Una
de las cosas que a las au pairs más nos trae de cabeza es la
sobreprotección de los niños por parte de los padres, ya sea
física, psicológica o ambas.
La
inquietud que te provoca que los niños se hagan un rasguño en tus
horas de trabajo o que vayan sitios a sitios “prohibidos” de la
casa, es un sentimiento muy incómodo y que muchas veces, te impide
realizar actividades que harías si no tuvieras ese miedo a que al
niño le pase algo. En otras palabras, la familia te contagia el
miedo a que los niños sufran ningún daño: ellos tienen pánico a
que sus churumbeles se hagan cualquier tipo de herida o sufran alguna
caída, y eso a ti te lo transmiten en forma de miedo a deteriorar o
perder tu trabajo si algo parecido llegara a pasar.
Normalmente,
las principales responsables de todo esto suelen ser las madres de
las criaturas, que también, por otro lado, son las que más
culpables se sienten de tener que dejar a sus hijos con un tercero
durante tantas horas: quizá por esa razón los sobreprotegen. Y esa
ansia de protección, lo único que despierta en los niños es miedo
e inseguridad: tienen miedo a caerse, a subir unas escaleras, a las
películas de miedo, a trepar al columpio solos. Eso mismo les hace
no confiar en si mismos, e indirectamente, cumple las peores
predicciones: se caen, se hacen daño, y se asustan. Como podéis
ver, es un circulo vicioso muy difícil de romper, y menos desde la
situación de au pair, que por el simple miedo a que te culpen a ti,
te sumas a esa rueda de miedos e inseguridades, inculcando
indirectamente a los niños los mismos temores que les inculcan los
padres.
Como
he dicho anteriormente, se suele sobreproteger a los niños de dos
formas distintas, que pueden estar directamente relacionadas, o no:
-
La sobreprotección física
Es
esa por la cual los niños no pueden hacer ningún movimiento ni
ninguna actividad física, desde subir unas escaleras solos, hasta
bajar por un tobogán.
En
mi caso, durante mi estancia en Alemania, sufrí lo contrario a este
fenómeno, dado que mis padres de acogida eran totalmente dados al
echo de aprender de la experiencia, es decir: cayéndose, haciéndose
heridas y probando cosas nuevas. Debo decir que a veces eso llegaba a
un extremo que la que lo pasaba mal era yo, sobretodo cuando veía a
la niña de dos años recién cumplidos bajando de una litera de dos
metros de altura sin que nadie le echara una mano, sin nadie a su
alrededor siquiera. Pero muchas de mis compañeras de viaje si que
tenían niños muy sobreprotegidos físicamente: una de mis amigas
tenia dos niñas, la mayor de las cuales, con 4 años, no podía
subir las escaleras sola (lo tenia prohibido) si no era con alguien
que la acompañara dándole la mano. Con casi 5 años. No la dejaban
salir de casa con las niñas, ni siquiera a la panadería o al
supermercado. La niña no podía usar tijeras ni cuchillos.
Podéis
imaginar que con todas esas normas, y las que no conozco y que
seguramente tenían, que cantidad de limitaciones tenia esta pobre
chica para cuidar de los niños. Ni falta hace decir, que esa niña
de casi 5 años, el único día que intentó subir sola la escalera,
la madre la vió, y de tal berrido que pegó la mujer, la niña se
dio un leñazo importante del mismo susto. Adivinar quien se llevó
la culpa de que la niña se hubiera caído.
-
La sobreprotección psicológica
Esta,
por desgracia, si que la sufrí. Es esta por la cual, se permite a
los niños tener comportamientos de una edad menor a la que tienen, o
bien no se les deja hacer algunas cosas por “si les da miedo” o
“porque no les gustará”.
Por
daros un ejemplo, a mi niña de 11 años no la dejaron ver ninguna
película de Harry Potter por si esta “le daba miedo y después
tenia pesadillas”. Hasta el día que cumplió los 12 no la dejaron.
Huelga decir que la niña no pasó siquiera miedo.
Por
otro lado, esta misma niña no podía ir sola por la calle, nunca,
bajo ningún concepto, por nuestro barrio. Parece ser que antes de
que llegara yo, un hombre le dijo “Te quiero” (“Ich liebe
dich”) en la parada del bus. Ella, que no tenia un pelo de tonta,
se fue a casa corriendo y se lo contó a los padres, que como es
lógico, llamaron a la policía y pusieron una denuncia. Hasta aquí,
todo normal. Pues bien, lo que no era normal es que esta niña, desde
ese mismo día, no la dejaban ir a ningún lado sola, fuera la hora
que fuera. Teniendo en cuenta que ese hombre no vivía en el barrio
(a pesar de ser conocido por ahí porque su hermana si que tenia ahí
una casa), y que mi familia hizo correr la voz por todos lados que
tuvieran cuidado con ese hombre, me parece absurdo inculcarle ese
miedo a la niña tal y como lo hacían. La niña acabó con verdadero
miedo a salir sola de casa por si encontraba a ese hombre. A pesar de
ser las 3 de la tarde y estar las calles llenas de gente. Todo se
hubiera solucionado mandando de nuevo a la niña a la calle el día
siguiente a que eso ocurriera. Pero no lo hicieron. Y yo, como au
pair, tenia que ir con ella a todos lados donde ella quisiera ir: a
la biblioteca, a la parada del bus, a casa de la amiga X, al
supermercado, al parque... Y muchas veces arrastrando a las otras dos
niñas, porque lógicamente era mi tiempo de trabajo y no había
nadie más en casa.
