Ejem... Hola.
Soy lo peor, lo sé, he dejado esto bastante de lado últimamente. En mi defensa, diré que tengo muchas excusas y muy buenas.
Antes que nada, a toda la gente que me pregunta continuamente si ya me he ido a USA, si me voy a ir al final, si me va bien... En definitiva, que os dejé con al intriga, así que antes de escribir nada más, os cuento un poco sobre este tema:
- Si, me voy a ir a USA.
- No, no se que día exacto, pero será en verano, en agosto.
- Si, no me voy antes por distintos temas, principalmente por el trabajo y la universidad.
- No, todavía no tengo familia, pero ya estoy metida hasta la nuca con una agencia.
- Si, os contaré cuando haya novedades.
- No, no os voy a contar como he hecho el papeleo, ni los tramites de la agencia, ni nada parecido: mucha gente ya ha escrito sobre eso, y no me parece necesario a estas alturas. Os iré contando como me va la cosa, pero no creo que me extienda lo suficiente como para hacer entradas en el blog, así que lo haré en Facebook (tenéis un botoncito en la columna de la derecha, para darle a me gusta si queréis estar enteradas de todo).
- Si, os presentaré a mi familia cuando la tenga, pero...
- ... no, no os voy a contar el proceso de selección de la familia. Simple y llanamente, me da pereza. Os iré contando por Facebook.
Dicho todo esto, gracias a todas y todos los que me han ido preguntando todo este tiempo que como me iba la cosa. Sois un gran apoyo.
Ahora, a lo que venia.
Hace unas semanas publiqué esto en Facebook:
Estoy INDIGNADA. Me han llegado mensajes con los que he alucinado, que no os copiaré aquí porque no quiero ese tipo de mierda ensuciando mi blog.
Trabajo con niños y hablo mucho con ellos, y me sentí muy muy mal por esa niña por varios motivos, el principal, es que es una lástima que esa niña no sepa que puede tener NOVIA.
Todo esa situación me hizo pensar mucho, porque al fin y al cabo, que esto sea así es culpa nuestra, de los adultos. Somos nosotros los que metemos a los niños, desde que nacen, en un armario, y después les decimos (hablo obviamente, de la gente civilizada, no de los despojos sociales) que no pasa nada si salen de él.
Y digo yo, ¿no seria más fácil no meter a los niños en ese armario?
Con los adolescentes, hace tiempo que hago esto, que quito todo armario de su vocabulario. Cuando me preguntan si tengo novio (lo preguntan siempre, los muy cansinos) les respondo un alto y claro ¿Y si tengo novia?. Aquí hay tres posibilidades de respuesta:
a) Que se queden muertos y no te pregunten más
b) Que te pregunten "¿eres lesbiana?"
c) Que te pregunten "¿tienes novia?".
En el primer caso, los dejo en paz, tarde o temprano vienen y te hacen la pregunta B o C. En el segundo caso, les digo que "quizá si, quizá no, quien sabe". En el tercer caso, les respondo "Y si tengo novio?".
Con todo esto busco que los niños no den por sentado la sexualidad de nadie. Y oye, lo consigo, porque al final te preguntan un buen "¿tienes novio o novia?". O bien, "¿Tienes pareja?". También es verdad, que consigues tener una charla con ellos sobre la libertad de orientación sexual y de que deberían hablar en neutro (cambiar novio por "novio o novia", "pareja"), porque nunca saben si pueden hacerle daño a alguien, o obligar a alguien a ocultar su sexualidad si no está preparado para decirlo en alto. En cualquier caso, respetar a la persona.
Pero claro, esto lo hacía con adolescentes. Y el problema está con los niños. Cuando les decimos que si tienen un novio, nos parece muy graciosa la reacción de los niños, pero ya les estamos inculcando cosas que, a la larga, quizá hacen que su vida pase por una etapa bastante oscura. Y será todo por nuestra culpa. Así que como tengo la suerte de trabajar en un sitio donde se promueve la igualdad en todos los aspectos (racial, de orientación sexual, y de género), lo hablé con mis compañeros y ahora hacemos lo mismo con los niños, sean de la edad que sean.
Muchos padres no hablan de homosexualidad con sus hijos porque creen que son demasiado pequeños para "exponerlos" a todo esto. Esta actitud me parece simplemente vergonzosa, porque cuando ese hijo suyo se encuentre a un niño en clase que tenga dos mamás, ¿Que hará? No lo entenderá, y no es responsabilidad de ese niño explicarle a otro porqué tiene dos mamás, sino que es culpa de los padres, que nunca le han enseñado que eso es algo normal y posible. Suelen ser los mismos que cuando ven que su hijo se ha puesto un tutú, dicen algo parecido a "Mira, se ha vestido de NIÑA". No, no se ha vestido de niña, se ha vestido de niño con un tutú. PUNTO.
La homofobia se cura desde la cuna. Los estereotipos de género también. Nunca es demasiado pronto para enseñarle a tu hijo que es normal y que no, porque nunca sabes si ese hijo tuyo al cual no quieres exponer a nada porque pobrecito, es muy pequeño para eso, el día de mañana pasara los peores años de su vida ocultando su homosexualidad porque no sabe si tu lo vas a seguir queriendo o no.
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jueves, 19 de enero de 2017
miércoles, 19 de noviembre de 2014
5 reglas para trabajar con los niños de hoy
En estos tiempos, las cosas han cambiado mucho desde que eramos niños (y lo digo yo que tengo 22 años, ya ves tú). El caso es que ahora lo que manda es la chulería y el pasotismo, y todo esto decorado con el consentimiento y la defensa paterna pase lo que pase y haga lo que haga la criaturita. Este hecho hace que a día de hoy, me pase el día recomendando a la gente que tengo de practicas que siga unas normas básicas si quiere vivir tranquilo (y no, no estoy exagerando):
1- Inventa un apellido falso.
Facebook, Twitter, y el peor de todos, Google. ¿Os suenan? A los niños de más de 6 años (con suerte) de hoy, también. Y no dudes que pondrán tu nombre en cada uno de esos sitios para encontrar tus más horribles etapas del pasado y del presente. O peor, los podrán sus padres para asegurarse de que su hijo no está siendo cuidado por una psicópata en potencia (y quizá se encuentren con algo peor).
Así que si no queréis que esos trapos sucios que todos tenemos en la red salgan a la luz, hacedme caso: no les digáis a los niños vuestros apellidos reales JAMÁS.
2- Al niño llámalo SOLAMENTE por su nombre.
El niño se te puede ofender si lo llamas "chico, guapo, chaval, cariño..." si no sabes su nombre (porque con 400 niños, lo raro es saberlos todos). Total, que el niño te va a contestar casi seguro un borde "Tengo nombre" y va a ir corriendo y a voz de grito a contarle a sus padres lo mucho que le has faltado al respeto (doy gracias que eso no me ha pasado a mi) por llamarle "niño". Por supuesto, ellos no saben tampoco como te llamas tu, pero te pueden llamar profe y tan felices.
3- Cuanto menos sepan los niños de tu vida personal, mejor.
No queréis que una niña de 9 años te pregunte por tu novio cada día del año. O peor, no queréis que un preadolescente hormonado se haga películas o deduzca ni un poquito sobre tu vida sexual, porque está claro que si tienes novio, te conviertes en el acto en un experto en el amor y lo-que-surja, profesión que ninguno quiere. Que hoy por hoy, la pregunta clásica de "¿Tienes novio?" no tiene una respuesta correcta y puede llegar a dar pie a un debate abierto sobre tu orientación sexual.
Salid por la tangente en cada una de las preguntas personales que os hagan.
4- Do you want to build a snowman? Amén.
Olvidaros de todas las películas de Disney o de Pixar de nuestros tiempos y no intentéis vender nada más antiguo que Buscando a Nemo. Si sois de las valientes que lo hacéis, pueden pasar dos cosas:
a) Que los niños se te traumaticen de por vida.
Piecitos llorando a los pies de su madre. La madre de Dumbo encerrada. El padre de Nemo descubriendo que se han comido todos sus huevos y a su mujer. Campanilla muriendo. La muerte de Mufasa...
Queridas, los niños de hoy a lo más que están acostumbrados es a metáforas raras que no entienden (la primera escena de UP, cuando en Frozen el barco de los padres desaparece entre las olas...). A la que les pones una escena explicita, el terror ha llegado.
b) Que los padres te apedreen por traumatizar a los niños.
Tal cual, no hace falta dar más detalles. Y esto me ha pasado a mi cuando puse En busca del Valle Encantado a los niños de primero de primaria un día de lluvia.
5- Aceptad que si estáis estudiando algo, o ya lo habéis hecho, lo consideraran absurdo sea lo que sea y que no vale la pena ni dar explicaciones ni intentar discutirlo.
¿Psicología? Si eso lo puede hacer cualquiera, solo hay que sentarse y escuchar los problemas de la gente.
¿Policía? Si esos solo ponen multas.
¿Conserje? ¿Pero esos trabajan?
De verdad, no intentéis discutir con los niños ni hacerlos entrar en razón. No vale la pena, no gastéis saliva. Lo que tenéis que intentar es que tengan un poco de decencia y que respeten a todo el mundo, a pesar de que les parezcan tonterías, ¿pero discutirles su opinión? No os canséis, de verdad, que a día de hoy a los niños se les enseña que su opinión es el ombligo del mundo y que por supuesto, tienen razón, y vosotros no vais a cambiar eso. Ya se darán una hostia un día, pero por ahora, con que tengan respeto, daros por satisfechas.
1- Inventa un apellido falso.
Facebook, Twitter, y el peor de todos, Google. ¿Os suenan? A los niños de más de 6 años (con suerte) de hoy, también. Y no dudes que pondrán tu nombre en cada uno de esos sitios para encontrar tus más horribles etapas del pasado y del presente. O peor, los podrán sus padres para asegurarse de que su hijo no está siendo cuidado por una psicópata en potencia (y quizá se encuentren con algo peor).
Así que si no queréis que esos trapos sucios que todos tenemos en la red salgan a la luz, hacedme caso: no les digáis a los niños vuestros apellidos reales JAMÁS.
2- Al niño llámalo SOLAMENTE por su nombre.
El niño se te puede ofender si lo llamas "chico, guapo, chaval, cariño..." si no sabes su nombre (porque con 400 niños, lo raro es saberlos todos). Total, que el niño te va a contestar casi seguro un borde "Tengo nombre" y va a ir corriendo y a voz de grito a contarle a sus padres lo mucho que le has faltado al respeto (doy gracias que eso no me ha pasado a mi) por llamarle "niño". Por supuesto, ellos no saben tampoco como te llamas tu, pero te pueden llamar profe y tan felices.
3- Cuanto menos sepan los niños de tu vida personal, mejor.
No queréis que una niña de 9 años te pregunte por tu novio cada día del año. O peor, no queréis que un preadolescente hormonado se haga películas o deduzca ni un poquito sobre tu vida sexual, porque está claro que si tienes novio, te conviertes en el acto en un experto en el amor y lo-que-surja, profesión que ninguno quiere. Que hoy por hoy, la pregunta clásica de "¿Tienes novio?" no tiene una respuesta correcta y puede llegar a dar pie a un debate abierto sobre tu orientación sexual.
Salid por la tangente en cada una de las preguntas personales que os hagan.
4- Do you want to build a snowman? Amén.
Olvidaros de todas las películas de Disney o de Pixar de nuestros tiempos y no intentéis vender nada más antiguo que Buscando a Nemo. Si sois de las valientes que lo hacéis, pueden pasar dos cosas:
a) Que los niños se te traumaticen de por vida.
Piecitos llorando a los pies de su madre. La madre de Dumbo encerrada. El padre de Nemo descubriendo que se han comido todos sus huevos y a su mujer. Campanilla muriendo. La muerte de Mufasa...
Queridas, los niños de hoy a lo más que están acostumbrados es a metáforas raras que no entienden (la primera escena de UP, cuando en Frozen el barco de los padres desaparece entre las olas...). A la que les pones una escena explicita, el terror ha llegado.
b) Que los padres te apedreen por traumatizar a los niños.
Tal cual, no hace falta dar más detalles. Y esto me ha pasado a mi cuando puse En busca del Valle Encantado a los niños de primero de primaria un día de lluvia.
5- Aceptad que si estáis estudiando algo, o ya lo habéis hecho, lo consideraran absurdo sea lo que sea y que no vale la pena ni dar explicaciones ni intentar discutirlo.
¿Psicología? Si eso lo puede hacer cualquiera, solo hay que sentarse y escuchar los problemas de la gente.
¿Policía? Si esos solo ponen multas.
¿Conserje? ¿Pero esos trabajan?
De verdad, no intentéis discutir con los niños ni hacerlos entrar en razón. No vale la pena, no gastéis saliva. Lo que tenéis que intentar es que tengan un poco de decencia y que respeten a todo el mundo, a pesar de que les parezcan tonterías, ¿pero discutirles su opinión? No os canséis, de verdad, que a día de hoy a los niños se les enseña que su opinión es el ombligo del mundo y que por supuesto, tienen razón, y vosotros no vais a cambiar eso. Ya se darán una hostia un día, pero por ahora, con que tengan respeto, daros por satisfechas.
lunes, 20 de octubre de 2014
El niño infectado de Ébola
Llevo desde setiembre trabajando en un colegio pijo regentado por curas. ¿Qué he aprendido en estas semanas? Que los niños de hoy están sobreinformados y paranoicos.
En este caso, la paranoia ha llegado con el ébola, que está en boca de todos, y cuando digo de todos, es de todos. Era de esperar entonces, que este tema llegara a oídos de mis pequeños monstruos, pero nunca me imaginé las cosas que estamos viviendo últimamente en el centro.
Primero fue el niño que le robó una mascarilla a su madre, que es dentista, y que afirmó que no saldría al recreo de ninguna manera sin ella, ya que no quería contagiarse de ébola. Me diréis como le explicas a un mocoso de 7 años que no se va a contagiar en el patio del colegio, y que de todos modos, una mascarilla no le serviría en absoluto de protección si se diera el caso. Y aún peor, como le explicas esta situación a los padres en un comunicado de incidencia sin que parezca que vas drogada hasta las cejas.
Pero aquí no terminó la cosa.
Pocos días después, me tocó tener una conversación, que habiéndola superado, me deberían convalidar el bautizo, la comunión y la confirmación, como poco. Todo empezó cuando un niño vino con su amiguito y me dijo (transcribo el dialogo literalmente):
Niño 1: ¿Tu que piensas del ébola?
Yo: Bueno, es una enfermedad que está matando a mucha gente en algunos países África.
Niño 2: Pero hay ébola en Madrid.
Yo: Si, así es, hay una señora ahora que tiene ébola en Madrid.
Niño 2: ¿Y a Barcelona va a llegar?
Yo: Espero que no, pero tu tranquilo que no va a pasar nada malo.
Niño 1: (Y aquí empieza la conversación bizarra) Pero Jesús vino a España a curar el ébola.
Esa fue mi cara. Después de esta afirmación mi cerebro casi implosiona, os lo prometo, pero el niño bendito me miró y me soltó un:
Niño 1: ¿Verdad?
Yo: (momento de silencio) La verdad es que no me consta que Jesús viniera a España. ¿No te estarás confundiendo?
Niño 1: No, lo dijeron en clase de Reli (religión para los no entendidos) el otro día.
Yo: Creo que te confundes, el ébola es una enfermedad muy nueva, no existía cuando vivió Jesús.
Niño 2: ¿Jesús vino a España? ¿A Fátima, verdad?
Mi cara de "esto se me esta yendo de las manos":
Casi me echo a llorar, pero siguieron:
Yo: Jesús no vino nunca a España, en Fátima se dice que se apareció la virgen (Gracias, Cuarto Milenio, sabia que tantas noches de domingo perdidas me iban a servir de algo).
