Os voy a hablar sobre esos extraños fenómenos que suceden cuando vuelves a casa después de un largo tiempo, porque muchas, o la gran mayoría al regreso a casa les esperan sus amigos, quizá su novio, algún que otro conocido... pero quien estará ahí muy seguramente es tu familia. La diferencia es que tu te has "desacostumbrado" a ellos. Y por que negarlo, ellos de ti también Cada uno se ha acostumbrado a vivir por su cuenta, y cuando vuelves, rompes las rutinas.
FENÓMENO Nº 1 (o "Mamaaaaaa, ¿donde esta el papel de váter?!"
Ya sabéis, ese fenómeno por el cual, no sabes como, pero todo, todo absolutamente, ha cambiado de lugar. Casi llamo a Iker de Cuarto milenio, porque en mi casa, era espectacular.
Me he sorprendido a mi misma buscando donde estaban los cuchillos en mi casa. Y el papel de plata. Y los trapos. La cocina parecía nueva para mi, no tenia ni idea de donde estaban las cosas. El tema baño es un mundo aparte que no voy a comentar ahora, porque seria demasiado largo.
FENÓMENO Nº2 (o "Donde esta mi intimidad? Quiero encontrarla de nuevo")
Yo llevo un año con un baño propio, con la intimidad que eso comporta. Ahora me sorprendo pegando un bote del susto cuando alguien entra al grito de "me meeoooooooo" cuando estas metido en la ducha, cosa tan común en mi casa.
O que estés tan tranquila en tu cuarto, acostumbrada a que le dan a la puerta y (atención al dato) esperarán a que les contestes (si es que quieres hacerlo) para entrar, pero al estar de nuevo en casa, lo normal es que de golpe entre una madre (normalmente, la tuya), con la fregona en la mano al grito de "Sal, que tengo que fregar AHORA". Y a ti se te quede cara de culo mientras te destierran de tu propia habitación.
FENÓMENO Nº3 (o "¿El que tengo que comprar? Ah! Claro que no hay, eso solo lo usas tu").
Nadie, nunca, piensa que dejará de encontrar SUS cereales en el armario de la cocina. O que se te saldrán los ojos de las cuencas al ver que en tu casa, que sois del clan Nesquik, un bote de ColaCao.
O que las existencias de tampax sean inexistentes desde que tu no estás (algo lógico pero que no se piensa hasta que no te encuentras en el peor momento del mes), o que no haya un champú de repuesto y te tengas que enjabonar el pelo con jabón "hidratante con aceite de oliva" del Mercadona (con el arrepentimiento posterior).
FENÓMENO Nº4 (o "La madre que te parió").
Siendo au pair te acostumbras a los críos. A todas sus maldades, todas y cada una de ellas. Tu antena esta alerta a todo, 24 horas. Pero... Tus reflejos pro-protectores de hermanos propios desaparecen. Y eso es un gran riesgo al volver a casa.
Yo no se vuestros hermanos/hermanas, pero el mio... en fin, que siendo él el mayor, lleva toda la vida entrenándome para ser au pair, consciente o inconscientemente, a base de perrerías.
Tu habitual "¿Que le has echo al caramelo?" que sospechas en el segundo 1 cuando te lo ofrece (así, sin razón alguna ni motivo aparente) con una sonrisa en la cara, pasa a ser un "Aaaaah, gracias", que a veces puede acabar mal.
O cuando, inocente de ti, le pides desde la mesa que si a la vuelta de la cocina te puede traer el aceite, y crees a pies juntillas que lo hará.
O si crees que un domingo lluvioso por la tarde, tu y solo tu vas a monopolizar el mando de la tele.
En fin, benditos hermanos, esos regalos que te da la vida para hacerte mas fuerte. Y lo peor es que les sigues queriendo igual, porque eres tonta del culo. Y te ríes en tus adentros pensando en los "Has de llevarte bien con tu hermana" que le has repetido una y mil veces a tus niñas.
FENÓMENO 5 (o "¿Esto es nuevo?¿Desde cuando?").
Todo lo anterior son cosas que no han cambiado, pero a las que te has desacostumbrado. Pero lo peor no es eso, sino lo que SI ha cambiado, y que tu no sabes.
En mi caso particular, y aprovechando que iban a cambiar las puertas del bloque, mis padres decidieron cambiar las puertas del piso. Todas. La de la entrada también. Pasando por alto el echo de que me pasé la primera semana sin puerta en mi cuarto (porque llegué en medio de las obras), lo más gracioso fue dos días después de llegar, que salí a echar la basura y ahí, delante de la puerta del portal, con el frío de la tarde, en pijama, sin nadie en casa esperándome y a hora y media de que alguna alma viva llegara, me acordé de que mi copia de la llave nueva estaba tan ricamente colgada en mi habitación y no en el llavero que traía en la mano. Consecuencia: guirlandas de mocos colgadas de mi nariz todas las navidades.
También cambiaron la silla de mi mesa (de estas guais de oficina). Bueno en realidad a mi hermano se le rompió la suya y robó la mía, y nadie se acordó del pequeño detalle de que no tenia silla hasta dos horas antes de que yo llegara, con lo cual improvisaron. Podéis imaginar mi cara al llegar y ver delante de mi escritorio algo parecido a esto:
Debieron pensar que no me daría cuenta.
También es de juzgado de guardia la cara que se me quedó al ver que al irme, los vecinos tenían una bebe de tres meses y un niño de dos años, y cuando te los encuentras ahora, resulta que tienen una niña de un año largo, un niño que ya ha empezado el cole, y un bebe recién nacido. Sorpresa total y pregunta del año al "¿Es vuestro?" señalando al bebe del carrito.
Cosas de la vida... ¿Os ha pasado algo parecido a la vuelta?
Muy buena entrada! muy pocas cuentan como son las cosas una vez de vuelta en tu país.Me he reido mucho xD Muy bueno lo de tu hermano ofreciendote un caramelo sin motivo aparente jaja
ResponderEliminarYo mi gran trauma, falta de intimidad, sobre todo cuando he ido por navidades, que el año pasado no tenía mucha. Peor pasar de tener habitacion propia con baño a compartir habitacion y ya no te cuento baño....
ResponderEliminarY no saber donde estan las cosas tambien...
Muy buena la entrada :)
Yo podría escribir aqui un post parecido. Pero creo que será una entrada que nunca verá la luz hahahaha xD Hay muchas cosas graciosas que TAMPOCO CAMBIAN como por ejemplo, las obras del metro delante de los cines más populares de la cuidad que llevan ASI TAL CUAL desde que me fui en 2011 xDDDD
ResponderEliminarEn cuanto a los cambios, yo sufri uno super fuerte con mi habitacion y esque mis padres decidieron cambiarmela entera. Mi habitacion siempre habia sido rosa chicle y me la cambiaron a azul pitufo además de algunos muebles y la disposicion del cuarto en general entero. Cuando entr´€ no sentí que aquel fuera mi cuarto para nada. Ademas yo habia firmado para irme a Francia y mi hermana Lupi se apoderó de este cuarto asi que incluso el mes que estuve de vacaciones lo pase en el cuarto de mi otra hermana porque tiene una litera...