Otros
ejemplos de los que tengo conocimiento que pasaban en otras casas,
era por ejemplo, el echo de niños de por ejemplo, 5, 6 o incluso 7
años, se tengan que dormir agarrados de la mano de alguien, o con
alguien a su lado. Y se les sigue permitiendo y consintiendo eso, de
manera que por supuesto, solo empeora el asunto.
Creo
que una de las cosas que deberíamos preguntar antes de elegir una
familia, es que limites tienen los niños en este sentido: que se les
permite, que normas de seguridad tienen. Y si hay la opción de
preguntarle a la antigua au pair, no os cortéis. No os conforméis
con un “normal”: lo que es normal para ellos, para ti puede ser
excesivo. Incluirlo en vuestra lista de preguntas, la
sopreprotección, en ninguna de sus variantes, es plato de gusto para
una au pair.
¿Vuestra familia sobreprotege a los niños?¿Preguntasteis esto en las entrevistas?
Ey! Me tienes en ascuas con el tema del proyecto que llevas entre manos... En cuanto al blog completo... Chulísimo! Te ha quedado genial, de verdad :3
ResponderEliminarSobre la entrada... Aquí sí que no me veo identificada en absoluto. Tengo la buena suerte de tener una HF más hippie que la madre que los parió, así que los niños se suben por todos lados, hacen lo que les da la gana, se caen mil veces y se pegan hostiones considerables y no sueltan ni una lágrima. Supongo que es cosa de acostumbrarlos desde pequeños... Pero me sorprendió muchísimo esa libertad cuando llegué. Creo que aún no conozco familia en España que viva de esa manera xDDDD
Un beso, guapísima... :3
Esta es una de esas entradas de "Ayuda a las pobres desgraciadas que lo sufren". Me alegro que en tu familia sean así, porque lo contrario es una tortura XD.
EliminarGracias a Dios, mi familia era muuuy muuuy despreocupada con hostiones y demás, nivel: la niña sube al sofá, pega un salto, sale volando y se da con toda la frente en el radiador, llega la madre 15 minutos después y me ve a mi con las salchichas congeladas en la cabeza de la niña y la niña con todo un moratón en la frente y un bulto considerable. Frase de la madre: "Veo que hoy comemos salchichas". Mi cara: O.O
Espero que no te decepcione lo que estoy tramando... que creo que tanto tiempo diciéndolo, la gente me va a odiar cuando lo publique XD
¡Hola! Lo primero es que me encanta cómo te ha quedado el blog, de verdad :)
ResponderEliminarLa entrada, no me siento nada identificada porque mi hostmum son de las que opinan que deben de pegarse hostiones así que los niños se suben a todos los lados que pillan, el niño va solo al parque con 10 años, le dejan ir y volver solo al cole (tampoco es que esté muy lejos), así que gracias al cielo no sufro pro si se hacen algún rasguño! Pero en España sí que conozco gente que es SUPERPROTECTORA, pero exagerado... y los niños que ya son mayores no se atreven a salir a la esquina de la calle solos porque no saben desenvolverse por ellos mismos... una pena.
En fin, nos tienes en ascuas!!
Me encanta el nuevo diseño, ¡te ha quedado genial!
ResponderEliminarTienes mucha razón en lo de la sobreprotección...yo aún no he llegado a Alemania y no sé cómo serán los padres con las niñas, pero se lo preguntaré a la au pair que tienen ahora a ver qué me dice. Está claro que los extremos son malos (lo de 'o todo o nada' es lo peor...me parece excesivo que haya padres que les den completa libertad y otros que no les den ni una pizca), pero sí es cierto que la au pair tiene que adaptarse a lo que hagan los padres, aunque muchas veces nosotras lo hagamos de otro modo. Ya te imagino yendo siempre con los tres niños arriba y abajo porque la mayor no podía ir sola a ningún lado :S Entiendo que estuvieran asustados los padres, pero tela... ¿no podrá hacer vida normal ahora la niña? ¿Duró todo el tiempo que estuviste allí? Buf, qué faena.
Un beso guapa! Me encanta que actualices más a menudo, tu blog es uno de mis favoritos y tus entradas son una gozada :)
Gracias! Me alegro que te guste el "nuevo" blog! (que por cierto, acabo de descubrir el tuyo y ya estas en la lista de blogs de la derecha, por supuesto).
EliminarCon la niña, estuvimos así los primeros 10 meses. Los últimos dos meses, siempre que fuera de día y en horas transitadas, la niña salia sola... Pero el 11º mes fue horrible. Ella salia sola, si, pero te llamaba desde el móvil si había poca gente por la calle (que solía ser el 90% de las veces, que poca gente para ella quiere decir poder andar por la acera sin que te pisen...), para que hablaras con ella mientras iba del punto A al punto B y viceversa. Finalmente, el ultimo mes se portaba ya como una niña "normal" de su edad. Pero con la condición de que fuera de día. Y en Alemania, en invierno (cuando me fui), oscurece a las 5 de la tarde.
Pero en fin, no me alargo más que tengo otra entrada preparada sobre esto (Temas espinosos II: Miedos).