Niño 1: Pero Jesús curó a ebólicos, lo dijeron en Reli.
Yo: Jesús, hasta donde yo sé, solo curó a ciegos y a leprosos. (Esto lo busqué después en google porque sospechaba que me lo había sacado de la misma manga)
Niño 1: Ah, eso, leprosos! Pero si curó leprosos también podrá venir a curar a los ébolicos cuando se lo pidan a Dios.
Ahí la conversación empezó a superar mis limites morales y los mandé a jugar muy amablemente. La madre que lo parió bien a gusto se debió quedar, eso si, porque menudo mal rato pasé con tanto golpe de evangelio.
Pero el peor caso sin duda, fue el de la niña infectada. La pobre criatura, de primero de educación primaria, se levantó ese día con un poco de fiebre, y los padres le dieron un chute de Dalsy y la mandaron al colegio.
A la hora de comer, le volvió a subir la fiebre y se encontraba mal. En esta situación, la niña le arreó un señor empujón a su amiga, y al ir a poner paz una de mis compañeras, la niña se le echó a llorar diciendo que tenia ébola y que no quería que su amiga se contagiara. Tal cual. Lógicamente mi compañera le preguntó a la niña que porque decía semejante barbaridad, y la niña le dijo que esa mañana, su padre, al ver que tenia fiebre, había dicho "espero que no te vuelva a subir o tendremos que mirar que no tengas ébola". Por lo que decía mi compañera, la niña parecía tener muy asumido que estaba enfermísima y que todos sus amigos y familia se iban a morir por su culpa.
Dejando de lado el humor de mierda de dicho padre y la incontinencia verbal que parece tener, esto solo me demuestra lo muy informados que están los niños sobre cosas que a esta edad, deberían darles absolutamente igual.
Así que para terminar, un consejo a padres, au pairs, canguros y similares: controlad lo que los niños ven en la TV, no digáis estupideces y por favor, no les metáis miedo en el cuerpo, que el pánico social al ébola está llegando demasiado lejos.
En este caso, la paranoia ha llegado con el ébola, que está en boca de todos, y cuando digo de todos, es de todos. Era de esperar entonces, que este tema llegara a oídos de mis pequeños monstruos, pero nunca me imaginé las cosas que estamos viviendo últimamente en el centro.
Primero fue el niño que le robó una mascarilla a su madre, que es dentista, y que afirmó que no saldría al recreo de ninguna manera sin ella, ya que no quería contagiarse de ébola. Me diréis como le explicas a un mocoso de 7 años que no se va a contagiar en el patio del colegio, y que de todos modos, una mascarilla no le serviría en absoluto de protección si se diera el caso. Y aún peor, como le explicas esta situación a los padres en un comunicado de incidencia sin que parezca que vas drogada hasta las cejas.
Pero aquí no terminó la cosa.
Pocos días después, me tocó tener una conversación, que habiéndola superado, me deberían convalidar el bautizo, la comunión y la confirmación, como poco. Todo empezó cuando un niño vino con su amiguito y me dijo (transcribo el dialogo literalmente):
Niño 1: ¿Tu que piensas del ébola?
Yo: Bueno, es una enfermedad que está matando a mucha gente en algunos países África.
Niño 2: Pero hay ébola en Madrid.
Yo: Si, así es, hay una señora ahora que tiene ébola en Madrid.
Niño 2: ¿Y a Barcelona va a llegar?
Yo: Espero que no, pero tu tranquilo que no va a pasar nada malo.
Niño 1: (Y aquí empieza la conversación bizarra) Pero Jesús vino a España a curar el ébola.
Esa fue mi cara. Después de esta afirmación mi cerebro casi implosiona, os lo prometo, pero el niño bendito me miró y me soltó un:
Niño 1: ¿Verdad?
Yo: (momento de silencio) La verdad es que no me consta que Jesús viniera a España. ¿No te estarás confundiendo?
Niño 1: No, lo dijeron en clase de Reli (religión para los no entendidos) el otro día.
Yo: Creo que te confundes, el ébola es una enfermedad muy nueva, no existía cuando vivió Jesús.
Niño 2: ¿Jesús vino a España? ¿A Fátima, verdad?
Mi cara de "esto se me esta yendo de las manos":
Casi me echo a llorar, pero siguieron:
Yo: Jesús no vino nunca a España, en Fátima se dice que se apareció la virgen (Gracias, Cuarto Milenio, sabia que tantas noches de domingo perdidas me iban a servir de algo).
Niño 1: Pero Jesús curó a ebólicos, lo dijeron en Reli.
Yo: Jesús, hasta donde yo sé, solo curó a ciegos y a leprosos. (Esto lo busqué después en google porque sospechaba que me lo había sacado de la misma manga)
Niño 1: Ah, eso, leprosos! Pero si curó leprosos también podrá venir a curar a los ébolicos cuando se lo pidan a Dios.
Ahí la conversación empezó a superar mis limites morales y los mandé a jugar muy amablemente. La madre que lo parió bien a gusto se debió quedar, eso si, porque menudo mal rato pasé con tanto golpe de evangelio.
Pero el peor caso sin duda, fue el de la niña infectada. La pobre criatura, de primero de educación primaria, se levantó ese día con un poco de fiebre, y los padres le dieron un chute de Dalsy y la mandaron al colegio.
A la hora de comer, le volvió a subir la fiebre y se encontraba mal. En esta situación, la niña le arreó un señor empujón a su amiga, y al ir a poner paz una de mis compañeras, la niña se le echó a llorar diciendo que tenia ébola y que no quería que su amiga se contagiara. Tal cual. Lógicamente mi compañera le preguntó a la niña que porque decía semejante barbaridad, y la niña le dijo que esa mañana, su padre, al ver que tenia fiebre, había dicho "espero que no te vuelva a subir o tendremos que mirar que no tengas ébola". Por lo que decía mi compañera, la niña parecía tener muy asumido que estaba enfermísima y que todos sus amigos y familia se iban a morir por su culpa.
Dejando de lado el humor de mierda de dicho padre y la incontinencia verbal que parece tener, esto solo me demuestra lo muy informados que están los niños sobre cosas que a esta edad, deberían darles absolutamente igual.
Así que para terminar, un consejo a padres, au pairs, canguros y similares: controlad lo que los niños ven en la TV, no digáis estupideces y por favor, no les metáis miedo en el cuerpo, que el pánico social al ébola está llegando demasiado lejos.
lunes, 14 de julio de 2014
Guía Au pair: Esos momentos de terror
Ser au pair no es fácil. Al igual que cuando eres padre, con los niños a veces se viven situaciones de puro estrés, o dicho de otro modo: momentos de quererse encerrar en el baño, dejarlos a todos fuera y llorar.
Estoy segura que las que habéis sido o sois au pairs os estáis acordando ahora de todos esos instantes de terror que os han pasado.
Yo he tenido la suerte de no haber pasado por muchos de estos momentos en mi año en Alemania, pero también los he sufrido. Creerme cuando os digo que, a día de hoy, no he olvidado ninguno de ellos.
El peor sin duda fue el que pasó durante mi tercera semana. Hacía a penas 15 días que estaba yo sola con las niñas, y la pequeña se despertó con diarrea y fiebre. Podéis imaginaros la mañana que pasé con una niña de dos años en esas condiciones: de 8:00 a 12:00 de lloros discontinuos y pañales desbordados. A las 12 fuimos a buscar a la mediana de la guardería. Vestí a la pequeña y la intenté sentar en el cochecito, pero la pobre solo quería brazos, así que la envolví en una manta y me la llevé sin el cochecito. Nada más llegar a la guardería empezó a llorar porque le volvía a doler mucho la barriga (traducción: pañal desbordado de nuevo). Cuando conseguimos llegar a casa, cambié el pañal a la pequeña, la vestí con un pijama limpio y le puse el termómetro. La niña estaba 39'5º. Me puse a hacer la comida con al niña en brazos llorando totalmente inconsolable.
Podéis imaginar el nivel de cansancio y estrés que tenia en ese momento. Todo se iba acumulando poco a poco, pero entonces, cuando crees que no puede ir a peor, ocurre ese punto de no retorno en el que solo quieres llorar y no le ves la salida a la situación.
En mi caso fueron un seguido de cosas que pasaron todas a la vez: la pequeña explotó y se mancho desde la nuca hasta los muslos. El cartero picó a la puerta, y al abrir la puerta (con la niña cagada hasta las cejas y llorando en brazos), el perro se metió entre mi pierna y la puerta y salió corriendo como un rayo. La mediana empezó a chillar y a llorar porque el perro se había escapado y yo no entendía una palabra de lo que el cartero me estaba diciendo.
Es en ese instante cuando te das cuenta de que no puedes más, y que hasta ahí has llegado. Pero, ¿de verdad es así?
Sé que cuando llegamos a ese punto de no retorno, es muy difícil ver las cosas claras: todo pesa y todo se te viene encima. A pesar de todo, el irte lejos no esta dentro de nuestras posibilidades, así que acabamos saliendo de ese pozo de un modo o otro.
Ese día, le dije al cartero que se esperara (sin ninguna educación, lo reconozco), le cerré la puerta en la cara y fui a encender el agua de la bañera. Volví a bajar y le dije a la mediana que se calmara, que ahora saldríamos a buscar al perro y que si me ayudaba a saber que quería el cartero iríamos más rápido. La niña me hizo de interprete, y resultó que el cartero solo quería que le firmara la entrega de un paquete certificado.
Una vez se fue el cartero, subí arriba con la pequeña y la metí en la bañera, y 10 minutos después, cuando la estaba secando, escuché a la mediana gritar que el perro había vuelto y que bajara a abrir la puerta de la calle (ella no llegaba).
Lo único que se echó a perder ese día fue la comida, que quedó tan reseca y pegada a la sartén después de tanto rato con el fuego parado que no había quien se la comiera. Nada que una pizza congelada no nos solucionara.
Con esto solo quiero que entendáis que todas y cada una de las situaciones en las que nos vemos metidas tienen solución, a pesar de que a veces seamos incapaces de ver la luz al final del túnel. Muchas veces ser au pair se hace muy cuesta arriba, pero lo más importante es tomarse las cosas con calma porque la mayoría de veces, los problemas se acaban solucionando solos (o con un pequeño empujón).
Estoy segura que las que habéis sido o sois au pairs os estáis acordando ahora de todos esos instantes de terror que os han pasado.
Yo he tenido la suerte de no haber pasado por muchos de estos momentos en mi año en Alemania, pero también los he sufrido. Creerme cuando os digo que, a día de hoy, no he olvidado ninguno de ellos.
El peor sin duda fue el que pasó durante mi tercera semana. Hacía a penas 15 días que estaba yo sola con las niñas, y la pequeña se despertó con diarrea y fiebre. Podéis imaginaros la mañana que pasé con una niña de dos años en esas condiciones: de 8:00 a 12:00 de lloros discontinuos y pañales desbordados. A las 12 fuimos a buscar a la mediana de la guardería. Vestí a la pequeña y la intenté sentar en el cochecito, pero la pobre solo quería brazos, así que la envolví en una manta y me la llevé sin el cochecito. Nada más llegar a la guardería empezó a llorar porque le volvía a doler mucho la barriga (traducción: pañal desbordado de nuevo). Cuando conseguimos llegar a casa, cambié el pañal a la pequeña, la vestí con un pijama limpio y le puse el termómetro. La niña estaba 39'5º. Me puse a hacer la comida con al niña en brazos llorando totalmente inconsolable.
Podéis imaginar el nivel de cansancio y estrés que tenia en ese momento. Todo se iba acumulando poco a poco, pero entonces, cuando crees que no puede ir a peor, ocurre ese punto de no retorno en el que solo quieres llorar y no le ves la salida a la situación.
En mi caso fueron un seguido de cosas que pasaron todas a la vez: la pequeña explotó y se mancho desde la nuca hasta los muslos. El cartero picó a la puerta, y al abrir la puerta (con la niña cagada hasta las cejas y llorando en brazos), el perro se metió entre mi pierna y la puerta y salió corriendo como un rayo. La mediana empezó a chillar y a llorar porque el perro se había escapado y yo no entendía una palabra de lo que el cartero me estaba diciendo.
Es en ese instante cuando te das cuenta de que no puedes más, y que hasta ahí has llegado. Pero, ¿de verdad es así?
Sé que cuando llegamos a ese punto de no retorno, es muy difícil ver las cosas claras: todo pesa y todo se te viene encima. A pesar de todo, el irte lejos no esta dentro de nuestras posibilidades, así que acabamos saliendo de ese pozo de un modo o otro.
Ese día, le dije al cartero que se esperara (sin ninguna educación, lo reconozco), le cerré la puerta en la cara y fui a encender el agua de la bañera. Volví a bajar y le dije a la mediana que se calmara, que ahora saldríamos a buscar al perro y que si me ayudaba a saber que quería el cartero iríamos más rápido. La niña me hizo de interprete, y resultó que el cartero solo quería que le firmara la entrega de un paquete certificado.
Una vez se fue el cartero, subí arriba con la pequeña y la metí en la bañera, y 10 minutos después, cuando la estaba secando, escuché a la mediana gritar que el perro había vuelto y que bajara a abrir la puerta de la calle (ella no llegaba).
Lo único que se echó a perder ese día fue la comida, que quedó tan reseca y pegada a la sartén después de tanto rato con el fuego parado que no había quien se la comiera. Nada que una pizza congelada no nos solucionara.
Con esto solo quiero que entendáis que todas y cada una de las situaciones en las que nos vemos metidas tienen solución, a pesar de que a veces seamos incapaces de ver la luz al final del túnel. Muchas veces ser au pair se hace muy cuesta arriba, pero lo más importante es tomarse las cosas con calma porque la mayoría de veces, los problemas se acaban solucionando solos (o con un pequeño empujón).
viernes, 4 de abril de 2014
La lista de la indecencia
Hace un mes recibí un email de una au pair completamente desesperada. Ella jamás había cuidado más de dos horas seguidas a un niño, y el echo de vivir ahora con un niño de 2 años, otro de 4 y otro de 6 la estaba superando. Esta chica no era una mala au pair. Tampoco era una ingenua, pero se tomaba las normas y su trabajo demasiado en serio. Todo tenia que funcionar tal y como se decia. El problema es que ni los niños, ni las au pairs, somos autómatas.
Muchas de las preguntas que me llegan, a veces son solo producidas por ahogarse en un vaso de agua, por actuar como si nos fueran a juzgar por todo. La realidad es otra: hay que hacer bien nuestro trabajo, si, pero lo cierto es que la parte "buena" de nuestro trabajo es que tiene flexibilidad, y mientras cumplas unas normas generales, el resto depende solo de ti. Atajos, pactos con los niños, facilitar las cosas... ¿Quien no ha echo eso alguna vez? De verdad, chicas, ¡no os preocupéis tanto! Lo importante es que las cosas funcionen, y sobre todo, la tranquilidad de todos.
Os copio entonces la respuesta que le di a esta chica:
Hola M.!
Las cosas que me cuentas son más comunes de lo que crees, pero a pesar de eso, pienso que el peor problema que tienes, es que te lo tomas muy en serio, cuando en realidad deberías adaptar las normas a tu forma de funcionar, no al contrario. Debes controlar tu la situación, y ¿porque no? Crear tus propias reglas y marcar tus limites. Aprovecha esa libertad que te da la familia para hacer las cosas a tu manera.
