitad en la barriga de mama? (jodida la niña...)
Yo: veras... cuando una mama y un papa se quieren mucho y quieren tener un bebe...
Ella: eso me lo contó ella hace tiempo (señalando a la niña mayor. Yo que suspiro quitándome un peso de encima hasta que...) Que los papas se dan muchos besos y hacen luces en la cama y puuum!!, Mama se pone muy gorda y tiene al bebe. Lo vimos cuando jugamos a los Sims.

Genial, genial, genial. Así me quedé. Y seguí...

Yo: bueno veras, no es así como pasa, piensa que los Sims es un juego, no la verdad. Papa y mama no hacen luces en la cama.
Ella: pero si se dan besos.
Yo: Si, claro, se dan muchos besos.
Ella: Entonces si Simón me da un beso me pondré muy gorda y tendré un bebe?? Yo no quiero ponerme gorda y tener un bebe!!

Aquí me empecé a desesperar.

Yo: No, claro que no, has de ser mayor para poder ponerte gorda y tener un bebe, y los bebes no se ponen en la barriga con los besos.
Ella: y como entonces? (aquí estuve tentada a sacarle el cuento de las abejas y las flores, enserio).
Yo: mira pues papa pone un trocito suyo dentro de mama...
Ella: que trocito, un dedo?
Yo: no, un dedo no ( o si segun se mire, sinceramente no quiero saberlo XD), unas cositas como bichitos que tiene papa.
Ella: Y donde los tiene?
Yo: (a punto de suicidarme) En el pene los tiene.
Ella: pues yo no le he visto nunca bichitos en el pene a papa.
Yo: Claro porque los tiene dentro, como si los tuviera dentro de la barriga. Entonces pone esos bichitos dentro de mama, y uno de esos bichitos se junta con otro bichito que mama tiene en la barriga y de ahí va creciendo un bebe. Y cuando esta grande, el bebe sale.
Ella: ah... pues es muy raro...
Yo: un poco.

Y aquí acabo todo... hasta que llego la madre. Estamos tomándonos un cacho de pastel que había traído cuando la niña cándida le suelta:

Ella: (yo) me ha dicho hoy que los bebes salen de unos bichitos que tiene papa en el pene y que pone dentro de tu barriga, y que crece y crecen y buuuuuuum!! (que manía tenia con los buuums, ni que el parto fuera una explosión en plan Pulp Fiction), sale un bebe!

La madre me mira y bueno... Os pondré una ayuda visual de mi reacción en esos momentos:


Y la madre se empieza a reír y me dice: "Bien explicado si señor" mientras sigue riendose como una loca. La niña, sin entender nada, se pone a pensar y me dice:

Ella: Entonces... si la mama tiene dos bebes en la barriga, cuantos bichitos ha de sacar papa de su pene?

Entenderéis ahora mi reacción cuando le dije un claro y cortante:

Eso pregúntaselo a tu madre.

martes, 10 de julio de 2012

Aaaaaah una rataaaaaa!!



Queda confirmado. En métodos psicopedagogicos no me gana nadie.

Yo en la cocina, cocinando. Las niñas pacíficamente jugando al lado. Una le quita una cosa, la otra le pide "bitte" que se la devuelva. La otra la ignora. Aviso nº1 de la au pair que haya paz. El bicho numero uno se empieza a cabrear. La ladronzuela decide que eso es suyo desde el momento que ha puesto encima sus pequeñajas manos.  La primera le da sin-querer-queriendo un golpe con un plato de juguete a la ladronzuela. Aviso nº2 de la au pair que haya paz. La ladronzuela se levanta y "pisa" sin-querer-queriendo a la primera. La primera chilla y le da un guantazo. Aviso alto y claro de la au pair que haya paz. 

Empieza la lucha libre. Las trenzas siguen enteras de milagro entre tantos tirones, no sabes donde termina una niña y empieza otra, no sabes que pescuezo coger para parar eso, cuando de pronto, como acto desesperado y a voz de grito...

AAAAAAAAAAAH UNA RATAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!

Oiga usted, mano de santo. Las niñas de un bote pegadas una a cada pierna, y en silencio. Al momento cada una castigada en una silla, haciendo pucheros sin entender como han terminado de una maravillosa escena al mas puro estilo Pressing Catch a donde están ahora. Paz durante el resto del día.

Me diréis a mi que (modestia aparte) una no es un genio.


PD: añado que jugué con malicia y puterío. Yo he llegado a tener ratas (de esas pequeñas) de mascota, pero a las niñas les da grima y miedo y en fin... a falta del Coco... buenas son ratas.

sábado, 2 de junio de 2012

Operación pañal

Aviso antes de nada, que esta entrada, como podéis suponer y hablando de pañales, es un poco escatológica. Dicho esto...

De los creadores de "Como armar la de Dios es Cristo", presentamos "Operación pañal".
Sabéis que tengo una HK de dos años. Los terribles dos, en efecto.

Y como no, llegó el momento temido: quitar el pañal. Juro y perjuro que hubiera preferido mil veces seguir limpiando culos con mierda espachurrada; ahora hago eso, pero encima me toca o bien recoger mojones que se han caído fuera (si hijas, la puntería no es una de las cualidades de esta preciosa criatura rubia) o limpiar el restregón en la tapa del váter (si, en la tapa, como bien leéis), y cambiar pantalones y bragas meados entre discusiones de "que no están con pis porque no me he echo pis encima porque yo lo valgo y olé".