Tampoco debes sentirte culpable por estas cosas que cuentas. Si un niño solo recoge si al final recibe algo a cambio, compra una bolsa de gominolas y dale una cuando termine. Se que no suena muy decente, pero tu también debes vivir tranquila: una gominola al día no ha matado a nadie aun. ¿A caso los padres no lo hacen? Tu también tienes derecho a aligerar un poco tu día a día. Y al igual que te doy este ejemplo, te puedo dar otros muchos:
1- Si una película se ha visto más de 10 veces en una semana, es totalmente legal que esta desaparezca misteriosamente durante al menos otras dos semanas. Lo mismo se aplica en libros y CDs de música.
2- El uso del cochecito esta totalmente justificado hasta los 3 años de edad.
3- Todo lo que tenga menos densidad que un yogur se puede poner en un vaso antigoteo. Los purés, también.
4- Un aprendizaje que urge enseñar lo más rápido posible es el de limpiarse el culo solo.
5- El chocolate y las gominolas se pueden utilizar como chantaje hasta dos veces por día.
6- Los niños han de aprender a jugar solos. Si tienen 3 años y son incapaces de jugar sin que otro niño/adulto lo haga con él, es momento de dejar que se aburra hasta que consiga divertirse por si mismo.
7- Ensuciarse esta bien.
8- Las habitaciones de los niños o playrooms se rigen por una definición de la palabra orden distinta a la que conocemos, y que se basa en que esta ordenado siempre que haya un camino transitable de la puerta al armario.
9- Siempre hay que llevar un juguete estático y mudo (que no se mueva, que no haga ruido) a viajes en coche, restaurantes y comidas familiares. Tampoco está de más el tener una bolsa de "juguetes para salir".
10- Fingir que has mirado un partido de fútbol de niños de 4 años (o como 14 niños corren detrás de una pelota) aunque en realidad has estado jugando al Candy Crush no te convierte en una peor persona.
Podríamos llamar a esto la "Lista de la indecencia", pero vamos, en esa casa todos tenéis que vivir en paz. No te exijas tanto, no vas a conseguir que los niños cambien y más si los padres los educan así, solo únete a su estilo de vida, y busca la forma más fácil de que las cosas funcionen. Como te he dicho antes, aprovecha la libertad que te dan los padres a la hora de trabajar, para hacer las cosas como a ti te convengan, y tomando los atajos necesarios (que por otro lado, también utilizan sus padres).
Suerte!
¿Vosotras también os exigís demasiado? ¿Se os ocurre algún consejo más para M.? ¿Algo más que añadir a la "Lista de la indecencia"?
Muchas de las preguntas que me llegan, a veces son solo producidas por ahogarse en un vaso de agua, por actuar como si nos fueran a juzgar por todo. La realidad es otra: hay que hacer bien nuestro trabajo, si, pero lo cierto es que la parte "buena" de nuestro trabajo es que tiene flexibilidad, y mientras cumplas unas normas generales, el resto depende solo de ti. Atajos, pactos con los niños, facilitar las cosas... ¿Quien no ha echo eso alguna vez? De verdad, chicas, ¡no os preocupéis tanto! Lo importante es que las cosas funcionen, y sobre todo, la tranquilidad de todos.
Os copio entonces la respuesta que le di a esta chica:
Hola M.!
Las cosas que me cuentas son más comunes de lo que crees, pero a pesar de eso, pienso que el peor problema que tienes, es que te lo tomas muy en serio, cuando en realidad deberías adaptar las normas a tu forma de funcionar, no al contrario. Debes controlar tu la situación, y ¿porque no? Crear tus propias reglas y marcar tus limites. Aprovecha esa libertad que te da la familia para hacer las cosas a tu manera.
Tampoco debes sentirte culpable por estas cosas que cuentas. Si un niño solo recoge si al final recibe algo a cambio, compra una bolsa de gominolas y dale una cuando termine. Se que no suena muy decente, pero tu también debes vivir tranquila: una gominola al día no ha matado a nadie aun. ¿A caso los padres no lo hacen? Tu también tienes derecho a aligerar un poco tu día a día. Y al igual que te doy este ejemplo, te puedo dar otros muchos:
1- Si una película se ha visto más de 10 veces en una semana, es totalmente legal que esta desaparezca misteriosamente durante al menos otras dos semanas. Lo mismo se aplica en libros y CDs de música.
2- El uso del cochecito esta totalmente justificado hasta los 3 años de edad.
3- Todo lo que tenga menos densidad que un yogur se puede poner en un vaso antigoteo. Los purés, también.
4- Un aprendizaje que urge enseñar lo más rápido posible es el de limpiarse el culo solo.
5- El chocolate y las gominolas se pueden utilizar como chantaje hasta dos veces por día.
6- Los niños han de aprender a jugar solos. Si tienen 3 años y son incapaces de jugar sin que otro niño/adulto lo haga con él, es momento de dejar que se aburra hasta que consiga divertirse por si mismo.
7- Ensuciarse esta bien.
8- Las habitaciones de los niños o playrooms se rigen por una definición de la palabra orden distinta a la que conocemos, y que se basa en que esta ordenado siempre que haya un camino transitable de la puerta al armario.
9- Siempre hay que llevar un juguete estático y mudo (que no se mueva, que no haga ruido) a viajes en coche, restaurantes y comidas familiares. Tampoco está de más el tener una bolsa de "juguetes para salir".
10- Fingir que has mirado un partido de fútbol de niños de 4 años (o como 14 niños corren detrás de una pelota) aunque en realidad has estado jugando al Candy Crush no te convierte en una peor persona.
Podríamos llamar a esto la "Lista de la indecencia", pero vamos, en esa casa todos tenéis que vivir en paz. No te exijas tanto, no vas a conseguir que los niños cambien y más si los padres los educan así, solo únete a su estilo de vida, y busca la forma más fácil de que las cosas funcionen. Como te he dicho antes, aprovecha la libertad que te dan los padres a la hora de trabajar, para hacer las cosas como a ti te convengan, y tomando los atajos necesarios (que por otro lado, también utilizan sus padres).
Suerte!
¿Vosotras también os exigís demasiado? ¿Se os ocurre algún consejo más para M.? ¿Algo más que añadir a la "Lista de la indecencia"?
viernes, 9 de agosto de 2013
Eres un mal padre, pero tu hijo te quiere.
Desde que descubrí el mundo de los au pairs, mucho antes de aterrizar en mi nueva casa alemana, vi que un factor común en los padres que tienen au pair es la culpabilidad. Lo digo así en general porque se sienten culpables por muchas cosas, muchísimas, y no se dan cuenta de lo que se están perdiendo por ello.
Lo más curioso es que la mayoría de veces los progenitores de las criaturas se sienten malos padres por cosas que no tienen sentido, y hacen otras muchas que si son de mal padre o madre con toda la tranquilidad y sin añadir ni un poquito de mala consciencia a su cuerpo.
Por todas estas razones, he decidido hacer una lista de estas que llevan el titulo de "Alguien tenia que decirlo", porque es lo que pensamos la mayoría de las au pairs (ya que estamos en casa y vemos la realidad de esa familia) sobre la culpabilidad de los padres:
No eres un mal padre cuando:
Eres un mal padre cuando:
Me gustaría que muchos padres leyeran esto y se dieran cuenta que no por trabajar son malos padres, que por no estar con ellos las 24 horas son malos padres, y por nada del mundo son malos padres por contratar una au pair para que sus hijos estén bien atendidos porque ellos son incapaces de hacerlo solos por cualquier motivo. Que su hijo disfruta y es feliz cuando lo llevan al supermercado porque no ha podido hacerlo en otro momento, solo por el echo de estar en su compañía. Que le da igual que no esté para cenar mientras que cuando llegue le lea un cuento de 5 minutos y le de un beso de buenas noches (que cuesta bien poco). Y que da igual que no hagan cosas divertidas todos los fines de semana, que estar en casa pintando o haciendo una tarta también es muy importante para los niños.
Pero también me gustaría que esos mismos padres supieran que sus hijos no los van a querer siempre solo por el echo de ser sus padres, que el amor no se compra y se lo tienen que ganar día a día desde que su hijo es pequeño. Que todos esos desplantes les van a pasar factura en un futuro, cuando su hijo sea mayor. Y que su au pair, esa chica que cuida a sus hijos mientras ellos pasan de todo, duermen, o están en el sofá viendo la tele solo quiere echarle encima a su hijo, que lleva horas llamando a su padre, y decirle:
Pero como ella no te lo dirá nunca, os lo digo yo en esta entrada.
Lo más curioso es que la mayoría de veces los progenitores de las criaturas se sienten malos padres por cosas que no tienen sentido, y hacen otras muchas que si son de mal padre o madre con toda la tranquilidad y sin añadir ni un poquito de mala consciencia a su cuerpo.
Por todas estas razones, he decidido hacer una lista de estas que llevan el titulo de "Alguien tenia que decirlo", porque es lo que pensamos la mayoría de las au pairs (ya que estamos en casa y vemos la realidad de esa familia) sobre la culpabilidad de los padres:
No eres un mal padre cuando:
- En vez de llevarte a tu hijo al parque te lo tienes que llevar al supermercado a hacer la compra.
- Has de contratar a una tercera persona para cuidar a tus hijos porque trabajas y no puedes estar en casa con ellos.
- No puedes recoger a tus hijos del colegio.
- No conoces muchos de sus gustos o habilidades.
- No puedes cenar con ellos todos los días.
- No sabes las costumbres que tus hijos tienen con la au pair o no entiendes muchas charlas porque no han vivido contigo las cosas de las que hablan.
- No has enseñado a tu hijo a andar, hablar, nadar, a ir en bici...
- No has podido amamantar a tu hijo hasta el año y medio de edad.
- En vez de vivir cosas con los niños te conformas con escucharles cuando te lo cuentan.
- No has estado cuando a tu hijo se le ha caído el primer diente.
- No los llevas cada fin de semana al zoo, a la piscina, al parque infantil...
- No conoces a la mitad de los amigos de tus hijos.
- No eres el que mejor conoce a tu hijo.
Eres un mal padre cuando:
- Contratas a una tercera persona para cuidar a tus hijos las mañanas del fin de semana solo para poder dormir o leerte el periódico con tranquilidad.
- Dejas a tus hijos en manos de otra gente en tu propia casa en tus días libres.
- Ignoras las llamadas de tu hijo porque no quieres estar con él y ya lo está cuidando otra persona.
- Prefieres irte a jugar todos los sábados al fútbol con tus amigos en vez de estar con tus hijos a pesar de ser el único día que puedes estar con ellos.
- No les haces caso cuando te cuentan lo que han echo durante el día.
- No valoras sus éxitos, ni les das importancia cuando te cuentan lo que han logrado hacer, por muy tonto o simple que te parezca lo que te cuentan.
- Infravaloras lo que tus hijos hacen, pero no haces ningún esfuerzo por ayudarles a mejorar porque ya lo hace otro.
- Te enfadas porque tu hijo reclama la atención de la persona que lo cuida en vez de a ti, a pesar de no hacerle caso la mayoría de las veces.
- Les consientes malos comportamientos porque no les quieres reñir durante el poco tiempo que están contigo.
- Les rompes las rutinas que tienen establecidas con esas terceras personas que lo cuidan por tu propia conveniencia.
- No compartes sus juegos ni participas nunca en ellos.
- No te preocupas por conocer sus gustos.
- Les enciendes la TV para no tener que aguantarlos porque estas cansado.
- Les consientes todos sus caprichos porque así te quitas la culpabilidad por todo lo anterior.
Me gustaría que muchos padres leyeran esto y se dieran cuenta que no por trabajar son malos padres, que por no estar con ellos las 24 horas son malos padres, y por nada del mundo son malos padres por contratar una au pair para que sus hijos estén bien atendidos porque ellos son incapaces de hacerlo solos por cualquier motivo. Que su hijo disfruta y es feliz cuando lo llevan al supermercado porque no ha podido hacerlo en otro momento, solo por el echo de estar en su compañía. Que le da igual que no esté para cenar mientras que cuando llegue le lea un cuento de 5 minutos y le de un beso de buenas noches (que cuesta bien poco). Y que da igual que no hagan cosas divertidas todos los fines de semana, que estar en casa pintando o haciendo una tarta también es muy importante para los niños.
Pero también me gustaría que esos mismos padres supieran que sus hijos no los van a querer siempre solo por el echo de ser sus padres, que el amor no se compra y se lo tienen que ganar día a día desde que su hijo es pequeño. Que todos esos desplantes les van a pasar factura en un futuro, cuando su hijo sea mayor. Y que su au pair, esa chica que cuida a sus hijos mientras ellos pasan de todo, duermen, o están en el sofá viendo la tele solo quiere echarle encima a su hijo, que lleva horas llamando a su padre, y decirle:
Eres un mal padre, pero tu hijo te quiere, aprovéchalo ahora que aún puedes.
Pero como ella no te lo dirá nunca, os lo digo yo en esta entrada.
sábado, 3 de agosto de 2013
Temas espinosos II: Miedos
Todas las que hayan sido au pairs podrían escribir una lista sobre los miedos que tenían sus niños, que depende del churumbel en cuestión, pueden ser muchos y muy variados.
La mayoría de padres, y por ende la mayoría de au pairs, somos, sin darnos cuenta, los que potenciamos esos miedos y hacemos que cada vez sean más notorios. Ya sea por ahorrarnos un drama, para no oír lloros, o para no ver "sufrir" al niño, les reforzamos esos miedos protegiéndolos de ellos. Muchas veces esta protección la hacemos sin darnos cuenta, con gestos inconscientes.
Con todo esto, no estoy diciendo que un niño no pueda o no deba tener miedos, o que nosotros debamos aterrorizar a los críos para enfrentar-los a ellos. Pero estaréis de acuerdo conmigo en que hay miedos y miedos, y solo debemos permitir aquellos que sean justificados o que tengan una base por alguna experiencia anterior que ese niño ha vivido. Aún así, debemos intentar que superen ese miedo, porque esto no es una cosa que se vaya con los años.
Todas las personas tienen miedos irracionales como puede ser el miedo a volar, el miedo a las alturas, el miedo a la oscuridad... Y estaréis de acuerdo conmigo en que es mucho más complicado quitar esos miedos una vez el niño crece, que cuando son pequeños.
En los niños, es muy común ver como un miedo que tiene el padre o la madre, se hereda al hijo por el comportamiento de estos, o que un simple desagrado se convierta en miedo por el refuerzo de los adultos frente a él.
Un claro ejemplo de todo esto, es el miedo a los perros. ¿A cuantos hijos de padres con miedo a los perros le gustan los perros, o no le tienen miedo? A causa del comportamiento de los padres frente a ese miedo el niño desarrolla ese mismo comportamiento.
Después está el echo de que al niño le desagraden los perros. No es nada malo, nadie esta obligado a que le gusten los perros. El problema está en, por ejemplo, cuando el niño se te esconde detrás de ti porque ve a un perro, y tu le alejas de ese perro con la mano. Ese simple gesto es un refuerzo positivo a su miedo. Cruzar la calle al ver a un perro porque sabes que al niño no le gustan, es reforzar ese comportamiento. Ir a casa de un amigo que tiene perro y hacerle encerrar/atar al perro porque al niño le dan miedo, es lo mismo que decirle al niño: "el perro te va a hacer daño, por eso le digo que no se te acerque". Hay que evitar estas reacciones porque no le estamos haciendo ningún favor al niño, ni al adulto que será en un futuro, ya que un perro raramente le hará algo a un niño, pero muchos perros reaccionan mal cuando un adulto les muestra miedo, porque lo toman como una amenaza, y eso si que puede llegar a ser un mordisco el día de mañana.
Otra forma de que los niños cojan miedo a los perros son las frases absurdas que les decimos para que no toquen a perros desconocidos, véase los "No toques a ese perro que te va a morder", y derivados. Se puede educar a los niños para que no vayan a echarse al cuello de todos los perros, pero sin meterles miedo. Se les ha de enseñar que antes de tocar a un perro, hay que pedirle permiso a su dueño, o en su defecto, a ti.
Otro miedo común en la infancia (y no tan en la infancia) es el miedo a la oscuridad. La realidad, es que no se tiene miedo a la oscuridad; se tiene miedo a lo desconocido, a lo que no podemos ver y puede estar ahí. Muchas personas intentan que sus hijos superen ese miedo a la oscuridad dándoles la mano hasta que se duermen o dejándoles la luz encendida. Tanto una como la otra cosa con contraproducentes, porque no les quitas el miedo, solo lo evitas, y cuando sean más grandes no lo habrán superado.
Éste miedo lo suelen tener muchos niños y se pasa POR SI SOLO conforme van creciendo. Si nosotros nos dedicamos a reforzar ese miedo en vez de darle armas para enfrentar-se a él, ese miedo va a persistir. No es bueno darle la mano a los niños hasta que se duerman, pero es bueno para ellos acudir cuando te llaman por la noche, aunque sea para pedirte un vaso de agua a pesar de que tu sabes que no tiene sed: el niño solo quiere tu atención o tu protección por algo que le ha asustado, y apoyarle en esos momentos aunque solo sea pasando por ahí les ayuda mucho. Lo más importante, es que al acudir nosotros, NO ENCENDAMOS LA LUZ. Si la encendiéramos, el niño relaciona que la oscuridad da inseguridad y soledad mientras que la luz trae consigo la seguridad, y provocaríamos el efecto contrario al deseado.
Una forma simple de ayudarles con esto es colocar formas que brillen en la oscuridad y que le permitan al niño tener una referencia de donde está cada cosa: por ejemplo, se pueden pegar estrellas por la pared y el techo.
Más técnicas frente a esto es ponerle una luz de noche de las que hemos tenido todos: lo ideal es que esa luz sea muy limitada y de muy baja intensidad (es decir, que ilumine escasamente el lugar donde está colocada), y también es bueno que no sea luz blanca, sino de algún color. También son muy útiles esas luces que proyectan alguna forma en el techo. Pero recordar que no queremos un foco ni iluminar el espacio: solo queremos crear un punto de apoyo y reconocimiento.
Todos los niños tienen miedos, y eso es bueno para su desarrollo, pero desde el momento que reforzamos esos miedos, pueden ir más allá y llegar a ser verdaderos problemas tanto para el niño como para los que lo rodean.
Por esa razón es importante que tanto la au pair como los padres se pongan de acuerdo para actuar de la misma forma y logren que le niño supere estos pequeños baches poco a poco.
¿Tus niños tenían algún miedo? ¿Hiciste algo al respecto?
La mayoría de padres, y por ende la mayoría de au pairs, somos, sin darnos cuenta, los que potenciamos esos miedos y hacemos que cada vez sean más notorios. Ya sea por ahorrarnos un drama, para no oír lloros, o para no ver "sufrir" al niño, les reforzamos esos miedos protegiéndolos de ellos. Muchas veces esta protección la hacemos sin darnos cuenta, con gestos inconscientes.
Con todo esto, no estoy diciendo que un niño no pueda o no deba tener miedos, o que nosotros debamos aterrorizar a los críos para enfrentar-los a ellos. Pero estaréis de acuerdo conmigo en que hay miedos y miedos, y solo debemos permitir aquellos que sean justificados o que tengan una base por alguna experiencia anterior que ese niño ha vivido. Aún así, debemos intentar que superen ese miedo, porque esto no es una cosa que se vaya con los años.
Todas las personas tienen miedos irracionales como puede ser el miedo a volar, el miedo a las alturas, el miedo a la oscuridad... Y estaréis de acuerdo conmigo en que es mucho más complicado quitar esos miedos una vez el niño crece, que cuando son pequeños.
En los niños, es muy común ver como un miedo que tiene el padre o la madre, se hereda al hijo por el comportamiento de estos, o que un simple desagrado se convierta en miedo por el refuerzo de los adultos frente a él.
Un claro ejemplo de todo esto, es el miedo a los perros. ¿A cuantos hijos de padres con miedo a los perros le gustan los perros, o no le tienen miedo? A causa del comportamiento de los padres frente a ese miedo el niño desarrolla ese mismo comportamiento.
Después está el echo de que al niño le desagraden los perros. No es nada malo, nadie esta obligado a que le gusten los perros. El problema está en, por ejemplo, cuando el niño se te esconde detrás de ti porque ve a un perro, y tu le alejas de ese perro con la mano. Ese simple gesto es un refuerzo positivo a su miedo. Cruzar la calle al ver a un perro porque sabes que al niño no le gustan, es reforzar ese comportamiento. Ir a casa de un amigo que tiene perro y hacerle encerrar/atar al perro porque al niño le dan miedo, es lo mismo que decirle al niño: "el perro te va a hacer daño, por eso le digo que no se te acerque". Hay que evitar estas reacciones porque no le estamos haciendo ningún favor al niño, ni al adulto que será en un futuro, ya que un perro raramente le hará algo a un niño, pero muchos perros reaccionan mal cuando un adulto les muestra miedo, porque lo toman como una amenaza, y eso si que puede llegar a ser un mordisco el día de mañana.
Otra forma de que los niños cojan miedo a los perros son las frases absurdas que les decimos para que no toquen a perros desconocidos, véase los "No toques a ese perro que te va a morder", y derivados. Se puede educar a los niños para que no vayan a echarse al cuello de todos los perros, pero sin meterles miedo. Se les ha de enseñar que antes de tocar a un perro, hay que pedirle permiso a su dueño, o en su defecto, a ti.
Otro miedo común en la infancia (y no tan en la infancia) es el miedo a la oscuridad. La realidad, es que no se tiene miedo a la oscuridad; se tiene miedo a lo desconocido, a lo que no podemos ver y puede estar ahí. Muchas personas intentan que sus hijos superen ese miedo a la oscuridad dándoles la mano hasta que se duermen o dejándoles la luz encendida. Tanto una como la otra cosa con contraproducentes, porque no les quitas el miedo, solo lo evitas, y cuando sean más grandes no lo habrán superado.
Éste miedo lo suelen tener muchos niños y se pasa POR SI SOLO conforme van creciendo. Si nosotros nos dedicamos a reforzar ese miedo en vez de darle armas para enfrentar-se a él, ese miedo va a persistir. No es bueno darle la mano a los niños hasta que se duerman, pero es bueno para ellos acudir cuando te llaman por la noche, aunque sea para pedirte un vaso de agua a pesar de que tu sabes que no tiene sed: el niño solo quiere tu atención o tu protección por algo que le ha asustado, y apoyarle en esos momentos aunque solo sea pasando por ahí les ayuda mucho. Lo más importante, es que al acudir nosotros, NO ENCENDAMOS LA LUZ. Si la encendiéramos, el niño relaciona que la oscuridad da inseguridad y soledad mientras que la luz trae consigo la seguridad, y provocaríamos el efecto contrario al deseado.
Una forma simple de ayudarles con esto es colocar formas que brillen en la oscuridad y que le permitan al niño tener una referencia de donde está cada cosa: por ejemplo, se pueden pegar estrellas por la pared y el techo.

Todos los niños tienen miedos, y eso es bueno para su desarrollo, pero desde el momento que reforzamos esos miedos, pueden ir más allá y llegar a ser verdaderos problemas tanto para el niño como para los que lo rodean.
Por esa razón es importante que tanto la au pair como los padres se pongan de acuerdo para actuar de la misma forma y logren que le niño supere estos pequeños baches poco a poco.
¿Tus niños tenían algún miedo? ¿Hiciste algo al respecto?
lunes, 10 de junio de 2013
Consejos para las familias II
Sorpresa!!!!
Nueva apariencia, nuevo fondo (que es temporal, hasta que tenga tiempo de colgar el definitivo), nuevos gatgets... Os cuento un poco, que hay cosas nuevas y interesantes:
Como podéis ver a vuestra derecha, bajo la foto del perro hambriento, unos botoncitos que van derechos al nuevo Facebook del blog, al canal de Youtube donde próximamente colgaré vídeos (cuando termine exámenes...), al siguiente, si pasáis el cursor por encima podréis ver mi e-mail (apagayvamonosdeaupair@gmail.com), y finalmente, el link al foro "Mundo au pair".
Durante el próximo mes veréis algunos cambios más en el blog, que ya os iré contando. Quiero darle una apariencia que facilite un poco la lectura, que tanto naranja ya me estaba cansando.
Una vez explicado esto, volvamos al tema que nos ha llevado aquí... El maravilloso mundo de las familias. Os hago saber que la última entrada ha provocado un aluvión de e-mails de Hostmoms y de un Hostdad (muy majo, todo hay que decirlo) diciéndome que habían llegado a mi blog de rebote, pero que les había gustado mucho la entrada. Así que chicas y chicos bloggers: a publicar consejos para las familias, que aunque no lo parezca, ahí están ellas, al acecho...
Hoy traigo un par de ideas más para vosotros:
La caja del dinero
Como au pair, agradecí enormemente esta estrategia de mi familia alemana, y quiero extender la idea y la filosofía a todas las familias a las que pueda.
Por todos es sabido que muchas veces, la au pair ha de comprar cosas (leche, salchichas, unas cartulinas...) con su propio dinero, y después avisar a la familia de que se lo ha gastado, y después darles el ticket para que le devuelvan el dinero, y después esperar a que se lo devuelvan, y después recordar mil veces a la familia que te deben el dinero porque se olvida, y después .. No os parecen muchos pasos para algo tan simple? Por no añadir que a veces, acaba dando apuro decirle a la familia por quinta vez después de dos semanas de espera: Aun me debes los 15 euros del otro día.
Todo esto tiene una solución muy pero que muy fácil:
Como buena Hostmom que eres, compra una cajita, la pones en la cocina, y metes 50 euros dentro. Le explicas a la au pair, que puede usar ese dinero para comprar cualquier cosa que se le pida o que necesite (desde el pan, hasta una libreta para el colegio los niños), y que de vez en cuando, puede usar ese dinero para hacer cosas con los niños, previo aviso, a poder ser. Le pides que deje dentro de la caja los tickets de las cosas que compre y el cambio (o que apunte lo que le ha costado, porque en sitios como la panadería, por ejemplo, no te dan ticket). Cada domingo por la noche, coges los tickets, los revisas, y rellenas la caja de nuevo con el dinero que falte para llegar otra vez a los 50 euros (que algunas semanas solo se habrá gastado 5 euros, y otras, si se ha llevado a los niños al museo, quizá falten 30).
¿Veis que fácil? No tenéis que ir pensando en cuanto le debéis a la au pair, y a ella le dais un margen de maniobra e improvisación con los niños (llevártelos a tomar un helado de vez en cuando, ayuda mucho en la relación niños-au pair, o levantarte una mañana de verano y decidir que es buena idea irte al zoo a pasar el día con ellos sin pensar en esos 30 euros que te deberá la familia y que sabe Dios cuando regresaran a tus manos).
Os aseguro que las au pairs no somos unas ladronas que iremos arañando de ese dinero, y este pequeño gesto facilitara enormemente la convivencia con la au pair.
La flexibilidad
Flexibilidad, flexibilidad... Nos repetimos mucho. Siempre hablamos de flexibilidad, pero eso parece ser exclusivo de las au pairs: modificar horarios, quedarse más horas, volver antes a casa para hacer un babysitting... Pero esto, señores, no funciona así. No es algo que vaya en un solo sentido, ha de ser mutuo.
¿Como pueden ser flexibles las familias? Pues para empezar, no contando horas, pero teniéndolas en cuenta. La au pair vive con vosotros, y si es una buena au pair, hace cosas por los niños las 24 horas, siempre que este en casa en ese momento, aunque no sean sus horas de trabajo: leen cuentos antes de ir a dormir, ayudan a que los niños coman, peinan a criaturas de buena mañana.... Todas estas horas, porque si, son horas, y nadie las cuenta. Entonces no seáis tan quisquillosos como para llegar a casa 1 hora antes, y le digas a la au pair al día siguiente que se tiene que quedar una hora más en casa porque ayer hizo una hora menos.
Otra situación: tienes un niño pequeño, y tu estas en casa. El niño querrá estar contigo, es inevitable. No tengas la pachorra de dejar a la au pair todo el día con el niño berreado porque quiere estar con su madre, y tu rascándote la barriga en el sofá. O bien estas con ellos, o bien dejas a la au pair ese rato libre. Y si, no cuentes esas horas como "me las debes", porque otro día llegaras 2 horas tarde, y la au pair se callara la boca.
También esta el tema de cambiar horarios. Si la au pair lleva días avisándote de que va a hacer algo, y a ti ese día te sale un imprevisto, TE JODES. Ella te ha avisado, no tienes derecho a obligarla a cancelar sus planes porque a ti te va mal (a no ser que hablemos de una urgencia porque te estas muriendo, claro). ¿Te imaginas la situación al revés? La au pair te hace volver a casa 3 horas antes del trabajo porque ella tiene un imprevisto. ¿Impensable, verdad? Pues no hagáis vosotros lo mismo.
Familias, poner en practica estos consejos: nosotras ponemos en practica los vuestros. Hoy por ti, mañana por mi.
Nueva apariencia, nuevo fondo (que es temporal, hasta que tenga tiempo de colgar el definitivo), nuevos gatgets... Os cuento un poco, que hay cosas nuevas y interesantes:
Como podéis ver a vuestra derecha, bajo la foto del perro hambriento, unos botoncitos que van derechos al nuevo Facebook del blog, al canal de Youtube donde próximamente colgaré vídeos (cuando termine exámenes...), al siguiente, si pasáis el cursor por encima podréis ver mi e-mail (apagayvamonosdeaupair@gmail.com), y finalmente, el link al foro "Mundo au pair".
Durante el próximo mes veréis algunos cambios más en el blog, que ya os iré contando. Quiero darle una apariencia que facilite un poco la lectura, que tanto naranja ya me estaba cansando.
Una vez explicado esto, volvamos al tema que nos ha llevado aquí... El maravilloso mundo de las familias. Os hago saber que la última entrada ha provocado un aluvión de e-mails de Hostmoms y de un Hostdad (muy majo, todo hay que decirlo) diciéndome que habían llegado a mi blog de rebote, pero que les había gustado mucho la entrada. Así que chicas y chicos bloggers: a publicar consejos para las familias, que aunque no lo parezca, ahí están ellas, al acecho...
Hoy traigo un par de ideas más para vosotros:
La caja del dinero
Como au pair, agradecí enormemente esta estrategia de mi familia alemana, y quiero extender la idea y la filosofía a todas las familias a las que pueda.
Por todos es sabido que muchas veces, la au pair ha de comprar cosas (leche, salchichas, unas cartulinas...) con su propio dinero, y después avisar a la familia de que se lo ha gastado, y después darles el ticket para que le devuelvan el dinero, y después esperar a que se lo devuelvan, y después recordar mil veces a la familia que te deben el dinero porque se olvida, y después .. No os parecen muchos pasos para algo tan simple? Por no añadir que a veces, acaba dando apuro decirle a la familia por quinta vez después de dos semanas de espera: Aun me debes los 15 euros del otro día.
Todo esto tiene una solución muy pero que muy fácil:
Como buena Hostmom que eres, compra una cajita, la pones en la cocina, y metes 50 euros dentro. Le explicas a la au pair, que puede usar ese dinero para comprar cualquier cosa que se le pida o que necesite (desde el pan, hasta una libreta para el colegio los niños), y que de vez en cuando, puede usar ese dinero para hacer cosas con los niños, previo aviso, a poder ser. Le pides que deje dentro de la caja los tickets de las cosas que compre y el cambio (o que apunte lo que le ha costado, porque en sitios como la panadería, por ejemplo, no te dan ticket). Cada domingo por la noche, coges los tickets, los revisas, y rellenas la caja de nuevo con el dinero que falte para llegar otra vez a los 50 euros (que algunas semanas solo se habrá gastado 5 euros, y otras, si se ha llevado a los niños al museo, quizá falten 30).