Una maravilla, como podéis ver.

Y entre todos estos, permitirme explicar los mejores momentos de esta experiencia única que me hace recordar el porqué no quiero tener hijos hasta dentro de unos cuantos años largos y arduas terapias psicológicas preparatorias:

- La mierda voladora

Si. El truño voló. Literalmente. La sucesión de acciones fue tan rápida que ni lo vi venir: niña apretando con toda su fuerza para sacar el ente oscuro - Niña feliz porque ya salía - Niña emocionada por ver su creación - niña que se levanta de golpe encima del taburete de delante del váter para mirar aquello flotar - Niña que no ha calculado la velocidad de la caída vs. la fuerza aplicada en echar lo echable - Gran truño que sale disparado cual perdigón del culo de la criatura justo cuando se esta girando a la velocidad de un velocirraptor - Mojón volador - Au pair con una cara similar a la que sigue el texto (pelos mañaneros incluidos) mientras ve caer eso cual cohete Columbia de la NASA:


Niña con cara de "oh!"  y con una sonrisa de "anda mira, se ha escapado jajaja". Au pair con cara de Mourinho diciendo "¿Porque?¿Porque?".

- Fomentar la independencia infantil

Los cojones. Que la niña quiere ir sola al baño? Me parece estupendo, pero yo al lado. Porque después pasan cosas como que no sube al tapa y se mea creando cascadas en los laterales del váter con frase de "esta calentito jeje (la risa es suya)" que dan el toque de aviso a la au pair que "algo" va mal ahí dentro, o bien que decida limpiarse el culo sola, creando un esparcimiento de masa oscura y pestilente no solo por todo su cuerpecito, sino por todo el baño (de la habitación de la Au pair, naturalmente), o que decida que las bragas son suficientemente finas como para actuar de colador y creer necesario no bajarlas para mear.

Independencia infantil si, pero a la hora de quitar el pañal me paso yo la independencia por el arco de triunfo.

- El uso del "bañito".

Véase esto:

Duró dos días. Dos días hasta que despareció misteriosamente (en el sótano) de mútuo acuerdo PapisDeBicho-AuPair. ¿Porque? Porque la criaturita decidió por su propia cuenta y deducción, que si su váter podía moverse de una habitación a otra, esa era por supuesto, su función. ¿Y que pasó? Que para usar el baño, la niña te venia persiguiendo (estuvieras haciendo lo que sea, de verdad, cualquier cosa) con el baño a cuestas y los pantalones y las bragas (si había habido suerte) por los tobillos al grito de "QUE SALE!!! QUE SALE!!!". Y efectivamente, salia. Y no necesariamente dentro de donde tenia que caer.
A eso sumamos que hemos comido con la niña meando-o-lo-que-surja (normalmente era lo-que-surja) al lado mientras un delicioso plato de fideos te miraba con cara de "deja de olor eso y cómeme", o tumbado leyendo en tu cama con la niña al lado de la mesita de noche preparándose para soltar la comida de los dos días anteriores, o directamente intentándose meter dentro de la ducha mientras tu estabas dentro, duchándote. Y ese dia fue uno de los que "eso" caía antes de tiempo. Adivinar donde.




Y esta es la maravillosa vida de Au Pair señores! Anímense, vale la pena! (sobretodo en esa parte en la que tu cerebro te dice que sigues queriendo tener hijos, aunque sea en un futuro muy lejano, mientras que tu corazón te replica que "si eso cuando tenga un buen trabajo (JÀJÀ i JÀ) y pueda pagar una Au Pair).

viernes, 2 de marzo de 2012

Como armar la de Dios es Cristo


Es muy fácil, de verdad. Solo hay que dejar a una niña de dos años dormida (aparentemente) e irte a la habitación de al lado.

He creído necesario hacer una entrada solo y únicamente para contar esto. Es de sobra merecido.

Voy al grano, seré breve:

Esto era una au pair en tierras teutonas, que a la hora de la siesta, dejó a la peque de dos años en la cama, dormidita, tan tierna con su pulgar en la boca, y dijo "momento de relax!! Me voy a la habitación de al lado un ratito con el ordenador". Eso fue el principio de todo.
En estas que la pobre y ingenua chica se metió en Facebook para hablar con otra au pair, cuando a los diez minutitos una cabezita sonriente (eso fue la segunda alarma de que algo malo iba a pasar) se asomo por el marco de la puerta, al grito de "caacaaa".
Y a sabiendas que la niña esta aprendiendo a ir al baño, preguntó cautelosamente ¿Donde? pasa saber si coger a la niña en brazos y correr los 100 metros obstáculos hasta el baño (esto sera merecedor de otra entrada) o prepararse para cambiar un pañal.
Lo que no se esperaba es que la cabezita sonriente empezara a correr hacia ella con el cuerpo medio desnudo al grito de "AQUIIIIIIIII!!!!!!", pañal en una mano y mojón en la otra (si señores; mojón, mierda, truño... que cada cual le busque el sinónimo que quiera).

No daré muchos detalles de lo que sigue. Imaginaros una niña de dos años con las manos llenas de mierda, literalmente, persiguiéndote y meándose de la risa, al tiempo que tu intentas agarrarle las manos (sin mancharte) para que suelte su magnifica "obra del señor".
Que cada uno de gracias en el Dios al que crea de mi parte; va estreñida (gracias gracias gracias!!)

En fin, ya sabéis, cría cuervos...