¿Veis que fácil? No tenéis que ir pensando en cuanto le debéis a la au pair, y a ella le dais un margen de maniobra e improvisación con los niños (llevártelos a tomar un helado de vez en cuando, ayuda mucho en la relación niños-au pair, o levantarte una mañana de verano y decidir que es buena idea irte al zoo a pasar el día con ellos sin pensar en esos 30 euros que te deberá la familia y que sabe Dios cuando regresaran a tus manos).
Os aseguro que las au pairs no somos unas ladronas que iremos arañando de ese dinero, y este pequeño gesto facilitara enormemente la convivencia con la au pair.
La flexibilidad
Flexibilidad, flexibilidad... Nos repetimos mucho. Siempre hablamos de flexibilidad, pero eso parece ser exclusivo de las au pairs: modificar horarios, quedarse más horas, volver antes a casa para hacer un babysitting... Pero esto, señores, no funciona así. No es algo que vaya en un solo sentido, ha de ser mutuo.
¿Como pueden ser flexibles las familias? Pues para empezar, no contando horas, pero teniéndolas en cuenta. La au pair vive con vosotros, y si es una buena au pair, hace cosas por los niños las 24 horas, siempre que este en casa en ese momento, aunque no sean sus horas de trabajo: leen cuentos antes de ir a dormir, ayudan a que los niños coman, peinan a criaturas de buena mañana.... Todas estas horas, porque si, son horas, y nadie las cuenta. Entonces no seáis tan quisquillosos como para llegar a casa 1 hora antes, y le digas a la au pair al día siguiente que se tiene que quedar una hora más en casa porque ayer hizo una hora menos.
Otra situación: tienes un niño pequeño, y tu estas en casa. El niño querrá estar contigo, es inevitable. No tengas la pachorra de dejar a la au pair todo el día con el niño berreado porque quiere estar con su madre, y tu rascándote la barriga en el sofá. O bien estas con ellos, o bien dejas a la au pair ese rato libre. Y si, no cuentes esas horas como "me las debes", porque otro día llegaras 2 horas tarde, y la au pair se callara la boca.
También esta el tema de cambiar horarios. Si la au pair lleva días avisándote de que va a hacer algo, y a ti ese día te sale un imprevisto, TE JODES. Ella te ha avisado, no tienes derecho a obligarla a cancelar sus planes porque a ti te va mal (a no ser que hablemos de una urgencia porque te estas muriendo, claro). ¿Te imaginas la situación al revés? La au pair te hace volver a casa 3 horas antes del trabajo porque ella tiene un imprevisto. ¿Impensable, verdad? Pues no hagáis vosotros lo mismo.
Familias, poner en practica estos consejos: nosotras ponemos en practica los vuestros. Hoy por ti, mañana por mi.
domingo, 2 de junio de 2013
Consejos para las familias
Siempre escribo consejos para las au pairs y nunca me había parado a pensar en escribir una entrada para las familias. Parece un tema tabú... Ninguna au pair escribe una entrada dando conejos a las familias, pero parece ser que las familias si que tienen todo el derecho en aconsejarnos y acribillarnos por doquier. Por esta razón, creo que es el momento de mezclar estos dos mundos (Familias y Au Pairs) y que nos demos consejos mutuamente. Los dos.
No os hagáis esperar
Teóricamente, la relación au pair-familia debería ser una idílica relación de igual a igual. Os imagináis que un día, la au pair decide decirte: "Hola HM-de-turno! Se que debería llegar aquí a eso de las 16:00 para empezar a trabajar, pero me he olvidado de decirte que hoy quedé con una amiga a tomar café, llegaré a casa un par de horas tardeasí que te jodes y aunque hayas echo planes, te quedas tu con los niños, y eso si, me pagas esas dos horas de menos que hago! ¿De acuerdo? Gracias!".
¿Verdad que seria todo un escándalo y te quedarías con cara de gilipollas? Pues imagínate cuando eres TU la que llegas dos horas tarde, dos horas que la au pair tenia apuntadas como su tiempo libre, que quizá tenia planes o quería simplemente rascarse la barriga desde todos los ángulos posibles, dos horas de las que por cierto, la au pair no va a ver un puto duro extra.
Intenta llegar siempre a la hora convenida (a no ser que sea una urgencia (una urgencia de verdad)). Es cierto que la au pair trabaja para ti, pero eso no te da derecho a usarla, hacer y deshacer su vida como a ti bien te plazca.
Respeta la intimidad de la au pair
¿La au pair se mete en tu habitación y chafardea lo que tienes o dejas de tener? ¿Te dice después que la ordenes, que eso no le gusta o aquello tampoco?
Entonces, no hagas tu lo mismo. Es tu casa, pero es su zona. Cuando tu te vas a un hotel, el gerente no te deja un post it donde diga: "limpia tu cuarto y ordenarlo,guarra". Ten presente entonces, que tu casa es como un hotel, y la habitación de la au pair, es su zona, aunque tu seas el propietario.
Trabajar con los niños dormidos, también es trabajar
¿Tu dejas de ser padre a las 21:00, cuando acuestas a los niños? ¿Porque entonces, eres capaz de dejar a la au pair SOLA 5 horas por la noche con los niños, solo contando la horita que la has dejado acostando a los críos como horas de trabajo? ¿Representa que si un niño se despierta por la noche, como au pair no tengo porque atenderlo si total, no es "trabajar" porque los niños duermen? ¿Me puedo ir a tomar algo, porque total, no estoy trabajando?
Espero que veáis, que aunque los niños estén dormidos, eso debe contar como horas de trabajo, porque lo son.
Ten en cuanta a la au pair en las fechas especiales
Las au pairs también tenemos cumpleaños, estamos posiblemente en tu casa por navidad, en verano... Acuérdate de esto. La au pair les ha comprado un regalo de cumpleaños a tus hijos, y si no lo ha echo porque aun no ha llegado la fecha, lo harán. Han preparado manualidades con tus hijos PARA TI en días como el día de la madre, del padre, del abuelo y del espíritu santo, posiblemente terminando de noche ella sola y teniendo unas cuantas discusiones para que tus hijos pongan la mano aquí o allí, peguen esto aquí o allí, solo para que tu tengas un recuerdo bonito de ellos. Ella también pasa calor en verano, y quizá le gustaría llevarse a tus hijos a la piscina en vez de aguantar a niños aburridos y acalorados.
Así que por favor, regalale algo por su cumpleaños. Haz/Compra una tarta. Ponle un calcetín en la chimenea para navidad. Regalarle una tarjeta los días de celebración en tu país. Haz que los niños le hagan un dibujo o le escriban una carta, prepara algo bonito. Saca el bono familiar de verano en la piscina municipal.
No hace falta que sea nada caro: un libro, un CD de música, una sudadera, un jersey o un kit de dibujo. Ella te lo agradecerá muchísimo, y la harás mucho más feliz de lo que jamás podrías imaginar. No es el regalo, no es su valor, es el echo de que alguien se acuerde de ti en un día especial lo que se agradece tanto.
Ten en cuenta a al au pair en tu día a día
Trae merienda también para ella cuando vayas a por pastelitos a media tarde. Llámala para comer y para cenar aunque este en su cuarto porque no esta trabajando. No la hagas estar con los niños de otros, si vienen amigos a cenar. Pregúntale si os quiere acompañar a pasar el día fuera.
Ella puede que no le apetezcan en ese momento los pastelitos, o puede que no tenga ganas de cenar, o que no quiera pasar su día libre con vosotros. Pero pensar en la sensación que puede tener, si baja a cenar y os ve a todos ya terminando y nadie la ha avisado de que la comida estaba lista. O se da cuenta de que no hay merienda para ella. O de que no la queréis a vuestro lado. Imaginar, solo por un momento, como os sentiríais vosotros.
Ser comprensivos
Las au pairs también son personas. Tiene sus días malos, y sus días buenos.
Voy a poneros un ejemplo:
¿Cuantos días queréis, con todas vuestras fuerzas, estrangular a vuestros hijos con las dos manos? Y no me seáis hipócritas, que ningún padre se libra de esto. Va con el carné de padre.
Pues imagina que no son tus hijos, pero los tienes que aguantar como si lo fueran. Y no puedes poner mala cara. Ni gritar. Lo único que puedes hacer es tragarte toda la rabia, poner una sonrisa y seguir para adelante.
Así que cuando lleguéis, no le digáis a la au pair: ¿Te puedes quedar 30 minutitos con los niños, que me voy a comprar unas cosas al super?
No seáis tan retorcidos. Puede que la au pair este al borde de un ataque de nervios. Cuando lleva 8 horas con los niños, darle la opción de huir. Si no te puedes llevar a los niños, dale la opción a la au pair de irse ella a comprar: "Necesito ir al super: ¿quieres ir tu o prefieres quedarte con los niños?".
Creerme, no es bueno hacer llegar a una persona hasta el limite de su paciencia.
No hagáis las cosas que la au pair tiene prohibidas
No quiero que los niños miren la TV, no quiero que coman caramelos, no quiero que corran por la calle, no quiero que jueguen con agua, no quiero que coman a deshora, no quiero que las habitaciones estén desordenadas, no quiero que los niños coman como animales, no quiero que los niños coman comida basura...
¿Cuantas veces has dicho todas estas cosas? Las au pais se parten el lomo cumpliendo cada una de las prohibiciones que tu les indicas, para que después, llegues tu, les des un beso a cada churumbel y les enciendas la TV; TV que por cierto, los niños llevan pidiendo desde hace 4 horas y la au pair lleva cada minuto de esas 4 horas diciéndoles que eso no puede ser. ¿Lo ves justo? No lo es.
Son tus hijos, pero son las normas de TODOS. No pidas que las au pairs hagan cosas que tu no vas a cumplir, porque de cara a los niños, tu seras la madre guai que les pone la TV y les da chuches, les cocinas pizza y la au pair la mala malísima que les dice a todo que no y les cocina verdura y ensaladas. ¿De verdad quieres que tus hijos tengan esa idea de la persona que les cuida durante casi todo el día? ¿Esa es la felicidad que quieres para ellos? Piensa en ello. Cambia de actitud. Ayuda a que las normas sean para TODOS.
No dejes que la au pair se entere de las cosas por los niños
"Mi mama mañana tiene una cena en el trabajo" "Mi papa se va de viaje la semana que viene y me traerá caramelos" "Mi mama dice que no haces (añadir aquí algo)" "Mi papa dice..."
Estas cosas, familias, joden mucho. Las au pais nos preocupamos para que nada de lo que hagamos/digamos y que os pueda ofender, llegue a vuestros oídos. No hacemos planes con semanas de antelación y no os avisamos. Y mucho menos lo decimos delante de los niños, que para quien no lo sepa, son pequeñas personitas programadas para cascar todo lo que escuchan y repetirlo palabra por palabra cuando menos te lo esperas.
Si queréis criticarnos, adelante! Nosotras también lo hacemos! Pero no permitáis que nos enteremos, y menos por los niños. ¿Que narices pensaran tus hijos de esa persona que los cuida, si oyen estas cosas? Y no solo eso, sino que estas cosas, es casi seguro que llegaran a orejas del blanco al que atacáis.
Si tenéis planes, y lo sabéis, contárnoslo. No nos dejéis enterarnos por los niños.
Y sobre todo, no uséis a los niños para comunicarnos cosas. Si una au pair tiene que creer todos los "Mi mama me ha dicho que has de hacer.../ que no puedes hacer..../ que puedo hacer..." de los niños, estamos listos. Y por supuesto, eso puede acabar o bien prohibiendo algo que tu si que has autorizado, o al contrario, autorizando algo prohibido. Hacerme caso, no hay notita pegada en la nevera que por bien no venga.
PD: Siento lo abandonado que está blog, pero mi día no tiene más horas. Hasta finales de junio no creo que pueda colgar nada más. De todos modos, esperarme, que volveré ;)
No os hagáis esperar
Teóricamente, la relación au pair-familia debería ser una idílica relación de igual a igual. Os imagináis que un día, la au pair decide decirte: "Hola HM-de-turno! Se que debería llegar aquí a eso de las 16:00 para empezar a trabajar, pero me he olvidado de decirte que hoy quedé con una amiga a tomar café, llegaré a casa un par de horas tarde
¿Verdad que seria todo un escándalo y te quedarías con cara de gilipollas? Pues imagínate cuando eres TU la que llegas dos horas tarde, dos horas que la au pair tenia apuntadas como su tiempo libre, que quizá tenia planes o quería simplemente rascarse la barriga desde todos los ángulos posibles, dos horas de las que por cierto, la au pair no va a ver un puto duro extra.
Intenta llegar siempre a la hora convenida (a no ser que sea una urgencia (una urgencia de verdad)). Es cierto que la au pair trabaja para ti, pero eso no te da derecho a usarla, hacer y deshacer su vida como a ti bien te plazca.
Respeta la intimidad de la au pair
¿La au pair se mete en tu habitación y chafardea lo que tienes o dejas de tener? ¿Te dice después que la ordenes, que eso no le gusta o aquello tampoco?
Entonces, no hagas tu lo mismo. Es tu casa, pero es su zona. Cuando tu te vas a un hotel, el gerente no te deja un post it donde diga: "limpia tu cuarto y ordenarlo,
Trabajar con los niños dormidos, también es trabajar
¿Tu dejas de ser padre a las 21:00, cuando acuestas a los niños? ¿Porque entonces, eres capaz de dejar a la au pair SOLA 5 horas por la noche con los niños, solo contando la horita que la has dejado acostando a los críos como horas de trabajo? ¿Representa que si un niño se despierta por la noche, como au pair no tengo porque atenderlo si total, no es "trabajar" porque los niños duermen? ¿Me puedo ir a tomar algo, porque total, no estoy trabajando?
Espero que veáis, que aunque los niños estén dormidos, eso debe contar como horas de trabajo, porque lo son.
Ten en cuanta a la au pair en las fechas especiales
Las au pairs también tenemos cumpleaños, estamos posiblemente en tu casa por navidad, en verano... Acuérdate de esto. La au pair les ha comprado un regalo de cumpleaños a tus hijos, y si no lo ha echo porque aun no ha llegado la fecha, lo harán. Han preparado manualidades con tus hijos PARA TI en días como el día de la madre, del padre, del abuelo y del espíritu santo, posiblemente terminando de noche ella sola y teniendo unas cuantas discusiones para que tus hijos pongan la mano aquí o allí, peguen esto aquí o allí, solo para que tu tengas un recuerdo bonito de ellos. Ella también pasa calor en verano, y quizá le gustaría llevarse a tus hijos a la piscina en vez de aguantar a niños aburridos y acalorados.
Así que por favor, regalale algo por su cumpleaños. Haz/Compra una tarta. Ponle un calcetín en la chimenea para navidad. Regalarle una tarjeta los días de celebración en tu país. Haz que los niños le hagan un dibujo o le escriban una carta, prepara algo bonito. Saca el bono familiar de verano en la piscina municipal.
No hace falta que sea nada caro: un libro, un CD de música, una sudadera, un jersey o un kit de dibujo. Ella te lo agradecerá muchísimo, y la harás mucho más feliz de lo que jamás podrías imaginar. No es el regalo, no es su valor, es el echo de que alguien se acuerde de ti en un día especial lo que se agradece tanto.
Ten en cuenta a al au pair en tu día a día
Trae merienda también para ella cuando vayas a por pastelitos a media tarde. Llámala para comer y para cenar aunque este en su cuarto porque no esta trabajando. No la hagas estar con los niños de otros, si vienen amigos a cenar. Pregúntale si os quiere acompañar a pasar el día fuera.
Ella puede que no le apetezcan en ese momento los pastelitos, o puede que no tenga ganas de cenar, o que no quiera pasar su día libre con vosotros. Pero pensar en la sensación que puede tener, si baja a cenar y os ve a todos ya terminando y nadie la ha avisado de que la comida estaba lista. O se da cuenta de que no hay merienda para ella. O de que no la queréis a vuestro lado. Imaginar, solo por un momento, como os sentiríais vosotros.
Ser comprensivos
Las au pairs también son personas. Tiene sus días malos, y sus días buenos.
Voy a poneros un ejemplo:
¿Cuantos días queréis, con todas vuestras fuerzas, estrangular a vuestros hijos con las dos manos? Y no me seáis hipócritas, que ningún padre se libra de esto. Va con el carné de padre.
Pues imagina que no son tus hijos, pero los tienes que aguantar como si lo fueran. Y no puedes poner mala cara. Ni gritar. Lo único que puedes hacer es tragarte toda la rabia, poner una sonrisa y seguir para adelante.
Así que cuando lleguéis, no le digáis a la au pair: ¿Te puedes quedar 30 minutitos con los niños, que me voy a comprar unas cosas al super?
No seáis tan retorcidos. Puede que la au pair este al borde de un ataque de nervios. Cuando lleva 8 horas con los niños, darle la opción de huir. Si no te puedes llevar a los niños, dale la opción a la au pair de irse ella a comprar: "Necesito ir al super: ¿quieres ir tu o prefieres quedarte con los niños?".
Creerme, no es bueno hacer llegar a una persona hasta el limite de su paciencia.
No hagáis las cosas que la au pair tiene prohibidas
No quiero que los niños miren la TV, no quiero que coman caramelos, no quiero que corran por la calle, no quiero que jueguen con agua, no quiero que coman a deshora, no quiero que las habitaciones estén desordenadas, no quiero que los niños coman como animales, no quiero que los niños coman comida basura...
¿Cuantas veces has dicho todas estas cosas? Las au pais se parten el lomo cumpliendo cada una de las prohibiciones que tu les indicas, para que después, llegues tu, les des un beso a cada churumbel y les enciendas la TV; TV que por cierto, los niños llevan pidiendo desde hace 4 horas y la au pair lleva cada minuto de esas 4 horas diciéndoles que eso no puede ser. ¿Lo ves justo? No lo es.
Son tus hijos, pero son las normas de TODOS. No pidas que las au pairs hagan cosas que tu no vas a cumplir, porque de cara a los niños, tu seras la madre guai que les pone la TV y les da chuches, les cocinas pizza y la au pair la mala malísima que les dice a todo que no y les cocina verdura y ensaladas. ¿De verdad quieres que tus hijos tengan esa idea de la persona que les cuida durante casi todo el día? ¿Esa es la felicidad que quieres para ellos? Piensa en ello. Cambia de actitud. Ayuda a que las normas sean para TODOS.
No dejes que la au pair se entere de las cosas por los niños
"Mi mama mañana tiene una cena en el trabajo" "Mi papa se va de viaje la semana que viene y me traerá caramelos" "Mi mama dice que no haces (añadir aquí algo)" "Mi papa dice..."
Estas cosas, familias, joden mucho. Las au pais nos preocupamos para que nada de lo que hagamos/digamos y que os pueda ofender, llegue a vuestros oídos. No hacemos planes con semanas de antelación y no os avisamos. Y mucho menos lo decimos delante de los niños, que para quien no lo sepa, son pequeñas personitas programadas para cascar todo lo que escuchan y repetirlo palabra por palabra cuando menos te lo esperas.
Si queréis criticarnos, adelante! Nosotras también lo hacemos! Pero no permitáis que nos enteremos, y menos por los niños. ¿Que narices pensaran tus hijos de esa persona que los cuida, si oyen estas cosas? Y no solo eso, sino que estas cosas, es casi seguro que llegaran a orejas del blanco al que atacáis.
Si tenéis planes, y lo sabéis, contárnoslo. No nos dejéis enterarnos por los niños.
Y sobre todo, no uséis a los niños para comunicarnos cosas. Si una au pair tiene que creer todos los "Mi mama me ha dicho que has de hacer.../ que no puedes hacer..../ que puedo hacer..." de los niños, estamos listos. Y por supuesto, eso puede acabar o bien prohibiendo algo que tu si que has autorizado, o al contrario, autorizando algo prohibido. Hacerme caso, no hay notita pegada en la nevera que por bien no venga.
PD: Siento lo abandonado que está blog, pero mi día no tiene más horas. Hasta finales de junio no creo que pueda colgar nada más. De todos modos, esperarme, que volveré ;)
lunes, 25 de febrero de 2013
¿Estás de broma?
No os engañéis. Todas, absolutamente, hemos pensado eso con muchas actitudes de los padres hacia los niños. Y más, cuando estas se extendían a tu persona. Son esas cosas, que pasan a convertirse en las "cosillas" a las que nos referimos cuando decimos: "es una familia maravillosa, pero tiene sus cosillas como todas".
Cosas que tu las ves, y lo primero que se te viene a la cabeza es "¿Estás de broma? ¿Pero tu te das cuenta de lo que haces?". Pero sueles callarte porque, aunque para ti sea una barbaridad, no te incumbe.
En mi caso, a pesar de que los padres les daban una educación correcta a sus tres hijas, a veces hacían cosas que a mi me sacaban de quicio y no las podía tachar de normales, ni de buenas. Quizá porque en mi casa nunca se ha permitido eso. Quizá por razones culturales. Quizá porque lo comparas con otras cosas y piensas: ¿Para esto si y para eso no?. Quizá porque es una absoluta barbaridad.
Hoy he estado pensando, ya con el tiempo y en frío, todas esas situaciones que me pasaron. He intentado buscar una explicación racional a ese comportamiento, cosas de psicólogos supongo.
Aun así creo que simplemente, hay cosas que no tienen explicación más allá de un "Madre mía ..". Os voy a contar un par de ejemplos (ya haré otra entrada para contar alguno más) para que vosotras me digáis si no es verdad:
- Limpiarle el culo a la niña de 6 años después de ir al baño.
Bueno en fin, no se como explicar esto de una forma más clara. ¿Limpiarle el culo a un niño de 6 años? ¿Enserio? Pues si, os lo digo totalmente en serio. Lo peor, es cuando la niña me lo pedía a mi.
Vamos a ver. Yo puedo entender que el niño pueda tener algún problema a la hora de limpiarse. O que hay niños que les cuesta mucho más todo esto. O que tengan problemas en la piel y no se sepan limpiar bien, con lo cual se les irrita y les pica. Puedo entenderlo. Pero mi caso no era ninguno de estos. Simplemente, la niña pedía para que le limpiaras el culo cuando terminaba. Y lo que es peor, te lo pedía con vergüenza porque ella sabia que ya era mayor para eso. Pero aun así te lo pedía. Yo no sabia que a la niña se le limpiaba el culo porque su hora de ir al baño coincidía en la hora que su madre estaba en casa. Así que los dos primeros meses no me entere. Hasta que parece ser que su aparato digestivo cambio de horario. Y llegó el día en que me lo pidió. Como los niños en Alemania cagan bastante suelto (es al realidad, lo siento para que se ofenda), esa primera vez pensé que la niña, al ver que al limpiarse eso no acababa, me pedía ayuda.
Después, con su madre, me di cuenta que lo pedía por regla. Y ahí aluciné.
Y llego el día en que estando yo y su madre en casa, ella fue al baño mientras su madre estaba ocupada trabajando. Y me pidió a mi de limpiarle el culo. Y yo le dije un simple "Inténtalo tu, y si no puedes te ayudo". Me armó la de Dios con frases de "esto tienes que hacerlo tu" o "yo sola no puedo". Empezó a llorar. Y una cosa que estando solas ahí hubiera quedado, estando su madre en casa terminó con la niña quitándose los pantalones, y bajando dos pisos con el culo lleno de mierda al aire, el paquete de toallitas en la mano y llorando como una magdalena hasta donde estaba su madre. Y lo peor, es que ella se lo limpió.
Enserio, decirme si me equivoco, ¿pero su madre no tendría que haberse dado cuenta en ese momento de la incapacidad de su hija de 6 AÑOS en hacer eso tan simple ella solita, siendo ella la principal responsable de ello?. Eso pareció. Hable con la madre y ella me dijo, sin enfado lógicamente porque ella había escuchado toda la conversación desde abajo y vio que solo le dije que lo intentara, que ella y la niña habían hablado "hace tiempo" (cagate lorito, puedo yo imaginar que hablaron cuando paso algo así pero con el padre, porque curiosamente a el no se lo pedía nunca y nunca se comentaba esto delante de él) y que habían pactado que la niña se empezaría a limpiar sola cuando empezara el colegio.
Os hago saber que en Alemania el colegio empieza a primero de primaria de lo que seria España.
¿Alguien le ve la lógica?
He intentado excusarlo con temas culturales, puesto que ahí antes del colegio van a las Kitas, que solo convierten a los niños en salvajes y donde le puedes tirar el pañal lleno de mierda a la profesora hasta el día en que te vas (con 6 años) con total impunidad porque "son niños".
He intentado excusarlo con temas familiares, puesto que tiene una hermana pequeña de 2 años en ese entonces a la que por supuesto se le limpia el culo después de ir al baño.
He intentado excusar por parte de la madre el echo de que quizá no quiere perder ese deje de bebe porque las niñas crecen y le da pena (cosa lamentable para el desarrollo de las niñas).
Pero no he conseguido una explicación a este echo que sinceramente, me sacaba de mis casillas. Porque la verdad es la niña empezó el colegio, y la madre le siguió limpiando el culo. Y lo más que más me frustraba: se convirtió en una cosa secreta de madre a hija. Antes de ir al baño se lo decía a base de murmullos y cuando terminaba pegaba un grito de "Ya estoy", y la madre corriendo para el baño. Pero si no estaba la madre, se lo limpiaba sola. Y así hasta el día que me fui, que la niña tenia ya 6 años y 7 meses. Este es un claro ejemplo en los que preferí no meterme una vez paso ese sarao que os he contado y que volvió este echo clandestino, no me incumbía pero me desesperaba verlo. Al fin y al cabo, es un momento en el que pensar "no son mis hijos".
- Educar en la superioridad basada en la prepotencia.
De verdad que a mi en mi casa, para bien o para mal, me han enseñado que soy una más, y que no soy mejor que nadie. Y eso a mi no me ha llevado a ningún problema de autoestima, al contrario, me ha echo superarme a mi misma, porque se que no soy nadie y que para serlo, uno tiene que luchar. Y aun así, toda la vida he sabido que para ellos, haga lo que haga, siempre seré la mejor.
Y para que yo salga con este carácter, no me han educado en la prepotencia, cosa muy común en mi casa alemana por parte del padre.
No veo que esa educación te lleve a ninguna parte, porque que tenga según que actitudes en casa, todavía lo puedes aceptar, pero ¿Y cuando las lleve fuera?¿Como pararás el monstruo que has creado?
Por temas lógicos, esto lo notaba más en la niña mediana (la pobre, parece el saco de boxeo de esta entrada), porque al mayor ya estaba educada y la madre y la vida ya se habían encargado de bajarle los humos, y la pequeña aun era muy pequeña.
El caso es que a mi me dejaba alucinada situaciones como por ejemplo, cuando la mediana se emperró un día en dibujar con acuarelas conmigo. Cada una en nuestro papel, pero las dos dibujábamos lo mismo. Era un juego que se había inventado ella. Un simple juego. Ella decía una cosa, y la dibujábamos. Yo decía otra, y la dibujábamos. Al final tenia que quedar un paisaje. El caso es que a esa niña, las cosas claras, no había sido bendecida con el don del dibujo. Y a mi, modestia a parte y conociendo cada una sus capacidades, no es algo que se me de mal, pero tampoco soy un genio, ya me gustaría. Cada una hizo su dibujo, y como es de esperar, a mi me quedó mucho mejor. Y los colgamos los dos en la pared de la escalera donde colgábamos todas estas cosas. El caso es que la niña me dijo "A ti te ha quedado mucho mejor". ¿Que le vas a contestar? No le dirás un "por supuesto", no es plan de hundirla. Pero no veo porque has de mentirle. Le dije tal cual "Bueno, es normal, tengo mucho más años que tu. Pero el tuyo es muy bonito, así que imagina cuando tengas tantos años como yo, lo bien que dibujaras si sigues pintando así ". La niña sonrió y se paso el resto de la tarde dibujando para "practicar" y ser una graaaan pintora. Cuando baje para cenar, para mi sorpresa mi dibujo ya no estaba en la pared. Me extrañó. Pero en estas paso la niña mediana y me dice toda sonriente: "Papa ha quitado tu dibujo porque dice que es muy feo. Le he dicho que habíamos dibujado y que el tuyo era muy bonito y que estaba practicando para pintar yo tan bien como tu, y los ha mirado y ha dicho que el mio era muy lindo pero que el tuyo era tan feo, que lo iba a quitar. Porque dice que tu pintas muy feo".
Me quedé alucinada y cabreada a partes iguales. No es que me vaya a ofender para que me digan que no dibujo bien. Cada cual tendrá sus gustos y como dirían por ahí "mi abuela cree que soy el mejor". No tengo 6 años. Lo que me ofendió profundamente fue el echo de que le enseñara a la niña, tan directamente, que ella es mejor que nadie. Y no solo eso, sino que para ser mejor que nadie has de pisar a los demás. ¿De verdad me paso yo 6 horas al día (o más) educando a esas niñas con unos valores para que en menos de 3 minutos echen mi trabajo por los aires de ese modo, y además, con mentiras y con ese egocentrismo? Me cabreé profundamente, pero no me quise meter. El sabrá que quiere enseñarles a sus hijas.
Y de esos ejemplos tengo miles.
Hasta que la niña empezó el colegio. Ahí el padre, ya casi había creado un monstruo. ¿Que pasó? Que la única que podía plantar cara a la niña y ayudarle con los deberes era YO, porque la niña se transformaba en Emily Rose mientras le hacían un exorcismo cuando el decías que tenia algo mal. Ella, según la educación que le habían dado sus padres, NUNCA, y digo NUNCA hacia nada mal. Conmigo eso no lo hacia, porque no se lo permitía y la educaba en que si una cosa esta bien, esta bien, y si esta mal, adivinen ustedes... pues esta mal. Punto y fin. Pero con los padres, cada día un drama porque una suma estaba mal.
Lo mejor fue cuando llegaron el día después de la reunión con su profesora del colegio, que les contó lo lista que era, lo productiva y bla bla, pero también un par de "problemas menores" que habían tenido con ella: le rompió una manualidad a un niño (casualidades de la vida a ella no le había salido bien la suya), y un día se echó a llorar porque salió a la pizarra a hacer un ejercicio y lo hizo mal.
Y el padre y la madre discutieron porque la madre, a pesar de ser totalmente pasiva cuando el padre hacia esas cosas, le decía que era su culpa, y el padre que eso no era un problema porque era el "carácter de la niña". Y esto lo se porque la madre me lo contó al preguntar yo como había ido la reunión (que ya sabéis que a veces los padres se desfogan con las au pairs... eso da para otra entrada).
A pesar de todo, el padre siguió haciendo estas cosas.
Y ya se apañarán. Esa es la actitud que tomas en el asunto, porque no son tus hijos. ¿Contigo no lo hacen? No. Pues con los demás ya se apañará. Yo solo era la au pair. Solo espero que la niña, a pesar de todo, no les salga una completa prepotente.
Seguro que tenéis alguna cosa que contarme sobre aspectos de la educación que les dan a los niños en vuestra casa. Soy todo oídos para quien quiera escribir sus momentos "¿Estás de broma?".
Cosas que tu las ves, y lo primero que se te viene a la cabeza es "¿Estás de broma? ¿Pero tu te das cuenta de lo que haces?". Pero sueles callarte porque, aunque para ti sea una barbaridad, no te incumbe.
En mi caso, a pesar de que los padres les daban una educación correcta a sus tres hijas, a veces hacían cosas que a mi me sacaban de quicio y no las podía tachar de normales, ni de buenas. Quizá porque en mi casa nunca se ha permitido eso. Quizá por razones culturales. Quizá porque lo comparas con otras cosas y piensas: ¿Para esto si y para eso no?. Quizá porque es una absoluta barbaridad.
Hoy he estado pensando, ya con el tiempo y en frío, todas esas situaciones que me pasaron. He intentado buscar una explicación racional a ese comportamiento, cosas de psicólogos supongo.
Aun así creo que simplemente, hay cosas que no tienen explicación más allá de un "Madre mía ..". Os voy a contar un par de ejemplos (ya haré otra entrada para contar alguno más) para que vosotras me digáis si no es verdad:
- Limpiarle el culo a la niña de 6 años después de ir al baño.
Bueno en fin, no se como explicar esto de una forma más clara. ¿Limpiarle el culo a un niño de 6 años? ¿Enserio? Pues si, os lo digo totalmente en serio. Lo peor, es cuando la niña me lo pedía a mi.
Vamos a ver. Yo puedo entender que el niño pueda tener algún problema a la hora de limpiarse. O que hay niños que les cuesta mucho más todo esto. O que tengan problemas en la piel y no se sepan limpiar bien, con lo cual se les irrita y les pica. Puedo entenderlo. Pero mi caso no era ninguno de estos. Simplemente, la niña pedía para que le limpiaras el culo cuando terminaba. Y lo que es peor, te lo pedía con vergüenza porque ella sabia que ya era mayor para eso. Pero aun así te lo pedía. Yo no sabia que a la niña se le limpiaba el culo porque su hora de ir al baño coincidía en la hora que su madre estaba en casa. Así que los dos primeros meses no me entere. Hasta que parece ser que su aparato digestivo cambio de horario. Y llegó el día en que me lo pidió. Como los niños en Alemania cagan bastante suelto (es al realidad, lo siento para que se ofenda), esa primera vez pensé que la niña, al ver que al limpiarse eso no acababa, me pedía ayuda.
Después, con su madre, me di cuenta que lo pedía por regla. Y ahí aluciné.
Y llego el día en que estando yo y su madre en casa, ella fue al baño mientras su madre estaba ocupada trabajando. Y me pidió a mi de limpiarle el culo. Y yo le dije un simple "Inténtalo tu, y si no puedes te ayudo". Me armó la de Dios con frases de "esto tienes que hacerlo tu" o "yo sola no puedo". Empezó a llorar. Y una cosa que estando solas ahí hubiera quedado, estando su madre en casa terminó con la niña quitándose los pantalones, y bajando dos pisos con el culo lleno de mierda al aire, el paquete de toallitas en la mano y llorando como una magdalena hasta donde estaba su madre. Y lo peor, es que ella se lo limpió.
Enserio, decirme si me equivoco, ¿pero su madre no tendría que haberse dado cuenta en ese momento de la incapacidad de su hija de 6 AÑOS en hacer eso tan simple ella solita, siendo ella la principal responsable de ello?. Eso pareció. Hable con la madre y ella me dijo, sin enfado lógicamente porque ella había escuchado toda la conversación desde abajo y vio que solo le dije que lo intentara, que ella y la niña habían hablado "hace tiempo" (cagate lorito, puedo yo imaginar que hablaron cuando paso algo así pero con el padre, porque curiosamente a el no se lo pedía nunca y nunca se comentaba esto delante de él) y que habían pactado que la niña se empezaría a limpiar sola cuando empezara el colegio.
Os hago saber que en Alemania el colegio empieza a primero de primaria de lo que seria España.
¿Alguien le ve la lógica?
He intentado excusarlo con temas culturales, puesto que ahí antes del colegio van a las Kitas, que solo convierten a los niños en salvajes y donde le puedes tirar el pañal lleno de mierda a la profesora hasta el día en que te vas (con 6 años) con total impunidad porque "son niños".
He intentado excusarlo con temas familiares, puesto que tiene una hermana pequeña de 2 años en ese entonces a la que por supuesto se le limpia el culo después de ir al baño.
He intentado excusar por parte de la madre el echo de que quizá no quiere perder ese deje de bebe porque las niñas crecen y le da pena (cosa lamentable para el desarrollo de las niñas).
Pero no he conseguido una explicación a este echo que sinceramente, me sacaba de mis casillas. Porque la verdad es la niña empezó el colegio, y la madre le siguió limpiando el culo. Y lo más que más me frustraba: se convirtió en una cosa secreta de madre a hija. Antes de ir al baño se lo decía a base de murmullos y cuando terminaba pegaba un grito de "Ya estoy", y la madre corriendo para el baño. Pero si no estaba la madre, se lo limpiaba sola. Y así hasta el día que me fui, que la niña tenia ya 6 años y 7 meses. Este es un claro ejemplo en los que preferí no meterme una vez paso ese sarao que os he contado y que volvió este echo clandestino, no me incumbía pero me desesperaba verlo. Al fin y al cabo, es un momento en el que pensar "no son mis hijos".
- Educar en la superioridad basada en la prepotencia.
De verdad que a mi en mi casa, para bien o para mal, me han enseñado que soy una más, y que no soy mejor que nadie. Y eso a mi no me ha llevado a ningún problema de autoestima, al contrario, me ha echo superarme a mi misma, porque se que no soy nadie y que para serlo, uno tiene que luchar. Y aun así, toda la vida he sabido que para ellos, haga lo que haga, siempre seré la mejor.
Y para que yo salga con este carácter, no me han educado en la prepotencia, cosa muy común en mi casa alemana por parte del padre.
No veo que esa educación te lleve a ninguna parte, porque que tenga según que actitudes en casa, todavía lo puedes aceptar, pero ¿Y cuando las lleve fuera?¿Como pararás el monstruo que has creado?
Por temas lógicos, esto lo notaba más en la niña mediana (la pobre, parece el saco de boxeo de esta entrada), porque al mayor ya estaba educada y la madre y la vida ya se habían encargado de bajarle los humos, y la pequeña aun era muy pequeña.
El caso es que a mi me dejaba alucinada situaciones como por ejemplo, cuando la mediana se emperró un día en dibujar con acuarelas conmigo. Cada una en nuestro papel, pero las dos dibujábamos lo mismo. Era un juego que se había inventado ella. Un simple juego. Ella decía una cosa, y la dibujábamos. Yo decía otra, y la dibujábamos. Al final tenia que quedar un paisaje. El caso es que a esa niña, las cosas claras, no había sido bendecida con el don del dibujo. Y a mi, modestia a parte y conociendo cada una sus capacidades, no es algo que se me de mal, pero tampoco soy un genio, ya me gustaría. Cada una hizo su dibujo, y como es de esperar, a mi me quedó mucho mejor. Y los colgamos los dos en la pared de la escalera donde colgábamos todas estas cosas. El caso es que la niña me dijo "A ti te ha quedado mucho mejor". ¿Que le vas a contestar? No le dirás un "por supuesto", no es plan de hundirla. Pero no veo porque has de mentirle. Le dije tal cual "Bueno, es normal, tengo mucho más años que tu. Pero el tuyo es muy bonito, así que imagina cuando tengas tantos años como yo, lo bien que dibujaras si sigues pintando así ". La niña sonrió y se paso el resto de la tarde dibujando para "practicar" y ser una graaaan pintora. Cuando baje para cenar, para mi sorpresa mi dibujo ya no estaba en la pared. Me extrañó. Pero en estas paso la niña mediana y me dice toda sonriente: "Papa ha quitado tu dibujo porque dice que es muy feo. Le he dicho que habíamos dibujado y que el tuyo era muy bonito y que estaba practicando para pintar yo tan bien como tu, y los ha mirado y ha dicho que el mio era muy lindo pero que el tuyo era tan feo, que lo iba a quitar. Porque dice que tu pintas muy feo".
Me quedé alucinada y cabreada a partes iguales. No es que me vaya a ofender para que me digan que no dibujo bien. Cada cual tendrá sus gustos y como dirían por ahí "mi abuela cree que soy el mejor". No tengo 6 años. Lo que me ofendió profundamente fue el echo de que le enseñara a la niña, tan directamente, que ella es mejor que nadie. Y no solo eso, sino que para ser mejor que nadie has de pisar a los demás. ¿De verdad me paso yo 6 horas al día (o más) educando a esas niñas con unos valores para que en menos de 3 minutos echen mi trabajo por los aires de ese modo, y además, con mentiras y con ese egocentrismo? Me cabreé profundamente, pero no me quise meter. El sabrá que quiere enseñarles a sus hijas.
Y de esos ejemplos tengo miles.
Hasta que la niña empezó el colegio. Ahí el padre, ya casi había creado un monstruo. ¿Que pasó? Que la única que podía plantar cara a la niña y ayudarle con los deberes era YO, porque la niña se transformaba en Emily Rose mientras le hacían un exorcismo cuando el decías que tenia algo mal. Ella, según la educación que le habían dado sus padres, NUNCA, y digo NUNCA hacia nada mal. Conmigo eso no lo hacia, porque no se lo permitía y la educaba en que si una cosa esta bien, esta bien, y si esta mal, adivinen ustedes... pues esta mal. Punto y fin. Pero con los padres, cada día un drama porque una suma estaba mal.
Lo mejor fue cuando llegaron el día después de la reunión con su profesora del colegio, que les contó lo lista que era, lo productiva y bla bla, pero también un par de "problemas menores" que habían tenido con ella: le rompió una manualidad a un niño (casualidades de la vida a ella no le había salido bien la suya), y un día se echó a llorar porque salió a la pizarra a hacer un ejercicio y lo hizo mal.
Y el padre y la madre discutieron porque la madre, a pesar de ser totalmente pasiva cuando el padre hacia esas cosas, le decía que era su culpa, y el padre que eso no era un problema porque era el "carácter de la niña". Y esto lo se porque la madre me lo contó al preguntar yo como había ido la reunión (que ya sabéis que a veces los padres se desfogan con las au pairs... eso da para otra entrada).
A pesar de todo, el padre siguió haciendo estas cosas.
Y ya se apañarán. Esa es la actitud que tomas en el asunto, porque no son tus hijos. ¿Contigo no lo hacen? No. Pues con los demás ya se apañará. Yo solo era la au pair. Solo espero que la niña, a pesar de todo, no les salga una completa prepotente.
Seguro que tenéis alguna cosa que contarme sobre aspectos de la educación que les dan a los niños en vuestra casa. Soy todo oídos para quien quiera escribir sus momentos "¿Estás de broma?".
martes, 22 de enero de 2013
Verdades como puños
En mi año de au pair he coincidido con muchas otras compañeras, que me han echo ver que muchas au pairs callamos cosas, que después todas compartimos. Todas pasan en mayor o menor medida.
Con el permiso de todos, voy a decir verdades como puños, que las aupairs nos guardamos, y que señoras (y señores, que nunca se sabe), au pairs y otros especímenes que visitan este blog, alguien tiene que decir en voz alta de una vez para que las familias se enteren.
VERDAD Nº1: Trabajar de au pair cuando los padres están en casa es un suplicio.
Una familia que de verdad quiera ver como se comportan sus hijos cuando están con su au pair, siento decirlo, pero jamás lo lograran hacer en vivo y en directo. Alguien les tiene que decir a esa gente, que cuando están delante, sus hijos se portan como cachorros de pitbull en celo para reclamar su (muchas veces) no saciada necesidad de atención paterna. Y si, la verdad es que una simple acción como podría ser cambiarse una camiseta, se vuelve un drama si ellos están delante. Y no, normalmente, en compañía de la au pair, los niños siguen la ley del "aquí mando yo", no la del "voy a patalear hasta la muerte" que rige cuando ellos están en casa.
Y para terminar, una au pair no esta en casa para cuidar de tus hijos el sábado por la mañana mientras tu duermes, o por las tardes mientras tu te echas la siesta, porque tu hijo, al que has parido (o no), has criado (o no) y has educado (o no) quiere estar contigo, que para algo eres su padre, y no con la au pair, por mucho que la quiera. Lo único que se consigue con eso es que los niños crean que la au pair es alguien que no les deja ir con sus padres (y más si cuando estos se hartan de oírlos llorar, bajan con cara de "claro cariño ven conmigo" después de que la au pair lleve dos horas diciéndole que papa y mama ahora no pueden están con el), con lo cual la au pair queda totalmente desacreditada y le quitas una autoridad que ella necesita para hacer su trabajo correctamente.
VERDAD Nº2: No es compatible una casa ordenada con una casa con niños.
Si las familias quieren una casa como los chorros del oro, con cada cosa en su lugar, que no tengan hijos, o que los alquilen por horas. Una habitación de un niño, no estará ordenada después de cenar, si estos están jugando 10 minutos antes de la cena. Por mucho que la au pair ponga todo su empeño, los juguetes están para jugar, y no puede exigir que jueguen solo con uno para que no desordenen. Son niños, y es lo que hay. Y en mi opinión mientras se pueda entrar en la habitación y que no te caiga una avalancha de legos en el cogote, es una habitación de niños ordenada. Que una au pair puede ordenar por la mañana, pero las familias no pueden esperar que por la noche eso siga igual, y por ende, que la au pair se pase mas rato recogiendo que jugando con los niños (que eso es otro tema). Porque seamos realistas, ella puede ayudar a que los niños recojan y les pueda insistir, pero todos aquí sabemos como ordena un niño de 6 años, y que es el doble de trabajo, obligarlo a recoger, y hacerlo tu después, así que eso es un trabajo que por la noche se le ordena al niño, y por la mañana lo hace la au pair "para rematar la faena". Y si no te va bien que las habitaciones de los niños sean eso, habitaciones de niños, contrata una chacha que vaya detrás de cada niño recogiendo a su paso. O hazlo tu, que para eso es tu casa.
VERDAD Nº3: Las au pairs necesitamos medios para hacer nuestro trabajo.
Es muy bonito querer que las au pairs hagan actividades con los niños, que los saquen de casa... Pero para eso se necesita dinero o material. La au pair no puede hacer manualidades con los niños si no hay rotuladores o cartulinas. La au pair no puede irse al zoo si no le dan dinero para hacerlo. La au pair no los llevara a tirarse con trineo por la nieve si no le dais el dinero para pagar el bus. La au pair no podrá ayudar a tus hijos con los deberes si a la vez tiene que cuidar de un bebe de 6 meses a la hora de la cena. Y podría llenar lineas y lineas poniendo ejemplos, pero creo que ha quedado claro.
VERDAD Nº4: La habitación de una au pair es un sitio privado para ella.
No puedes exigir a tu au pair que tenga su habitación de una manera o de otra, no puedes poner por norma que haga su cama cada mañana, que tenga las cosas ordenadas y limpias como si tuviera un trastorno obsesivo-compulsivo, ni que limpie su baño cada cuando a ti se te antoje. Y no me extenderé más. Las únicas normas que se pueden poner en su habitación, son las siguientes:
- Puedes hacer cualquier cosa en tu cuarto mientras que no prendas fuego a la casa.
- Nos gustaría que entre tu puerta y la ventana hubiera un camino transitable entre posibles libros, apuntes, ropa y bragas sucias tiradas por el suelo, por si la chica de la limpieza quiere ventilar.
- No dejes platos sucios en tu cuarto para que no se te coman los bichos.
- Puedes lavar tu baño cuando quieras, siempre y cuando el olor a mierda no llegue al resto de la casa.
Y punto. Como decida ordenarse las cosas, limpiar su suelo, su baño o cambiar sus sabanas es una cosa que mientras este dentro de unos limites de higiene, no tienes porque meterte.
VERDAD Nº5: Traer a los amigos de los niños a casa para que estén entretenidos no es un alivio para la au pair.
Traer a los niños de otros a casa cuando esta la au pair no es una ayuda para ella, si los niños no son grandecitos. Traer a un niño de menos de 5 años a casa para que juegue con el tuyo es traerle a la au pair el doble de trabajo. Y no nos engañemos, también hay que decir que los niños, jugando con amigos, arman semejantes destrozos en sus cuartos, que después tendrá que ordenar y limpiar la au pair. Así que si quieres que tu hijo tenga vida social en una casa, para "quitarle trabajo" a la au pair, podríais quedar para llevar al niño a casa del amiguito, o ayudar a recoger antes de ir a dormir en casa si llevan a otro niño a la tuya. Eso si que es un alivio para la au pair, lo otro es darle el doble de trabajo.
Alguien, por fin, tenia que decirlo.
PD: Mañana tengo los exámenes finales de este semestre. Estoy entre la vida y la muerte por falta de sueño. Desearme suerte, que la semana que viene (cuando mi cuerpo regule el PH de la sangre al expulsar toda la cafeína que me corre por las venas), volveré a arrancar con el blog, que lo tengo abandonadillo.
Con el permiso de todos, voy a decir verdades como puños, que las aupairs nos guardamos, y que señoras (y señores, que nunca se sabe), au pairs y otros especímenes que visitan este blog, alguien tiene que decir en voz alta de una vez para que las familias se enteren.
VERDAD Nº1: Trabajar de au pair cuando los padres están en casa es un suplicio.
Una familia que de verdad quiera ver como se comportan sus hijos cuando están con su au pair, siento decirlo, pero jamás lo lograran hacer en vivo y en directo. Alguien les tiene que decir a esa gente, que cuando están delante, sus hijos se portan como cachorros de pitbull en celo para reclamar su (muchas veces) no saciada necesidad de atención paterna. Y si, la verdad es que una simple acción como podría ser cambiarse una camiseta, se vuelve un drama si ellos están delante. Y no, normalmente, en compañía de la au pair, los niños siguen la ley del "aquí mando yo", no la del "voy a patalear hasta la muerte" que rige cuando ellos están en casa.
Y para terminar, una au pair no esta en casa para cuidar de tus hijos el sábado por la mañana mientras tu duermes, o por las tardes mientras tu te echas la siesta, porque tu hijo, al que has parido (o no), has criado (o no) y has educado (o no) quiere estar contigo, que para algo eres su padre, y no con la au pair, por mucho que la quiera. Lo único que se consigue con eso es que los niños crean que la au pair es alguien que no les deja ir con sus padres (y más si cuando estos se hartan de oírlos llorar, bajan con cara de "claro cariño ven conmigo" después de que la au pair lleve dos horas diciéndole que papa y mama ahora no pueden están con el), con lo cual la au pair queda totalmente desacreditada y le quitas una autoridad que ella necesita para hacer su trabajo correctamente.
VERDAD Nº2: No es compatible una casa ordenada con una casa con niños.
Si las familias quieren una casa como los chorros del oro, con cada cosa en su lugar, que no tengan hijos, o que los alquilen por horas. Una habitación de un niño, no estará ordenada después de cenar, si estos están jugando 10 minutos antes de la cena. Por mucho que la au pair ponga todo su empeño, los juguetes están para jugar, y no puede exigir que jueguen solo con uno para que no desordenen. Son niños, y es lo que hay. Y en mi opinión mientras se pueda entrar en la habitación y que no te caiga una avalancha de legos en el cogote, es una habitación de niños ordenada. Que una au pair puede ordenar por la mañana, pero las familias no pueden esperar que por la noche eso siga igual, y por ende, que la au pair se pase mas rato recogiendo que jugando con los niños (que eso es otro tema). Porque seamos realistas, ella puede ayudar a que los niños recojan y les pueda insistir, pero todos aquí sabemos como ordena un niño de 6 años, y que es el doble de trabajo, obligarlo a recoger, y hacerlo tu después, así que eso es un trabajo que por la noche se le ordena al niño, y por la mañana lo hace la au pair "para rematar la faena". Y si no te va bien que las habitaciones de los niños sean eso, habitaciones de niños, contrata una chacha que vaya detrás de cada niño recogiendo a su paso. O hazlo tu, que para eso es tu casa.
VERDAD Nº3: Las au pairs necesitamos medios para hacer nuestro trabajo.
Es muy bonito querer que las au pairs hagan actividades con los niños, que los saquen de casa... Pero para eso se necesita dinero o material. La au pair no puede hacer manualidades con los niños si no hay rotuladores o cartulinas. La au pair no puede irse al zoo si no le dan dinero para hacerlo. La au pair no los llevara a tirarse con trineo por la nieve si no le dais el dinero para pagar el bus. La au pair no podrá ayudar a tus hijos con los deberes si a la vez tiene que cuidar de un bebe de 6 meses a la hora de la cena. Y podría llenar lineas y lineas poniendo ejemplos, pero creo que ha quedado claro.
VERDAD Nº4: La habitación de una au pair es un sitio privado para ella.
No puedes exigir a tu au pair que tenga su habitación de una manera o de otra, no puedes poner por norma que haga su cama cada mañana, que tenga las cosas ordenadas y limpias como si tuviera un trastorno obsesivo-compulsivo, ni que limpie su baño cada cuando a ti se te antoje. Y no me extenderé más. Las únicas normas que se pueden poner en su habitación, son las siguientes:
- Puedes hacer cualquier cosa en tu cuarto mientras que no prendas fuego a la casa.
- Nos gustaría que entre tu puerta y la ventana hubiera un camino transitable entre posibles libros, apuntes, ropa y bragas sucias tiradas por el suelo, por si la chica de la limpieza quiere ventilar.
- No dejes platos sucios en tu cuarto para que no se te coman los bichos.
- Puedes lavar tu baño cuando quieras, siempre y cuando el olor a mierda no llegue al resto de la casa.
Y punto. Como decida ordenarse las cosas, limpiar su suelo, su baño o cambiar sus sabanas es una cosa que mientras este dentro de unos limites de higiene, no tienes porque meterte.
VERDAD Nº5: Traer a los amigos de los niños a casa para que estén entretenidos no es un alivio para la au pair.
Traer a los niños de otros a casa cuando esta la au pair no es una ayuda para ella, si los niños no son grandecitos. Traer a un niño de menos de 5 años a casa para que juegue con el tuyo es traerle a la au pair el doble de trabajo. Y no nos engañemos, también hay que decir que los niños, jugando con amigos, arman semejantes destrozos en sus cuartos, que después tendrá que ordenar y limpiar la au pair. Así que si quieres que tu hijo tenga vida social en una casa, para "quitarle trabajo" a la au pair, podríais quedar para llevar al niño a casa del amiguito, o ayudar a recoger antes de ir a dormir en casa si llevan a otro niño a la tuya. Eso si que es un alivio para la au pair, lo otro es darle el doble de trabajo.
Alguien, por fin, tenia que decirlo.
PD: Mañana tengo los exámenes finales de este semestre. Estoy entre la vida y la muerte por falta de sueño. Desearme suerte, que la semana que viene (cuando mi cuerpo regule el PH de la sangre al expulsar toda la cafeína que me corre por las venas), volveré a arrancar con el blog, que lo tengo abandonadillo.
martes, 30 de octubre de 2012
Cuando hay elecciones y te toca votar... (parte I)
No estaba previsto, pero así es: me toca votar desde el extranjero. Por eso mismo aprovecharé y haré una entrada explicativa de como y cuando hacerlo, porque os aseguro que no es fácil (os lo garantizo, yo me he planteado eso de si cortarme las venas o dejármelas largas en las interminables conversaciones telefónicas con embajadas, consulados, ministerios, teléfonos de la esperanza...).
10-10-2012
Ya estoy de vuelta. Hay que reconocer, que a pesar de todos los Caguen' tu madre que les solté, me han tratado bien. Solo he tardado hora y media en hacer todo el papeleo, que hay un apartado únicamente dedicado al mareamiento de perdiz en todas y cada una de las oposiciones a funcionario: que si ahora vete a la recepción de la entrada (búscala tu donde esta, por supuesto) a que te hagan un par de fotocopias del DNI y el pasaporte que si ahora firma aquí, que si ahora allí que si ahora plin, que si ahora plan, que si ahora espera media hora (aunque sea tu turno y se hayan colado por la jeta) que el abuelo que dice ser español a pesar de no haber pisado España en su vida, no sabia que su DNI color AZUL de cuando Franco estaba caducado y claro, oiga usted, que aquí no tenemos prisa, un par de golpecitos en la espalda y para tu casita niña.
Se conoce que me tienen que llegar por correo certificado las papeletas y las instrucciones del voto por correo a eso de finales de octubre o principios de noviembre. En esas fechas ya os contaré que tan eficientes son.
30-10-2012
Y a día de hoy, sigo esperando. Os tendré informadas.
Dicho eso, y como es un proceso laaaaaaaargo, he ido escribiendo cada una de las cosas que he echo día por día, al más puro estilo "mi querido diario", para que veáis lo bien que me lo he pasado y que pasos tenéis que seguir vosotras en caso de que tengáis que votar desde otras tierras. Empecemos entonces:
26-09-2012
Se declaran elecciones anticipadas en Cataluña. Casi me da un dengue solo de pensar en lo que me espera.
28-09-2012
Acabo de llamar a la embajada de Berlin. Digamos que su respuesta ha sido un claro y simple: "no tenemos ni puta idea de nada". Así, sin más florituras. Que el majete que me acaba de coger el teléfono se acababa de leer en Internet la noticia de que se habían anticipado las elecciones. Pa' mear y no echar gota señores.
01-10-2012
Me he estado informando, gente que vive aquí me esta echando una mano, y he llegado a la conclusión de que me voy a pegar un tiro. Resulta ser que el procedimiento a seguir es: tengo que ir a Düsseldorf (aquí al ladito, solo a una hora larga de tren) porque al parecer es la capital de estas tierras y por lo tanto, es donde esta el consulado de Nordrhein-Westfalen, la región donde vivo. Una vez ahí tengo que registrarme como no residente en el consulado, y de ahí pedir la votación por correo.
Peeeeero (en España si no hay un pero cuando algún funcionario te esta haciendo papeleo, preocúpate ..), como ahora han cambiado sabe Dios que ley, quizá es distinto. Y tan anchos se quedan oye.
Así que busco el teléfono del consulado de Düsseldorf (que es este: 0211439080), y pregunto. Respuesta: que no saben nada. Tocatelos Maria. ¿Y que hago?, le pregunto al funcionario de turno, "Esperar". En fin...
También me ha informado de como me tengo que registrar como no residente: por lo pronto tengo que ir allí, que abren de 8 a 14 horas, y tienes que ir con cita previa. Conclusión: a Dios le doy gracias que la madre de la familia la semana del 8 de octubre tenga libre, porque aquí los niños tienen 2 semanas de fiesta ahora, no podría haber ido y se me habría pasado el plazo porque trabajo por las mañanas.
05-10-2012
Llevo toda la mañana (son las 11h y me he empezado a las 8h) llamando al maldito consulado. Me han remitido a los departamentos de visados, a pasaportes, hasta he hablado con una tía del registro civil. Si, como le leéis: me han llegado a pasar con el registro civil, que ya sabéis que con los quintillizos que acabo de parir me interesa de lo lindo (modo sarcasmo on, se nota).
Me siguen diciendo que no saben nada. Parece ser que se yo mas que ellos, ya que de la web del ministerio de asuntos exteriores me he bajado una maravillosa solicitud para poder pedir el voto como no residente en el extranjero. Ellos ni siquiera saben que es esa solicitud. Casi saco la mano por el auricular del teléfono del consulado para liarme a collejas. Lo juro. Además se niegan a darme cita porque no la necesito aun, ya que no se que hay que hacer ni cuando lo sabrán.
Ahora mismo estoy de un sulfurado que no os lo podéis imaginar. Si hubiera una foto de desesperación en el diccionario, seria mi cara ahora mismo.
(30 min después...)
Me he cabreado de tal manera, que he llamado al ministerio de asuntos exteriores de España. Me he cagado en todos los altos cargos del gobierno y parece ser que se han apiadado de mi desesperación (o de las trece amenazas de bomba...), porque la mujer me ha dicho que el día 2 mandaron un fax masivo a todos los consulados y embajadas dando a conocer las condiciones y tramites para el voto. Mi respuesta, tal cual: "pues parece ser que tus amiguitos de Düsseldorf están en Babia porque NADIE SABE NADA AUN". Me ha dicho que lo sentía mucho y que ahora se ponía en contacto con ellos para solucionar el problema y que ahora me llamaría para decirme si esta todo arreglado. Estoy a la espera...
(10 min después...)
Me acaba de llamar la mujer del ministerio, que había habido un "pequeño" error y que ahora ya tenían toda la nueva información "en regla". No haré comentarios porque no tengo ganas de acordarme de madres de personas que no conozco.
Voy a llamar al consulado de nuevo...
(15 min después...)
Finalmente, y lo digo claro: FI-NAL-MENTE, después de casi 4 horas y media de largas luchas, lo he conseguido. Si me queréis imaginar, esas mujeres son la viva imagen de mi ahora mismo:
Como os decía, lo he logrado, ya me han dado hora para el papeleo. El miércoles (dia 10) voy a inscribirme como no residente y pedir el voto por correo a Düsseldorf.
Como os decía, lo he logrado, ya me han dado hora para el papeleo. El miércoles (dia 10) voy a inscribirme como no residente y pedir el voto por correo a Düsseldorf.
10-10-2012
Ya estoy de vuelta. Hay que reconocer, que a pesar de todos los Caguen' tu madre que les solté, me han tratado bien. Solo he tardado hora y media en hacer todo el papeleo, que hay un apartado únicamente dedicado al mareamiento de perdiz en todas y cada una de las oposiciones a funcionario: que si ahora vete a la recepción de la entrada (búscala tu donde esta, por supuesto) a que te hagan un par de fotocopias del DNI y el pasaporte que si ahora firma aquí, que si ahora allí que si ahora plin, que si ahora plan, que si ahora espera media hora (aunque sea tu turno y se hayan colado por la jeta) que el abuelo que dice ser español a pesar de no haber pisado España en su vida, no sabia que su DNI color AZUL de cuando Franco estaba caducado y claro, oiga usted, que aquí no tenemos prisa, un par de golpecitos en la espalda y para tu casita niña.
Se conoce que me tienen que llegar por correo certificado las papeletas y las instrucciones del voto por correo a eso de finales de octubre o principios de noviembre. En esas fechas ya os contaré que tan eficientes son.
30-10-2012
Y a día de hoy, sigo esperando. Os tendré informadas.
Webs que os pueden interesar al tener que votar desde el extranjero:
Conclusión:
Intentar votar desde el extranjero es peor que intentar darte de baja de Movistar. Si estas en el extranjero y te toca votar, compra un billete de vuelta a casa para el día de las elecciones, es la mejor opción: te ahorras dosis de Tranquimacín en vena, ansiedades varias y posibles casos de histeria.
Intentar votar desde el extranjero es peor que intentar darte de baja de Movistar. Si estas en el extranjero y te toca votar, compra un billete de vuelta a casa para el día de las elecciones, es la mejor opción: te ahorras dosis de Tranquimacín en vena, ansiedades varias y posibles casos de histeria.
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